En Rusia hay alrededor de 150 focos activos de incendios forestales cuyas llamas abarcan ya una superficie cercana a los 3 millones de hectáreas en varias regiones de Siberia. Un fuego que se ve desde el espacio, gracias a las imágenes ofrecidas por los satélites.

Tras estudiar el informe del ministro de Emergencias de Rusia, Evgueni Zinichev, el presidente ruso Vladímir Putin ha ordenado este miércoles al Ministerio de Defensa sumarse a las labores de extinción de los incendios. Según el Servicio de Protección Aérea de Bosques de Rusia, durante la última jornada fueron sofocados 32 incendios forestales que cubrían una superficie de 4.585 hectáreas.

A su vez, el máximo dirigente del país también ha ordenado mantener el grupo militar que se encuentra en Irkutsk ayudando a paliar las consecuencias de las inundaciones que afectan asimismo a esta región siberiana desde principios de julio. Es justamente en Irkutsk donde se concentran la mayoría de los incendios, donde los bomberos combaten 59 incendios que abarcan una superficie de 78.226 hectáreas.

También hay cinco incendios en reservas naturales protegidas, que afectan 1.712 hectáreas. En la región rusa de Krasnoyarsk luchan contra 47 incendios en una superficie de 21.926 hectáreas, y en Yakutia tratan de extinguir 24 incendios que abarcan 1.403 hectáreas.

En la extinción de los incendios participa un total de 2.720 personas y 390 equipos especializados. Un total de 34 aeronaves participan en las labores de control aéreo y 28 en las de extinción. En respuesta a la orden de Putin, el Ministerio de Defensa ya ha anunciado el próximo envío de 10 aviones IL-76 y 10 helicópteros “con equipamiento especial para lanzar agua” sobre los incendios en Krasnoyarsk.

El pasado lunes el Ministerio de Emergencias ruso declaró el estado de emergencia en todo el territorio de Krasnoyarsk e Irkutsk y en parte de la república de Buriatia. Hoy también se han declarado en estado de emergencia dos regiones más de Yakutia.

El humo de los incendios forestales siberianos abarca grandes zonas del territorio ruso e incluso ha llegado a algunas regiones de Mongolia, incluyendo la capital Ulán Bator, según la agencia RIA Nóvosti.

Gran parte de los incendios afectan a zonas de difícil acceso, donde el coste de la extinción supera el daño que causan, por lo que los esfuerzos se centran en los lugares donde las llamas amenazan áreas habitadas o sistemas de infraestructuras.

Vanguardia.