Las implicaciones que ha tenido el fenómeno del cambio climático tanto a nivel mundial, nacional y estatal son evidentes y se está haciendo poco para atenderlas, expresó Carlos Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV).

El académico fue invitado a la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) para impartir la conferencia “¿Nos debe importar eso que llaman cambio climático?”, invitado por el Centro de Negocios Internacionales, la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) y el Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN).

Welsh Rodríguez, también integrante del Programa de Estudios de Cambio Climático de la UV (PECCUV), explicó que “el cambio climático realmente son las condiciones que han modificado el clima, pero en un muy largo plazo y que permitirá tomar decisiones de largo alcance”.

Dijo a los universitarios que hace más de 20 años en Xalapa se registraba un 98 por ciento de humedad durante siete meses del año y estas condiciones han cambiado drásticamente.

Por otro lado, refirió la situación en el sur de la entidad, “donde la industria piñera es de exportación, ya no tenemos piña; lo mismo pasa con el arroz porque se necesita el escurrimiento y zonas inundables, pero ahora sólo tenemos sequías; con la naranja en la zona de Martínez de la Torre, una precipitación suficiente en invierno genera un producto de exportación, pero si no llueve no se puede exportar, así de sencillo”.

Existe también una desatención al problema, como el hecho de que Rusia no ratificó el Protocolo de Kioto, un acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases que provocan el “efecto invernadero” en la atmósfera porque les beneficia, “ellos están esperando que se descongele Siberia y sean los principales productores de grano del mundo porque es una tierra rica en carbono para cultivar lo que sea”.

Señaló que “es fácil culpar al cambio climático de todo y hay personas que dicen que no existe porque siempre ha llovido; es verdad, el ciclo del agua es permanente, el problema es que ahora llueve más en menos tiempo, en Veracruz llueve la misma cantidad de agua que ha llovido en las últimas cuatro décadas, pero en menos tiempo; es decir, en dos horas llueve lo que debió llover en dos meses”.

Presentó ante los estudiantes y académicos asistentes el caso de estudio que realizaron al glaciar Jamapa, localizado en el Pico de Orizaba, y se denomina así por el río que desemboca en las playas entre Boca del Río y Antón Lizardo, donde abastece de agua dulce a más de dos millones de personas.

Es el último glaciar a nivel mundial en latitudes tropicales y se está derritiendo de manera acelerada, al día de hoy se ha perdido el 60 por ciento de la superficie que tenía en 1950.

En la investigación, efectuada en colaboración con la Universidad de Texas en San Antonio, se hicieron recorridos a lo largo del glaciar con un radar para estimar el grosor del hielo, porque si éste se parte y ocurre un desprendimiento de masa puede suceder un problema muy grave sobre las comunidades localizadas a las faldas de la montaña.

“Los glaciares son los dinosaurios naturales del planeta porque tienen miles de años; sin embargo, estamos a punto de acabar con ellos y a diferencia de los dinosaurios, aquellos no pueden comer, tienen un ciclo natural y una vez que se extinguen no hay manera de recuperarlos”, advirtió.

“Este glaciar es parte del patrimonio natural de Veracruz y se está muriendo y ¿saben a quién le importa? A nadie”, lamentó el académico, quien reconoció que las acciones gubernamentales no están respondiendo a la gravedad del tema, aunque se cuente con información científica.

UV/David Sandoval