Unas horas después de que el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, se refiriera a una reducción en el índice delictivo durante la más reciente semana, en la capital del estado ocurrió un hecho de extrema violencia: muy cerca del primer cuadro de Xalapa, a unos pasos de la Central de Autobuses, fueron halladas once bolsas de plástico que contenían restos de cuerpos humanos.

El hecho nos remite, como antecedente, a otro muy parecido, ocurrido también en la capital de la entidad: el pasado 13 de septiembre, cuando se celebraban las fiestas patrias, tres cuerpos decapitados fueron arrojados cerca de un parque ubicado sobre la céntrica avenida Rafael Murillo Vidal, muy cerca de las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública, y a menos de 500 metros de Palacio del Gobierno.

Por supuesto, el hecho delictivo ocurrido en septiembre causó consternación entre la sociedad xalapeña, debido a su crueldad y violencia extrema.

En Xalapa la población estaba relativamente acostumbrada a enterarse de situaciones de ese tipo, pero todo se veía distante porque ocurría en otros puntos de la geografía veracruzana. Este año, sin embargo, la violencia se ve mucho más cercana.

Este 19 de noviembre por la noche, también en el marco de festividades cívicas importantes, el aniversario de la Revolución Mexicana, ocurre un nuevo hecho sangriento, aún más cruento y brutal: en once bolsas de plástico, de esas que se usan para basura, fueron encontrados cinco cuerpos desmembrados.

Ello ocurrió unas horas después de que se desarrollara la sesión número 48 del Grupo de Coordinación Veracruz, en la que se habló de una reducción importante en los niveles de violencia, ejecuciones y delincuencia en la entidad.

El gobernador Miguel Ángel Yunes, al concluir dicha reunión, habló de una semana productiva en materia de combate a la inseguridad y el delito en la entidad veracruzana; apuntó que durante la reciente semana se logró desarticular a varias bandas de alta peligrosidad, con un saldo de 17 presuntos delincuentes detenidos.

Pues bien, unas horas después del mencionado anuncio, los veracruzanos en general y los xalapeños en lo particular se enteraron del nuevo hecho sangriento, que se suma a otros mil 208 homicidios dolosos ocurridos en el lapso de enero a septiembre del presente año.

Un verdadero baño de sangre, como nunca antes, es el que se vive en tierras veracruzanas.

En la investigación del caso, la Fiscalía General del Estado encontró que las víctimas de este múltiple homicidio eran mecánicos o personas dedicadas a la compra-venta de chatarra.

Dice la autoridad que en las indagatorias se agotan todas las líneas de investigación, incluyendo las actividades delictivas en las que podrían estar involucradas las víctimas del caso.

Lo malo es que cada vez con más frecuencia ocurren hechos similares; cada vez son más brutales las escenas de violencia; y cada caso es todavía más atroz y más sanguinario que el anterior.

Este caso, el de los desmembrados de la noche de este domingo 19, se registra en la víspera de la difusión de la incidencia delictiva por parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Este martes, por cierto, dicha instancia de la Secretaría de Gobernación dará a conocer el índice delictivo correspondiente a octubre, mes en el que se espera que el número de casos de homicidios dolosos y privación ilegal de la libertad rebase cualquier año previo.

2017 pasará a la historia como el año más violento y sangriento para Veracruz, desde que comenzó a medirse la incidencia delictiva. @luisromero85