Alicia Medea Herrerías Muñoz, antropóloga adscrita al Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, mencionó que según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que presenta un mayor número de embarazos en adolescentes.

“De cada mil nacimientos, 64 bebés tienen padres de entre 15 y 19 años de edad, mientras que otros países como Suiza, en la misma cantidad de alumbramientos tan sólo cuatro bebés tienen padres en este rango de edad”, compartió.

Alicia Herrerías impartió la ponencia “El embarazo adolescente: un problema de desigualdad y violencia contra las mujeres”, el 12 de abril en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV), como parte del 1er Coloquio Nacional “Historia de las mujeres, los géneros y las sexualidades. Reflexiones desde las humanidades”, realizado por la Facultad de Historia.

La antropóloga afirmó que en muchas poblaciones de México una mujer muy joven pero que ya es madre, es mejor valorada que las mujeres mayores sin hijos.

Destacó que el vínculo entre la vida sexual y reproductiva de las mujeres mexicanas es sumamente fuerte y que continua enmarcado por relaciones conyugales.

Herrerías Muñoz explicó que como las sociedades occidentales son herederas de la tradición judeocristiana, las valoraciones y concepciones de la sexualidad rigen un sistema sexual basado en el matrimonio religioso, como espacio legítimo para tener relaciones sexuales con objetivos enteramente reproductivos.

Manifestó que en el país la mayoría de las mujeres adolescentes no están en condiciones para negociar el uso de preservativos, aun y cuando la pareja no se oponga, debido a la socialización de los estereotipos de género y al amor romántico que forma parte de la identidad femenina.

“Las adolescentes sí tienen un proyecto de vida, pero se centra en formar una familia ya que las obligan a ello, y así a cumplir con las normas sociales.”

La antropóloga declaró que es indispensable abordar el embarazo adolescente no tan sólo desde el ámbito de la psicología, pues no es un tema exclusivo de salud, también corresponde a ciencias sociales como la sociología y la antropología.

“La sociedad debe buscar nuevas alternativas y trabajar en nuevos modelos de prevención de embarazo adolescente, debido a que los métodos utilizados hasta el momento no han dado resultados”, concluyó.

Carlos Hugo Hermida Rosales/Prensa UV

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