De acuerdo con el diario Reforma, Javier Duarte gastó en medios de comunicación cuatro millones de pesos diarios para promocionar su imagen personal. Lo anterior representa un total de 8 mil 727 millones de pesos durante su sexenio.

En ese renglón Duarte gastó más que cualquier gobernador de Veracruz; más incluso que su benefactor y padre político, Fidel Herrera Beltrán, que fue el primero que despilfarró en medios.

Fue al amparo de Duarte que florecieron pasquines de dudosa calidad periodística y exigua circulación, que cobraran cantidades estratosféricas por publicar íntegros en su portada los boletines del gobierno estatal.

Según Reforma, de 2011 a 2013 cuando Gina Domínguez era la Coordinadora de Comunicación Social, se gastaron arriba de 5 mil millones de pesos. Es decir, el 58 por ciento de ese dinero. Alberto Silva dilapidó 2 mil 795 millones, el 34 por ciento del total (aún no se sabe cuánto gastó de abril de este año a los primeros días de octubre en que ocupó por segunda vez la oficina de la Coordinación). Y Juan Octavio Pavón gastó 636 millones de pesos.

Pero invertir en su imagen fue pésimo negocio para Duarte. Gina Domínguez se dedicó a apoyar pasquines en lugar de establecer convenios con medios que no eran afines a su jefe, a los que les hizo la vida de cuadritos.

Cuando la corrieron los pasquineros comenzaron a atacarla lo mismo que al gobernador, pero llegó Alberto Silva y los calló a punta de billetes; aunque más adelante también les quedó a deber.

El más sensato fue Juan Octavio Pavón que pagó algunas deudas con los medios más importantes y hasta ahí.

Al regreso de Alberto Silva persuadió a los pasquineros que siguieran apoyando al “señor gobernador” y que les pagaría hasta el último centavo. Éste por su parte les aseguró lo mismo.

Los pasquineros mordieron el anzuelo y siguieron facturando.

Cuando huyó Duarte los pasquineros pensaron que el adeudo se los pagaría la siguiente administración, pero el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado les dijo que no tenía para pagarles y no les pagó.

Aún esperanzados, aseguraban que después de todo la deuda era deuda gubernamental y no personal, por lo que el siguiente gobierno les tendría que pagar “a chaleco”.

Craso error. No fue deuda gubernamental, sino despilfarro monumental lo que hizo Javier Duarte al tirar de esa manera el dinero de los veracruzanos.

Este sábado en el Congreso local, después de entregar la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” a los Colectivos de Búsqueda de Personas Desaparecidas, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dijo que se investigarán los contratos multimillonarios que sostuvo Duarte de Ochoa con diversos medios de comunicación.

En los pasillos de Palacio de Gobierno corre la versión de que un grupo de abogados está estudiando a fondo el caso de estos medios que nunca tuvieron ni la penetración, ni la circulación, ni la presencia que aseguraban tener y recibieron cantidades fabulosas.

Se dice que los abogados están armando muy bien sus argumentos jurídicos para que un juez ordene devolver esos millones.

“Proporcionalmente hablando, varios de estos pasquines cobraban más que ‘El Universal’ que es un medio global que tira casi 500 mil ejemplares diarios y tiene millones de seguidores en las redes. Ellos tiran apenas mil o mil 200 ejemplares y les regresan más de la mitad. No es justo que hayan cobrado cantidades tan bárbaras”, me dijo un abogado que conoce el tema.

Lo cierto es que la gran mayoría de esas publicaciones están en estado de coma y condenadas a desaparecer.

¿Es esta medida un atentado a la libertad de prensa o de imprenta? De ninguna manera. Esos diarios y semanarios podrán circular libremente, simple y sencillamente no recibirán ni un clavo en convenios del gobierno estatal y a ver quién los sostiene.

bernardogup@nullhotmail.com