De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, una de cada seis personas en el mundo fallece a causa de cáncer; cerca del setenta por ciento de muertes por este padecimiento se producen en países de medianos o bajos ingresos, lamentablemente solo el treinta por ciento de estas naciones tiene la posibilidad de ofrecer tratamiento gratuito a quienes sufren esta terrible enfermedad.

En nuestro país, el panorama no es alentador, el cáncer es la tercera causa de muerte, solo después de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

De acuerdo con cifras del INEGI la principal causa de muerte relacionada con tumores malignos en mujeres de más de veinte años es el cáncer de mama, aunque es necesario hacer conciencia de que este padecimiento no es exclusivo del sexo femenino, ya que también afecta a los hombres, aunque en un porcentaje menor.

Ante esta alarmante situación, en nuestro país se han implementado programas de prevención y control que tienen por objeto detectar de manera temprana este tipo de cáncer, además de brindar seguimiento y tratamiento gratuito a los pacientes.

Se ha demostrado que las personas que son detectadas en etapa inicial, tienen grandes posibilidades de ganar la batalla, lamentablemente el sesenta por ciento de los casos son detectados en una etapa avanzada, por lo que la concientización se ha convertido en una de las principales consignas en la lucha contra la enfermedad.

Como parte de las campañas de sensibilización implementadas a nivel internacional, octubre ha sido considerado por la Organización Mundial de la Salud, como el mes de la sensibilización del cáncer de mama, por ello en este periodo se intensifican a nivel mundial las campañas de prevención y diagnóstico, utilizando como símbolo un listón o moño rosa.

Este listón fue utilizado por primera vez en el año de 1991, durante una carrera organizada por la Fundación Susan G. Komen en la ciudad de New York, en la cual se obsequió a los participantes como muestra de apoyo a los sobrevivientes de esta enfermedad, a partir de este acontecimiento fue adoptado internacionalmente como símbolo de la lucha contra el cáncer de mama.

Sin embargo, la batalla debe ir más allá de los símbolos y los colores, las estrategias de concientización, prevención y diagnostico deben ser permanentes y la conciencia de gravedad de la enfermedad debe ser motivo para evitar situaciones que pongan en peligro nuestra salud, cuidando nuestros hábitos alimenticios, evitando el consumo de cigarro y alcohol y practicando ejercicio de manera frecuente.

El cáncer de mama puede ser prevenible, controlable y curable, informarnos sobre los factores y conductas de riesgo es fundamental para la prevención y conocer los signos y síntomas es pieza clave en la detección.