El próximo domingo 26 a las 11:00 horas, en los salones Ulúa del World Trade Center (WTC) de Boca del Río, el senador priista José Francisco Yunes Zorrilla presentará su informe de actividades legislativas.

Pero contra lo que muchos de sus simpatizantes esperaban, esta ceremonia protocolaria no será el escenario de su “destape” formal como precandidato del PRI a la gubernatura aunque sí el inicio de una estrategia política y mediáticamente muy bien calculada para ir allanando el camino hacia ese proyecto sucesorio que se definirá a principios de 2016.

Así que quienes suponían que Yunes Zorrilla iba a atestar con millares de seguidores el WTC y que iba a invitar a destacadas figuras del priismo nacional, del gabinete presidencial y del gobierno del estado se van a llevar tremendo chasco porque el joven político nativo de Perote ha decidido rendir su informe ante un reducido pero significativo auditorio que se calcula entre mil quinientos y dos mil asistentes provenientes de toda la entidad veracruzana.

Es más, al parecer ni siquiera tiene contemplado correrles la invitación a sus propios compañeros del Senado de la República.

Este detalle cuidadoso de los tiempos y formas políticas seguramente abonará en la buena relación que el ex diputado federal y local mantiene con quien actualmente gobierna Veracruz.

Eso sí, Pepe Yunes buscará aprovechar los espacios mediáticos que la propia Ley Electoral le permite durante siete días antes del ejercicio de rendición de cuentas y cinco días posteriores al mismo para difundir y promocionar las gestiones sociales y metas alcanzadas como legislador.

Y ello habrá de incluir también, obviamente, encuestarse para medir sus niveles de conocimiento y aceptación popular entre la ciudadanía veracruzana.

El informe de Pepe Yunes no podía realizarse en mejor momento: antes del inicio de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, y del cuarto informe de labores del gobernador Javier Duarte de Ochoa, que casi coincidirán a mediados de noviembre; y de la Cumbre Iberoamericana de Jefe de Estado y de Gobierno que se realizará en el puerto de Veracruz el 5 y 6 de diciembre próximo.

Y es que de no haberlo hecho antes de estos tres relevantes eventos, unos de gran resonancia internacional y el otro de importante significado político para el estado, el senador Yunes Zorrilla habría tenido que posponer su informe hasta principios del 2015, lo que prácticamente lo empalmaría con el del año siguiente y que, ese sí, sería el de su “destape” como precandidato a la gubernatura si es que para entonces las circunstancias se le siguen acomodando a su favor como parecen hacerlo hasta ahora.

Tragedia familiar

Lo mejor es dejar que los muertos descansen en paz.

Sin embargo, algunos amigos cercanos a la familia Lobato-Calderón nos piden reflexionar desde cuándo se habría originado este conflicto intrafamiliar que el pasado viernes tuvo un trágico y mortal desenlace que conmocionó a la sociedad xalapeña.

Y es que entre las versiones que se han hecho correr en algunos medios de comunicación, les ha sorprendido que se pretenda implicar en un presunto fraude al hijo de José Luis Lobato Campos, cuando el primogénito del ex director del IPE, ex secretario de Educación de Veracruz y ex senador suplente de Convergencia no tenía a su cargo la administración de la empresa funeraria de su padre sino que la llevaba una de sus hermanas.

Además de que el monto sobre el cual se ha especulado, presuntamente de 10 millones de dólares, resulta estratosférica porque en su opinión rebasaría con mucho el valor de los activos.

En cambio, se remiten a la historia truculenta que hace unos años protagonizó su padre Lobato Campos cuando se separó de su familia para contraer nupcias con la señora que también falleció, lo que en su momento motivó un gran escándalo en la alta sociedad capitalina por el parentesco político tan cercano que la occisa tenía con los Lobato y los Calderón.