Lo más sorprendente de la jornada electoral del 1 de julio en Veracruz es que los ciudadanos salieron masivamente a votar, dejando la marca en 64.5 por ciento de participación respecto al padrón electoral, movidos por los resortes de una contienda presidencial decisoria para el destino del país y la posibilidad de que se instaurara en el estado un caciquismo familiar que, en solo dos años, dio muestras de autoritarismo, opacidad en el manejo de los recursos públicos, incapacidad para contener la violencia criminal y una ambición política que amenazaba con prolongar hasta por 12 años más el sello de la casa.

La pelea se centró entre los punteros: Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, y Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN. Esta circunstancia, agregada a la negatividad de la marca PRI por los graves episodios de corrupción, dejó al candidato José Yunes Zorrilla en un lejano y prácticamente anecdótico tercer lugar, y a los candidatos priistas a las diputaciones federales y locales sin ninguna posibilidad de ganar algún distrito, como fue tendencia a nivel nacional.

Deberá ser trabajo de sociólogos y politólogos explicar este extraordinario fenómeno electoral. En el caso de Veracruz, contra todos los pronósticos (yo había contemplado un panorama de tercios en los resultados de la elección para Gobernador), la claridad sobre el candidato victorioso llegó muy temprano, cuando estaban cerrando las casillas electorales, gracias a una imparcial encuesta de salida ordenada por Noticieros Televisa a Consulta Mitofsky. Horas más tarde, el conteo rápido del OPLE Veracruz daba certidumbre a lo predicho por la encuesta a boca de urna a favor de Cuitláhuac García.

Voto masivo venció a los Yunes

De no haber salido a votar de la manera en que lo vivimos, no hubiera sido posible aplastar de manera contundente una labor de zapa que había emprendido el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares en contra de sus adversarios y una histórica compra de votos que permitió que Miguel Ángel Yunes Márquez obtuviera (con 6.7 por ciento aún por computar) 1 millón 282 mil 664 votos, que representan el 38 por ciento de los votos contabilizados hasta las 18:30 horas de este lunes.

Con esa voluminosa votación, cualquiera habría asegurado que era el candidato vencedor en la contienda. De hecho, ha logrado ya una cantidad de sufragios apenas por debajo de los obtenidos por su padre (1 millón 356 mil) en los comicios que perdió en 2010 ante Javier Duarte, y muy superior a la que le permitió llegar a la minigubernatura en 2016 (1 millón 54 mil).

Pero, no sucedió eso. Por eso, ni el candidato panista ni su padre digieren la derrota y no han reconocido el triunfo del candidato de Morena, cuando ya lo ha hecho el candidato del PRI, Pepe Yunes. Entró en juego el papel de los veracruzanos que salieron masivamente a votar para evitar que la familia Yunes se eternizara en el poder.

Hasta la tarde de este lunes, el PREP colocaba a Cuitláhuac como evidente vencedor, con un 1 millón 462 mil 814 votos (43.71%), cantidad que lo coloca como el gobernador con el mayor apoyo electoral en la historia de Veracruz, rebasando al abominable Javier Duarte que, gracias a la magia corruptora de Fidel Herrera, su padrino, ‘obtuvo’ en 2010 nada menos que 1 millón 356 mil votos, para vencer a quien el próximo 30 de noviembre regresará a la vida civil y a tratar de mantener bajo su férreo dominio al PAN.

Pepe Yunes, responsable y republicano

Pese a que se presentó a la contienda como el candidato mejor preparado, con más experiencia y con una voluntad férrea a favor de recuperar a Veracruz del marasmo en que se encuentra, Pepe Yunes tuvo que sufrir en las urnas los efectos perniciosos de los gobiernos priistas corruptos que antecedieron al minigobierno panista, los golpes dados por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien mantuvo cautivos a los liderazgos priistas también involucrados en el saqueo, además de la traición de muchos priistas y expriistas que dejaron el barco que ellos mismos hundieron en busca de mejores naves.

Hasta la tarde de este lunes, Pepe había obtenido una de las más bajas votaciones que candidato priista alguno ha logrado históricamente. De una votación de 1 millón 270 mil 580 sufragios que le permitieron llegar al Senado de la República en 2012, el caballeroso político oriundo de Perote estaba trabado para lograr apenas el medio millón (llevaba 475 mil 466), con un 14.2 por ciento sumamente pernicioso para el presente y futuro de su partido.

