En esta parte final de la conversación, Manuel López Rocha sigue hablando de sus dos chips, la tipografía y la música (de ahí el nombre tipografonía), y de una actividad que comenzó como divertimento y ya se convertido en una de las tradiciones septembrinas de Xalapa, la Carrera de Melones.

De los sones a los melones

En 2005, uno de mis amigos tuvo la idea de hacer un falso documental y se le ocurrió una idea absurda. Un día convocamos a un conocido que estaba estudiando cine y elegimos el 15 de septiembre porque cierran las calles. Compramos tres melones, los rodamos desde el puente de Xallitic hasta donde termina Lucio y grabamos unas escenas que nos iban a servir para nuestro falso documental. Nunca volvimos a ver esas grabaciones.
El año siguiente quisimos seguir y pusimos unos carteles en la calle para convocar a una Carrera de Melones. El que iba a filmar nunca llegó pero sí llegaron, para participar, como 15 personas que no conocíamos.
Desde entonces hacemos la carrera, es una cosa totalmente absurda pero se ha convertido en un pretexto para salir a la calle, jugar y hacer comunidad, que es lo que nos hace tanta falta. Ahora es una cosa masiva y ya se nos salió un poco de las manos pero nos da mucho gusto que la gente salga a la calle y conviva con cualquier pretexto, aunque sea una carrera de melones.

Fuentes y afluentes

Estudié la Maestría en Tipografía de 2009 a 2011 y uno de mis maestros -yo creo que es uno de los diseñadores de tipografía más importantes de Latinoamérica, se llama Alejandro Lo Celso- después me jaló para un proyecto que se llamó Fontstage, en el que diseñamos unas fuentes para Google Fonts, luego me invitó a colaborar en su fundición tipográfica que se llama PampaType, ha sido como mi gran maestro alrededor de esto.
En la Maestría siempre nos pedía que el diseño que teníamos que hacer fuera enfocado a resolver un problema real. A mí se me hizo muy fácil decir en México hay 68 lenguas indígenas que tienen un montón de signos de escritura que normalmente no contienen las tipografías comerciales, voy a hacer una fuente tipográfica para resolver este problema. Me empecé a adentrar y me di cuenta que era casi imposible, pero me empecé a clavar en este tema y de ahí surgió la investigación que he desarrollado en la parte académica, alrededor de la tipografía, durante todos estos años, que consiste en la relación entre el diseño tipográfico y la lingüística, y en concreto el tema de la tipografía para lenguas indígenas de México y luego de América.
Alrededor de este tema he hecho un montón de cosas: he dado conferencias acá en México en varias universidades y en varios foros; el año pasado fui a presentar mi trabajo alrededor de este tema al Congreso de la Asociación Tipográfica Internacional, en Montreal; hace dos años fui a Colombia a desarrollar un proyecto de tipografía para lengua woun meu, que es la lengua del chocó colombiano que habla el pueblo wounaan. He ha trabajado bastante alrededor de esto, mi titulación de la Maestría fue con una fuente tipográfica para hacer transcripción fonética, también he hecho trabajo con un grupo de gente del pueblo mixe de Oaxaca, para hacer tipografía para lengua mixe; el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) me contrató para que hiciera una fuente tipográfica que cubra ciertas necesidades de escritura de varias lenguas mexicanas, desarrollamos un mapa de teclado instalable para escritura otomí, para que sea fácil teclear los signos desde la computadora, y tenemos un proyecto más amplio con el Inali, hacer esto para otras lenguas.
Es el tema que he desarrollado del lado de la tipografía y la investigación, un tema que puede relacionarse un poco con el asunto de las culturas tradicionales porque tiene que ver con los pueblos indígenas. Por otro lado está el trabajo que hago con La Manta, a veces son cosas separadas y me tengo que quitar el chip de una cosa para ponerme el de la otra, a veces descuido la música y no agarro mi instrumento en un mes por estar trabajando en el diseño y al revés, a veces no hago diseño en meses por estar tocando con La Manta, pero a veces hay puntos en donde sí se unen y donde las cosas que he investigado en la música me sirven para entrar al otro tema y donde las cosas que he investigado sobre las lenguas me sirven para abordar la música.

