Los mandaderos de Fidel Herrera Beltrán, que sienten como una victoria propia la renuncia de Felipe Amadeo Flores Espinosa a la dirigencia estatal del PRI, se enredaron este miércoles en un pleito de vecindad, mostrando no solo su bisoñez sino incluso la desesperación que les transmiten los operadores del cónsul de México en Barcelona.

El senador José Yunes, con Marco Antonio del Ángel y Lorena Piñón, en Álamo.

Lorena Piñón Rivera, diccionario en mano, enfoca sus baterías contra la Secretaria General del PRI, Regina Vázquez Saut, a quien considera el único vestigio del comité estatal que –para su desgracia– todavía encabeza Amadeo Flores, y le recrimina que no sabe el significado de la palabra sororidad (“que es ayudarse entre mujeres”, le explica), solo porque la acayuquense, que es la que menos sabe qué ocurre en su entorno, dijo el martes que tanto Lorena como la secretaria general de la CNOP, Érika Ayala Ríos, son los “títeres” de los liderazgos con intenciones de convertir al Revolucionario Institucional en un partido satélite.

Como Regina no sabe de sororidad, la sanrafaelense, exsecretaria ge
neral adjun
ta del CDE del PRI, se desentiende del precepto y arremete con furia contra quien tanto ella como su “honorable” compinche Marco Antonio del Ángel Arroyo (heredero del emporio de los 400 Pueblos) consideran la causante de que todavía no haya un nuevo dirigente en el PRI veracruzano.

“Todos sabemos cómo llegó ella al Partido y sabemos quién es ella y no vale la pena un comen
tario mal de ella de mi parte”, comenta Lorena Piñón a la periodista Verónica Huerta, pero acto seguido lamenta que Vázquez Saut no se haya aprendido los estatutos priistas puesto que no ha estado permanentemente en el tricolor:
“Primero era priista, luego panista, ahora priista, y quienes la conocemos sabemos que su estrategia es hacer berrinche para cambiarse color, no conoce los estatutos, porque no le da tiempo estar aprendiéndose los estatutos. No dudo que ya esté en tratos con otros colores, porque es su forma de actuar”.

El dúo dinámico Piñón-Del Ángel, bendecido tanto por el representante de Fidel Herrera en el terruño, el diputado federal Érick Lagos Hernández, como por el senador José Francisco Yunes Zorrilla (quien parece no preocuparle hacer alianza con su archienemigo), anda que se comen las uñas porque no ven movimiento en el edificio de Ruiz Cortines.

¿Quién no se aprendió los estatutos del PRI?

Ambos acusan a Regina Vázquez Saut de no conocer los estatutos priistas, razón por la cual –arguyen– no ha convocado al Consejo Político Estatal para iniciar el proceso que lleve a un nuevo presidente estatal. Lorena Piñón, además del diccionario, ha añadido al carrito de las compras un ejemplar de los estatutos del PRI, un documento que, por lo visto, esta pareja tampoco ha logrado leer o interpretar correctamente.

Según el experto en priismo, Marco Antonio del Ángel Arroyo, inmediatamente después de darse a conocer la renuncia de Amadeo, la Secretaria General debió convocar al Consejo Político para el nombramiento de un nuevo líder, pero como la diputada local “salta de partido en partido” desconoce los estatutos.

Repitiendo el librito que él y Lorena se aprendieron el martes por la noche, el exdiputado local, miembro de la vergonzosa camada cameral que le aprobó todas las infamias al exgobernador Javier Duarte de Ochoa, dijo que “el problema de Regina es que no ha leído los estatutos del PRI, no puede ser el Comité Ejecutivo Nacional, ella tiene que convocar; cada día que pasa ella está cometiendo un acto ilegal, porque al ser la secretaria general, tiene que convocar al Consejo Político para definir la dirigencia. La convocatoria es de ya y cada día que pasa el PRI está en una situación ilegal”.

Lo que parecen pasar por alto estos inquietos operadores de la Fidelidad (que busca a toda costa recuperar el negocio de la venta de candidaturas para la elección municipal y confrontarse con el enemigo mortal del creador de la corriente), es que Amadeo Flores Espinosa sigue en el cargo, a petición del dirigente nacional y en tanto no haya nuevo dirigente, y que no puede convocarse a una reunión de Consejo Político puesto que los estatutos señalan que en medio de un proceso electoral no se puede elegir dirigente estatal, quien debe salir solo por el proceso de prelación.

¿Qué quiere decir esto? Que como en el caso de Amadeo, quien fue nombrado secretario de Organización del anterior CDE del PRI para que a la renuncia de Alberto Silva Ramos ascendiera por prelación a la Presidencia, de la misma manera tendrá que suceder en esta ocasión. Mientras no se logren las negociaciones en que se defina al dirigente idóneo para esta etapa convulsa, las cosas seguirán igual.

De manera que, por más que se agarren a patadas con Regina Vázquez Saut, la secretaria general prácticamente no puede hacer nada para consolarlos. Lo más seguro es que el golpeteo contra la sureña sea como dice el refrán: “te lo digo Juan para que lo entiendas Pedro”, y las sulfúricas declaraciones en realidad están orientadas al dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, quien difícilmente les dará en trofeo la cabeza de Amadeo.

Por lo demás, los priistas veracruzanos tendrán que esperar a que aterrice en Xalapa la nueva delegada del CEN del PRI, la tabasqueña Lorena Martínez Rodríguez, quien ha sido alcaldesa de Aguascalientes, presidenta del PRI en esta entidad, dirigente nacional del INMPRI, diputada federal en dos ocasiones y titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), desde donde designó a la exalcaldesa xalapeña Elizabeth Morales como la delegada de esa procuraduría en Veracruz.

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