El llamado lo escuchamos de las autoridades electorales y de los líderes y candidatos de partidos opositores al régimen: hay que salir a votar, aprovechar la oportunidad que tenemos de decidir quiénes deben ser nuestras autoridades futuras y quiénes nuestros representantes populares. Y es cierto que si no participamos con nuestro voto perdemos el derecho a reclamar cuando los gobernantes o representantes populares hacen mal las cosas, se roban los recursos públicos, abusan del poder, agreden a la población, se coluden con las bandas de la delincuencia organizada, se benefician de esta a cambio de dejar a merced de ellos a la población, y en fin, de tantos y tantos abusos que se cometen al amparo del poder. La única oportunidad que tenemos los ciudadanos, en el país y en el estado, para echar del poder a las camarillas que se enquistan en él, es el día del relevo, el día de la elección de nuevas autoridades y para nosotros ha llegado el momento. Tras una larguísima jornada preelectoral, de precampañas y campañas, de un infame bombardeo propagandístico, de ver cómo el gobierno de Veracruz invierte fondos públicos, usa la fuerza pública, intimida, amedrenta, amenaza, con tal de mantenerse en el poder, por fin nos viene la oportunidad de desterrar lo malo, de elegir a quien consideremos que lo podrá hacer mejor. Solo los que se han beneficiado de la corrupción no la quieren dejar, el pueblo tiene que levantarse y con su credencial de elector definir nuevos rumbos. Que nadie nos detenga, hay que votar.