En esta parte final de la conversación, Maritza Montero habla de sus experiencias en México, desde 1994, cuando hizo una gira con la orquesta del Tropicana, hasta los últimos seis años, en los que ha vivido en aquí. Hace también una serie de apreciaciones sobre el bolero, el género que ama, cultiva y preserva.

Lindo y querido

México lo recorrí completo en el 94 con Tropicana, desde el Degollado [Guadalajara], hasta [Baja] California, Tijuana, Coatzacoalcos, Villahermosa, Hermosillo. Viajamos durante tres meses en tres camiones, uno de orquesta, uno de bailarines, otro de cantantes, por todo México con mucho calor y lluvia y de todo, pero fue bonito.
Hace seis años fui a León, Guanajuato, con una orquesta que ya se desintegró, se llamaba Sabor Habana, y desde entonces estoy aquí. Vivo en León pero voy a diferentes lugares, a Irapuato, a Querétaro, a cantar en restaurantes, hoteles y otros lugares. También he estado en festivales en Mazatlán y próximamente voy a ir a cantar a Durango.
Esta es la tercera vez que vengo a cantar aquí con la Xalli [Big Band]. La primera vez fue en el Teatro del Estado. El año pasado, en noviembre, canté con ellos en la Sala Tlaqná y me dieron un reconocimiento que tengo puesto en un lugar bien preciado para mí porque me encantó. Esta es la tercera vez que me invitan y, claro, para mí es un placer porque la Xalli es una orquesta muy buena, tiene un gran prestigio y agradezco a la Universidad Veracruzana que tenga esa deferencia conmigo porque aquí en México hay muchas cantantes y que me inviten a mí es algo que valoro mucho.

Dos almas que, en el mundo, ha unido Dios

En Leyendas.COM canté guarachas y sones, y en Tropicana se hace una revista musical y tuve que cantar mambo, chachachá, guarachas, danzones, sones, actualmente hago cosas de autores más modernos como Joaquín Sabina y Alejandro Sanz pero realmente estoy más enfocada al bolero porque es lo que me gusta, porque es lo que me identifica, quizá por un asunto generacional porque viví esa etapa linda, y también creo que el color de mi voz se da para bolerear y transmitir una emoción a esa persona que me está oyendo.
En mi repertorio tengo muchos boleros mexicanos: Álvaro Carrillo, Vicente Garrido, Roberto Cantoral, por supuesto Agustín Lara, desde Noche de ronda, Mi rival, Solamente una vez. Tengo también cosas de Manzanero, que no lo veo como un bolerista pero llevas sus canciones al ritmo del bolero y son bien bonitas. También tengo cosas de José Alfredo, Ema Valdelamar, Consuelo Velázquez, y de los más actuales tengo cosas de Fato que me gustan mucho, es veracruzano.
A veces canto un bolero y no sé muy bien si es cubano o mexicano porque México, a través de la historia, ha estado muy enlazado con la música cubana, y la música de Cuba, siempre ha estado enlazada con la de México. La trova tradicional cubana se parece mucho a la trova de Veracruz.
Estoy muy contenta porque tengo el proyecto de grabar dos discos, uno con Raúl [Gutiérrez] de boleros mexicanos, cubanos y uno panameño, La historia de un amor, espero que salga pronto. El otro es con un excelente músico cubano, Pedro Luis Martínez, también es un disco de boleros porque soy un poco defensora de este género y quiero que no muera, quiero que las generaciones actuales y las que están por venir lleguen a conocer el bolero como tal. Como son dos músicos diferentes, van a tener dos enfoques diferentes.

Un alma como la mía

A veces canto en lugares en los que hay gente muy joven pero tengo la satisfacción de que cuando termino de cantar, esos jóvenes se acercan y me dicen señora, qué lindo canta usted, por eso digo que el bolero no ha muerto.
A pesar de que a veces me siento mal, cuando voy a cantar, voy a conquistarte bajo cualquier condición, a mover un sentimiento, aunque no sea favorable a mí pero tengo que mover un sentimiento. Cada vez que me siento a cantar o que me paro en un lugar, ése es mi objetivo, mover un sentimiento tuyo, el que sea, si es bueno, pues claro que me agrada pero si no, también, algo tuviste que pensar de mí, algo tuviste que sentir de mí.
Eso lo aprendí con el tiempo, fíjate que a veces yo cantaba en algún lugar (sobre todo me pasaba eso cuando cantaba con un grupo) y veía a alguien con una cara extraña y eso como que me cortaba pero no sé cuándo pasó o cómo fue pero yo dije no, cuando tú me estás mirando y yo veo que hay algo que no te gusta, es cuando más me enfoco en ti y tienes que sentir algo por mí, no sé, quizás odio, quizás amor, quizás respeto, algún sentimiento tengo que provocarte y eso solo se logra con entrega
A veces estoy deprimida porque estoy sola aquí o porque me pasó algo o algo no me salió bien, como nos pasa a todos, y voy desanimada pero cuando llego y me siento o me paro donde voy a cantar, surge una magia y cambio. Empiezo a cantar con mis ovarios (risas) y de ahí va subiendo a mis vísceras, a mi corazón y ya sale, así es como lo logro.
Ya con 60 años he vivido tantas cosas, lindas y feas y bonitas y asombrosas y espectaculares, que también doy mi experiencia porque creo que estamos viviendo tiempos muy difíciles donde el amor y la consideración y la amistad a veces no fluyen como deben de fluir, cada persona ama a su manera y yo entiendo pero hay cosas elementales y entonces siempre trato de dar un mensaje de amor y de vida.

Me sobra mucho, pero mucho corazón

Me pasó una cosa muy interesante en León: un amigo médico, Pepe, me dice que tenía una señora que quería oír una canción pero en vivo, esa persona ya estaba en fase terminal y yo le dije pues vamos a cantársela. Se la canté a capela y ella estuvo tan contenta, entonces he querido hacer un proyecto para ir a cantarle a personas en fase terminal pero, claro, necesitaría un apoyo, no monetario sino que me ayude a ver cómo canalizo eso. La música hace tanto bien al alma y a la vida que tengo que hacer algo para que la música ayude a la gente.
Y nada, siempre abierta a cualquier tipo de proyectos, tengo en mi mente tantas cosas bonitas que se pueden hacer, cosas interesantes, cosas nuevas, sobre todo, no dejar morir la música cubana, que yo creo que es como una responsabilidad una vez que te dedicas a esto, y también defender la música mexicana porque, como quiera que sea, ya México es como si fuera mi segunda patria, el 26 de mayo cumplo seis años viviendo aquí. Y así, a pesar de mis 60 años tengo muchos proyectos que quizá poquito a poco los pueda hacer.

PRIMERA PARTE: Creer en los sueños
SEGUNDA PARTE: Lo que me tiene extasiada
VER TAMBIÉN: Conversación con Maritza Montero │ Avance



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