Mientras el gobernador y su hijo candidato se resistían a reconocer la derrota, Pepe Yunes salió a reconocer que la tendencia de la elección no favorecía su candidatura, que en cambio daba la victoria a la del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia: “Son datos públicos que nosotros aceptamos como válidos”.

Aunque sus propuestas fueron serias y su figura no ha sido empañada por la corrupción o el autoritarismo, Yunes Zorrilla asumió la responsabilidad de los resultados de la jornada electoral. “Son resultados devastadores para el Partido Revolucionario Institucional. Nunca antes habíamos tenido una elección tan adversa y esto obliga a que el partido replantee agenda, método y modelo para seguir siendo una opción y una alternativa frente a la sociedad veracruzana”.

Aseguró que Veracruz debe emprender lo más pronto posible un proceso de reconciliación, pues si no hay unidad entre todos los veracruzanos difícilmente se podrán resolver los problemas de seguridad, de desigualdad y económicos, que deben trascender el tema electoral y comprenderse como de la mayor importancia en la agenda pública del estado.

Es una lástima que Pepe Yunes no haya tenido la comprensión y la confianza de los veracruzanos.

El efecto AMLO arrasó en Veracruz

Andrés Manuel López Obrador no solo obtuvo la Presidencia de la República con una votación histórica, la más alta, la que lleva a un mandatario con el mayor respaldo popular, sino que prácticamente arrasó en varios estados, entre ellos, Veracruz, donde además estaba logrando mayoría en el Congreso local y el mayor número de diputados federales por el principio de mayoría relativa, además de dos escaños en el Senado de la República.

En las diputaciones locales, Morena avanzaba a la cabeza en 21 distritos, entre ellos algunos muy importantes como Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre, los dos de Xalapa, Coatepec, Córdoba, Orizaba, Cosamaloapan, Acayucan, Minatitlán y los dos de Coatzacoalcos, entre otros. Mientras tanto, la coalición gobernante encabezada por el PAN se anotaba nueve, como los bastiones caciquiles de Pánuco y Tantoyuca, los dos distritos de Veracruz, Boca del Río y Huatusco.

Por otra parte, según el Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), al corte de las 9 de la mañana del lunes, con el 52 % de las actas computadas, Morena tenía 17 diputaciones federales, la coalición PAN-PRD-MC apenas 3. El PRI, ninguna.

El PAN ganaría las diputaciones federales de Tantoyuca, Veracruz y Huatusco. En tanto, Morena obtendría, casi seguros, los distritos de Tuxpan, Veracruz, Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre, los dos de Xalapa, Coatepec, Coatzacoalcos, Minatitlán, Orizaba, Córdoba, Cosamaloapan, San Andrés Tuxtla y Cosoleacaque, y con una votación cerrada, los distritos de Pánuco y Zongolica.

La derrota para el oficialismo a manos de Morena, como vemos, no solo fue demoledora en la elección de Gobernador, sino también en las diputaciones locales y federales, y estarían en el Senado Ricardo Ahued y Rocío Nahle, como primera mayoría, y de Julen Rementería, por el PAN.

Partidos en riesgo de perder su registro

El artículo 92 de la Ley General de Partidos Políticos señala como causa de pérdida del registro “no obtener en la elección ordinaria inmediata anterior, por lo menos el tres por ciento de la votación válida emitida en alguna de las elecciones para diputados, senadores, o Presidente de los Estados Unidos Mexicanos”.

Con el   64.7685 por ciento de las actas de escrutinio capturadas, el PREP señala que en esa situación, en la elección Presidencial, se encuentran los partidos Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza.

Según los datos del PREP, con 607 mil 479 votos, el PVEM registra 1.6628 por ciento de los sufragios; con 633 mil 757, Movimiento Ciudadano tiene el 1.7347 por ciento; y con 370 mil 420 votos, Panal cuenta con el 1.0139 por ciento.

En la misma situación se encuentra el PRD, que con 1 millón 11 mil 150 votos, registra 2.7677 por ciento de los votos, y Encuentro Social, que con 980 mil 718 votos, cuenta con el 2.6844 por ciento.

Este miércoles sabremos qué partidos estarían fuera de las contiendas federales por pérdida de registro. En caso de que no mejoren los números, cinco estarían en el filo de la navaja, aunque tres están más cerca de la guillotina.

 

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