Alberto Ysunza Ogazón y Silvia Diez-Urdanivia Coria, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, presentaron el libro Herbario de plantas comestibles de Oaxaca. La recuperación de saberes locales, el miércoles 9 de mayo, en el marco de la jornada previa a la 1era Feria de la Milpa “La Milpa patrimonio biocultural por el derecho a la alimentación”.

Durante este evento organizado por el Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), Ysunza Ogazón, quien es jefe del Departamento de Estudios Experimentales y Rurales de ese organismo, resaltó que éste es un trabajo de gran importancia pues es el primer herbario de plantas comestibles efectuado en México.

El libro expone alrededor de 100 plantas comestibles, algunas con propiedades curativas o nutracéuticas porque tienen esa doble capacidad de ser comestibles y terapéuticas.

Alberto Ysunza dio a conocer que en este esfuerzo colaboraron  promotores indígenas de diferentes regiones de Oaxaca, quienes se encargaron de hacer la colección de esos ejemplares.

“El trabajo de nosotros fue sistematizar y ordenar el conocimiento, pero los recolectores fueron hombres y mujeres de esa región.”

En el evento realizado en las instalaciones del Orquideario de la UV, Silvia Díez Urdanivia, nutrióloga del Instituto “Salvador Zubirán”, agregó que estos ejemplares fueron colectados en caminatas botánicas en diferentes ecosistemas de Oaxaca.

Además de promotores indígenas, también colaboraron expertos botánicos, quienes se encargaron de identificar científicamente las plantas con el fin de saber qué parte de ellas son útiles. De ahí que se les categorice por comestibles y medicinales.

“Nuestro proyecto tiene que ver con aspectos de salud y nutrición, por lo que la capacitación a los promotores se encaminó al aprovechamiento de los productos locales para mejorar su salud y nutrición.”

En ese sentido, las plantas juegan un papel muy importante para mejorar la calidad de vida en las comunidades y rescatar el conocimiento milenario, pues debido a la influencia de otras culturas se ha dejado de emplear.

La investigadora en Ciencias Médicas aseveró que en el libro –conformado de cuatro capítulos– se observa la foto de la planta, su nombre científico, clasificación botánica, y cómo la llaman coloquialmente los integrantes de los diferentes pueblos originarios como: mixes, zapotecos, chinantecos y chatinos.

Debido a que son plantas comestibles, se incluyen también algunas recetas, resultado de la realización de talleres culinarios en las comunidades.

“De esta forma vemos qué tanto han aprendido o heredado ese conocimiento de las abuelas o qué parte de la planta sirve para medicina y enfermedad.”

Durante la presentación, Citlalli López Binnqüist, coordinadora del Citro, comentó que este ejemplar representa la gran riqueza cultural y biológica del estado de Oaxaca, considerado uno de los de mayor biodiversidad del país.

Evodia Silva Rivera, investigadora de la UV, precisó que algunas de las plantas que se exponen son: yerbamora, berro, verdolaga, epazote, laurel, ajo, chile, manzanilla y yerbabuena, entre otras.

En la presentación también estuvo Pablo Valderrama Rouy, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).