• ¿Qué culpa tiene Maritza Montero de ese sabor?

Nació en La Habana y creció al lado del viejo radio de madera que inspiraba a su padre a tocar su violín en las tardes de domingo y fue arrullada por las canciones que cantaba su madre cuando lavaba ropa y que coreaban ella y sus hermanas.

Nació con la jiribilla por dentro, desde muy pequeña cantaba y bailaba, y en la primaria la reprendían porque en cualquier momento armaba la fiesta en el salón de clases bailando el mozambique -el ritmo que inventó Pello el Afrokán- o imitando la voz de Ignacio, el cantante principal de Los Zafiros.

  • ¿Qué culpa tiene de haber sentido la nostálgica alegría de las olas cuando viajó a la Unión Soviética?

Aunque fue a estudiar ingeniería, allá se reunió con un muchacho ruso y cinco cubanos y formaron un grupo que recorrió todas las repúblicas soviéticas con la música cubana como estandarte.

  • ¿Qué culpa tiene Maritza de que, alguna vez, una guitarra soñadora le haya hecho el amor bajo la luna trovadora?

A su regreso de la URSS, en 1982, se volvió asistente asidua a la casa de San Lázaro 20 en la que era acompañada por el guitarrista Lázaro Cárdenas. «Ahí se cantaba puro feeling -recuerda. Cuando eres joven, eres como una esponjita, se te va pegando todo y se me pegó esa forma de cantar, más que de cantar, de decir el bolero, de mover emociones, cualquier emoción».

  • ¿Qué culpa tiene de ese tambor que golpea su vida sin clemencia?

En 1989 debutó profesionalmente como cantante de la Orquesta Sonoridad que dirigía Ricardo Trillo. En 1991, se integró al elenco del cabaret Tropicana, uno de los más famosos del mundo, ahí formó parte de la Banda Meteoro y trabajó con los más prestigiados directores de la isla: Guanari Amuedo, Tomás Morales y Santiago Alfonso. Durante dos décadas, viajó con ese espectáculo por todo el mundo.

  • ¿Qué culpa tiene de haber sido, en uno que otro amanecer, la aurora?

Ganó dos veces el concurso cubano Bolero de Oro. Fue parte del cuarteto Las D’Aida, ha cantado con la Orquesta Aragón, Frank Emilio, Los Papines, Omara Potuondo, Teresa García Caturla, Ibrahim Ferrer, Sierra Maestra, Beatriz Márquez, Guajiro Mirabal, Sexteto Turquino, Charanga Habana All Stars, Tito Junco, Policarpio Tamayo, Tony Leal, La Masiel, Ela Calvo, Isolina Carrillo, Caridad Cuervo, La Falsa Orquesta Cubana de Mazatlán, Xalli Big Band de Xalapa, Félix Baloy, Emilio Morales, Pedro Coto, Amelia Ruiz, Ricardo Montaner, Joaquín Sabina, Francisco Céspedes y ocasionalmente con Oscar de León.

  • ¿Qué culpa tiene de amar la blanca libertad de las palomas?

En 1994, recorrió todo México con el espectáculo del Tropicana. En 2011 llegó a León, Guanajuato, con la orquesta Sabor Habana, aunque la orquesta desapareció, el contrato de Maritza ha seguido vigente y desde entonces ha radicado en nuestro país. Además de sus actuaciones en León, se ha presentado en restaurantes, hoteles, festivales y conciertos en Irapuato, Querétaro, Mazatlán, Durango y Xalapa.

  • ¿Qué culpa tiene de sudar el sol de su interior?

Aunque la diversidad de agrupaciones en las que ha colaborado la han llevado a cantar guaracha, son, rumba, balada, canción y otros géneros en los que se desenvuelve con soltura y solvencia, su corazón está habitado por el bolero.

«Cuando voy a cantar -confiesa-, voy a conquistarte bajo cualquier condición, a mover un sentimiento, aunque no sea favorable a mí pero tengo que mover un sentimiento. A veces estoy deprimida porque estoy sola aquí o porque me pasó algo o algo no me salió bien, como nos pasa a todos, y voy desanimada, pero cuando llego y me siento o me paro donde voy a cantar, surge una magia y cambio. Empiezo a cantar con mis ovarios (risas) y de ahí va subiendo a mis vísceras, a mi corazón y ya sale, así es como lo logro. Siempre trato de dar un mensaje de amor y de vida».

  • ¿Qué culpa tiene Maritza de que su sangre suba? ¿Qué culpa tiene de haber nacido en Cuba?


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