Preparando el espíritu

En el campo de la investigación,
el azar no favorece más que
a los espíritus preparados.
(Louis Pasteur)

Lo que siempre me gustó también mucho es la investigación alrededor de varios temas, conforme estuve más metido en el asunto de tocar son jarocho, empecé a estudiar más alrededor de la música, a leer algunas cosas más académicas y alrededor de la historia, y a buscar las posibilidades que había más allá de lo puramente sonoro, de lo puramente musical. Con La Manta, al final ha sido también mucho el trabajo que se ha tenido que hacer, creo que ese es uno de los principales valores del grupo, aparte de lo que puede sonar en la música.
Tengo de compañeros a músicos enormes, pero también está esta parte de la investigación, de rascarle, de ver qué estamos haciendo, de buscar diferentes versiones, de preguntarle a los músicos y demás, es lo que me ha tocado hacer y en lo que a veces contribuyo más que en hacer la parte musical de los arreglos y el trabajo de creación. Es lo que me toca hacer y lo que también me gusta mucho hacer, y lo que aprendí a hacer desde que empecé a interesarme por esta música.
Ya llevamos nueve años con La Manta, al principio tocaba otro chico en la percusión, Felipe Herrera, un año después salió del grupo. Estaba estudiando química y ahora se dedica más bien a ser químico, antes había estudiado música, era como de estos niños que estudian toda la vida. Terminó música pero al final se le metió la química, no lo he visto, no creo que deje de tocar pero está más bien concentrado en aquello. Hiram entró en el 2010, fue cuando grabamos el primer disco y de ahí se mantuvo esa alineación hasta hace dos años, cuando entró Wilka, en realidad entró a suplirme porque yo me fui en 2016 unos meses Argentina, por asuntos de la tipografía.

La letra, con mate entra

Con mi maestro Alejandro, habíamos empezado un proyecto que consistía en diseñar una familia tipográfica que se llama Gorgias, es una reinterpretacion de unas letras góticas de imprenta de principios del siglo XX. Por cierto, la seleccionaron en la Bienal de Tipografía Latinoamericana de 2014 y todavía no logro acabarla (risas).
En octubre de 2015 fuimos con La Manta a Argentina, fui a visitar a mi maestro y me dijo oye, ¿por qué no te vienes unos meses y terminamos el proyecto?
Para enero de 2016, hubo unos asuntos personales, sentía que estaba como en la nada aquí en Xalapa y dije este es el momento en que me puedo desafanar un poco de todo e irme tres meses Argentina, como me ofreció Alejandro.
Hablé con los de La Manta y me dijeron sí, adelante, aprovecha la oportunidad, normalmente, a principios de año no tenemos mucho pero si sale algo, pues jalamos a alguien de reemplazo. Sí tuvieron un concierto en Guadalajara y jalaron a Willka, se aprendió todo lo mío pero también aportó nuevas cosas y cuando regresé me dijeron oye, es que también queremos a Willka (risas) y dije claro, viene. Replanteamos todo lo que hacíamos Hiram y yo para incluir a Willka y entró, también el asunto de la marimba nos hizo replantear muchísimas cosas y creo que le dio un realce a lo que se está haciendo ahorita en el grupo.

Tipografonía

Siempre hago una analogía de la tipografía y la música: hay muchísima música y si uno busca música para una ocasión especial, para musicalizar un vídeo o una película, o simplemente para escuchar, va haber suficiente para hacerlo, pero siempre se está creando nueva música, lo mismo pasa con la tipografía, claro, es un poco distinto porque la música tiene un fin más artístico que la tipografía.
La tipografía obedece a necesidades específicas pero siempre va a ver necesidades, a veces hay la necesidad estética de crear nuevas formas, simplemente por el hecho de que existan nuevas formas, a veces hay necesidades técnicas, como en el caso de lo que yo he estado haciendo, la cobertura para comunidades lingüísticas de ciertas lenguas que existen en México y en otros lugares, para que puedan escribir con los signos que necesitan.
A veces hay razones más comerciales, lo mismo que las hay con la música, a veces te encargan música para una campaña comercial o para cualquier otra cosa, igual que te pueden encargar un diseño específico de tipografía para una marca o para una editorial o hasta para los gobiernos, ahora han agarrado la moda de mandar a hacer sus propias tipografías. También se puede hacer una nueva creación aprovechando las nuevas herramientas tecnológicas y ponerla a la venta, igual que a veces se pone a la venta la música.

Ya con esta me despido

He hecho el diseño de los dos discos de La Manta [La Manta, Árbol de la Esperanza], de el de Ramiro [González. Sonata para el bebé colibrí], de el de Tlacuatzin [Tlacuatzin], de el de Carlos [Zambrano. Tézcatl], un montón de carteles para gente que hace música y que hace teatro y demás, también he hecho logotipos y muchas otras cosas. Desde el año pasado doy clases de diseño en la UdAL [Universidad de América Latina] y en la Gestalt.

PRIMERA PARTE: In my life
SEGUNDA PARTE: Encuentros cercanos



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