Con la última reforma a la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, ahora es posible que los padres gocen de una licencia por paternidad desde el año 2014, así como la licencia que ya anteriormente se otorgaba a las mujeres que se convertían en madres. La licencia por paternidad consiste en 5 días con goce de sueldo a los trabajadores varones tras el nacimiento de una hija o hijo o adopción.

Para la coordinadora jurídica del Grupo de Información en Reproducción Elegida, Alma Beltrán, cinco días no alcanzan para que un padre pueda disfrutar del nacimiento de su hija o hijo, ni para que participe en las tareas y cuidados domésticos que implica. En un México donde se está “buscando” la equidad en todos los ámbitos para hombres, mujeres y personas con preferencias sexuales distintas a las convencionales, un ajuste como el que al inicio describimos es señal de la falta de profundidad en el ejercicio legislativo.

Miren ustedes el panorama en el mundo. En Estados Unidos, se da a los padres 12 semanas de licencia sin goce de sueldo y con algunas especificaciones, algunos estados lo regulan aparte. En Europa la licencia por lo general es compartida con la madre y puede llegar hasta los 3 años. Claro, no todo el tiempo se goza del sueldo al 100 por ciento, y esta es una distinción relevante. En Alemania, por ejemplo, se reduce el salario dependiendo del tiempo que se pida, siendo lo máximo a percibir el 65 por ciento y estableciendo un pago máximo de mil 800 euros.

Llama la atención que en el contexto de una lucha por igualar a las mujeres y empoderarlas justamente frente a los hombres, el primer paso en cuanto a la paternidad sea una licencia tan pobre en tiempo y que por ende refuerza el estereotipo de que las mujeres son las responsables del trabajo en casa y el cuidado de los recién nacidos.

¿Qué tramo nos falta recorrer en el camino a la equidad de género? Se trata de una “lucha” de hombres y mujeres, no específicamente del feminismo. Es innegable que la violencia de género se ejerce mayormente sobre las mujeres, hablando de México, pero poco se sabe o se aborda el fenómeno hacia el hombre; sería congruente que esos grupos que buscan la igualdad, que no es lo mismo que equidad, dieran espacio también a los pocos o muchos casos de hombres maltratados, humillados, violados (que si los hay); quienes por no ser señalados, en el contexto de un país machista, no se atreven a denunciar.

Es un tema complejo, con particularidades de cada región del país, difícil de resolver pues la falta de acceso a la educación en muchas zonas mas una cultura machista arraigada desde hace siglos, impiden que la problemática de violencia de género se pueda resolver. Sirva este texto, ésta vez, para hacer un reconocimiento a los padres que también son madres, a los abuelos viudos que apoyan en la crianza y sustento de nietas y nietos, a los amos de casa que ante la situación laboral se hacen responsables del hogar mientras la esposa ocupa un empleo; a los esposos que aman, respetan y forman hijas o hijos que sus parejas tuvieron antes de conocerlos. No quiero caer en la trivialidad del Día del Padre que se celebra cada año, pero la atención está en esa temática y nos obliga a aprovechar el contexto para poner a su consideración una frase del Papa Juan XXIII (conste que éste no es un espacio desde la Fé) “Es más fácil para un padre tener muchos hijos que para un hijo tener un buen padre”.

Gracias Manuel, mi eterna gratitud. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx www.formato7.com/columnistas formatosiete@nullgmail.com