Ariel Félix Campirán Salazar, catedrático de tiempo completo de la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana (UV) y coordinador estatal de la Academia de Pensamiento Crítico para la Solución de Problemas del Área de Formación Básica General (AFBG), recibió el Premio Nacional de Lógica 2018, distinción otorgada por la Academia Mexicana de Lógica (AML), A.C., el pasado 27 de noviembre en la ciudad de Morelia, Michoacán.

La ceremonia de entrega del reconocimiento se efectuó en el marco del XXI Encuentro Internacional de Didáctica de la Lógica y 8° Simposio Internacional de Investigación en Lógica y Argumentación, que tuvo como sede la Universidad Internacional Jefferson.

Los productos realizados a lo largo de más de 30 años de trayectoria profesional, publicación de libros y proyectos que han trascendido a otros países como: Perú, Chile, Argentina y España, considera que propiciaron esta iniciativa por parte de la AML.

Lo anterior se suma a sus gestiones a favor de la lógica y la creación del Modelo de Comprensión Ordenada del Lenguaje (COL), empleado por la UV desde hace más de 20 años como parte del Modelo de Educación Integral y Flexible (MEIF), el cual ha sido usado, imitado y servido de ejemplo para otras líneas de investigación, además del desarrollo de las habilidades de pensamiento crítico y creativo.

El premio lo atribuyó también a la motivación que ha mostrado a la apertura de un pensamiento riguroso y ordenado, lo cual ha despertado en otros estudiosos e instituciones la intención de pensar analítica y críticamente.

Subrayó que el pensamiento crítico y analítico no es para desestabilizar un sistema, por el contrario, sirve para generar la disminución de desorden, o bien para visionar y vislumbrar rutas de recuperación hacia la estabilidad.

La búsqueda del pensamiento crítico es el equilibrio del conocimiento, de los afectos y de la salud física, pues una vez que el humano como un ser en desarrollo lo encuentra, es capaz de mejorar sus procesos cognitivos, metacognitivos, afectivos y biológicos.

La UV representa otro de los impactos de esta estrategia, al ser punta de lanza –desde hace más de 20 años– en las investigaciones de pensamiento crítico en todo el país, lo cual ha generado el interés de otras naciones.

“Hemos impactado con este modelo en la Universidad por las investigaciones y aplicaciones, y en sociedades internacionales que trabajan la filosofía para niños, donde ya hay un pensamiento más ordenado en lo básico”.

Campirán Salazar, quien cursó la carrera de Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), puntualizó que en su transformación la UV está dedicada a la enseñanza del pensamiento crítico para la solución de problemas, ya que muchas veces se resuelven pero se generan otros no previstos.

“La verdadera búsqueda de soluciones es la meta del pensamiento crítico, la innovación de soluciones más integrales”, agregó.

Con el fin de que el estudiante obtenga el pensamiento crítico para la solución de problemas, la UV ha hecho una aplicación más general, con la intención de que se prepare para solucionar problemas no sólo disciplinares sino inter y transdisciplinares, los cuales recuperan los de la vida cotidiana desde saberes no necesariamente académicos.

“Es un desafío que lleva dos años, el tratar de que en un futuro los alumnos obtengan mayor madurez en cuanto al pensamiento crítico.”

Al respecto, resaltó la importancia de lograrlo, pues la educación siempre se ve involucrada en los cambios y reformas nacionales de políticas públicas, económicas y sociales.

Tras anunciar que el próximo año la máxima casa de estudios será sede del 4º Seminario Internacional de Pensamiento Crítico, que ya ha sido realizado en Portugal, España y Colombia, comentó que otros países ya aplican sus propios modelos, pero no son tan arraigados ni trabajados como el de la UV.

En este mismo contexto, reflexionó en torno a que el pensamiento crítico da gozo, alegría y motivación psicobiológica, por lo que debe encaminarse a mejorar la salud-bienestar de la humanidad y de todas las cosas; es decir, que se puedan tener emociones guiadas por un cerebro más capaz de experimentar todo como un flujo de vida.

Como parte de sus propuestas planteó la necesidad de emplear este modelo para crecer integralmente. “Las sociedades necesitan razonadores y pensadores libres, niños, jóvenes y adultos reflexivos”.

Razonar y pensar críticamente es una meta y un desafío de las universidades, pero requiere de bases que deben priorizarse en la educación básica, media superior y superior.

Añadió que ante la perspectiva de cambio actual del país, esta acción hace viable que en las universidades se le catalogue al pensamiento crítico como una forma de ver las capacidades antes de que surjan.

Por ejemplo, un niño vive los problemas pero no los puede enfrentar de manera analítica o crítica; sin embargo, si es una buena semilla y se le sabe mirar, el pensamiento crítico se convertirá en él algo profiláctico y preventivo.

En este sentido, a raíz del premio obtenido, su visión es generar versiones del modelo en otros niveles educativos.

Finalmente, subrayó que el pensamiento crítico es una apuesta ganadora para humanizar, para admirar la belleza y la espiritualidad que se le puede dar al cosmos. Sirve también para disolver conflictos y dar soluciones estratégicas oportunas.

“La lógica tiene una gran utilidad porque hace al pensamiento crítico que no sea ciego y necio.”

Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV