En la comida de la unidad priista organizada el pasado viernes 27 de noviembre en el rancho San Julián, de Perote, el primer funcionario del gabinete duartista que llegó a la casa de campo de la familia Yunes Suárez fue el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González.

El titular de la SIOP llegó alrededor de las 13:00 horas, casi 180 minutos antes de que arribaran el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y el gobernador Duarte de Ochoa –el jefe de Ruiz–, quien se presentó acompañado de su verdadero delfín para la gubernatura, el dirigente priista Alberto Silva Ramos, y de los diputados federales Erick Lagos y Adolfo Mota Hernández.

Tomás Ruiz les “madrugó” porque a esa hora le indicaron de parte del anfitrión, el senador Pepe Yunes Zorrilla. Sin embargo, ese simple detalle evidencia que el ex secretario de Finanzas y Planeación no figura en la primera línea de los aspirantes considerados por Javier Duarte para sucederlo en el poder el año entrante.

Ruiz González se autopromociona a través de portadas de revistas, en anuncios espectaculares y con un video difundido en las redes sociales, pero hasta ahora no se ha atrevido a dar un paso decisivo como el que en cambio ya asumieron abiertamente otros ex colaboradores del mandatario priista que no dudaron en dejar el confort del Palacio de Gobierno y desenchufarse del erario estatal para construir por sí solos sus candidaturas.

El ex panista Gerardo Buganza Salmerón, por ejemplo, renunció desde hace cuatro meses y medio a la Secretaría de Gobierno porque aspira a contender en la sucesión estatal de 2016 como candidato independiente.

Y este lunes 30 de noviembre el ingeniero Francisco A. Valencia García le presentó también por escrito al gobernador Javier Duarte su renuncia, “en calidad de irrevocable”, como director general de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz porque, aunque no lo precisó en su misiva, pretende ser nominado a la gubernatura por una alianza de partidos de izquierda encabezados por el PRD, instituto político que financieramente ha apoyado fuera y dentro de la entidad desde hace tres sexenios.

“Es para mí un honor haber tenido la oportunidad de servir a los veracruzanos desde esta Dirección General, encargo que desempeñé con esmero, dedicación y corazón, todos y cada uno de los días. Sin embargo, es mi obligación moral y legal separarme de cualquier encargo público para seguir un proyecto más amplio al cual represento y poder así ofrecer mi trabajo para el bien de Veracruz y los veracruzanos”, le expresó Valencia al jefe del Ejecutivo del estado, al cual le agradeció su “invaluable confianza” que depositó en él como su colaborador en la administración pública estatal durante este sexenio, primero en la Secretaría de Comunicaciones y últimamente en la CAEV.

“Como bien es sabido, a pesar de pertenecer a diferentes corrientes ideológicas, tuvo a bien anteponer otras cualidades de éste su servidor por el desarrollo de Veracruz, situación que resalta sin duda alguna su calidad política y moral”, le reconoció expresamente el aspirante de izquierda a la gubernatura.

¿Y Tomás Ruiz cuándo va a entregar la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas para evitar cualquier sospecha de que pudiera estar usando los recursos y el aparato burocrático de la SIOP para la promoción de sus aspiraciones personales?

Ruiz González bien podría argumentar que no renuncia porque todavía “no son los tiempos” y que habría que esperar hasta que “su” partido –el Revolucionario Institucional otra vez, no el de Nueva Alianza que dirigió nacionalmente en 2006 por imposición de la maestra Elba Esther Gordillo– expida la convocatoria respectiva; sin embargo, aspirantes priistas a las gubernaturas de otras entidades también acaban de dimitir o están por separarse de sus cargos en el gobierno federal, los cuales son obviamente mucho más relevantes política y presupuestalmente que el que ejerce Tomás en Veracruz.

Este lunes 30 de noviembre, por ejemplo, Alejandro Murat Hinojosa renunció como director general del Infonavit. No expuso los motivos pero todo mundo deduce que lo hizo porque busca la candidatura del PRI al gobierno de Oaxaca.

Por su parte, la titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Lorena Martínez, anunció que dejará el cargo el jueves 31 de este mes porque aspira a la nominación priista al gobierno de Aguascalientes. La funcionaria federal sí declaró que participará en el proceso interno de su partido y que su decisión la comunicó tanto al presidente Enrique Peña Nieto como a su jefe de sector, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, por lo que preparará el proceso de entrega-recepción de la Profeco.

La ex alcaldesa de Aguascalientes dijo tener confianza en que la dirigencia nacional del PRI que encabeza Beltrones propiciará piso parejo para los aspirantes a la gubernatura.

¿Y Tomás Ruiz por qué no renuncia de una vez? ¿Acaso no confía en la imparcialidad del sonorense? ¿O es que sabe que no es el candidato de su jefe Duarte, quien presume de que tendrá voz y voto en la designación del candidato del PRI a sucederlo?