Manuel Rui Alves Monteiro, escritor y luchador social angoleño, declaró que admira la forma en que la cultura mexicana logró mantener su ancestralidad a través de su comida, arte y música.

“Antes que llegaran los invasores españoles, en México existían culturas muy fuertes de las cuales se logró rescatar parte de su conocimiento ancestral”, enunció.

El escritor, quien fue el primer representante de Angola ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), presentó el libro Sobre un comba y otros cuentos, el 28 de noviembre en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV).

La obra contiene una selección de relatos ambientados en el periodo previo a la independencia de Angola, el de guerra civil y la década de 1990. Fue publicada por la Editorial de la UV.

En la presentación de este texto el escritor estuvo acompañado por Mirian Adriana Paredes Tavera, académica investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mientras que la moderación corrió a cargo de Silverio Sánchez Rodríguez, editor de la Dirección General Editorial de la UV.

Manuel Rui expresó que con este libro continúa con su labor de llevar la palabra escrita para que los lectores la lean y puedan reinterpretarla.

Declaró que la literatura es la continuación de aquello que se decía cantando, y suplió a aquellos trovadores que viajaban de tierra en tierra y contaban historias.

“La literatura siempre se relaciona con la imaginación, aunque muchas veces la realidad supera a lo imaginado y lo trasciende”, afirmó.

Enunció que la literatura es una herramienta válida para conocer los acontecimientos ocurridos en el pasado, ya que la historia se la apropiaron los países que en algún momento fueron imperios mundiales.

Comentó que la historia oficial fue escrita por eruditos que viajaban en barco y que debían escribir aquello que los gobernantes deseaban leer.

“A las invasiones les llamaron encuentros y descubrimientos, y bajo esta premisa miembros de culturas como la angoleña y la azteca son seres descubiertos. Lo único que los imperios descubrieron fueron rutas comerciales para enriquecerse.”

El escritor aseveró que por mucho tiempo las civilizaciones del norte despreciaron la sabiduría del sur, y que es hasta la actualidad que se le ha dado importancia a la “ecología de los saberes”.

“En mi país cuando los animales enferman buscan marihuana para comer, mucho antes que las potencias mundiales descubrieran que tenía propiedades medicinales”, enfatizó.

Mirian Paredes comentó que con los relatos incluidos en esta obra como “El maniquí y el piano” y “El espantapájaros”, el escritor trasciende las fronteras internacionales.

La investigadora aplaudió el que la UV haya brindado apoyo para publicar este libro, ya que la cultura de la literatura africana no llega a México tan fácilmente.

“Este libro es una joya cultural ya que muestra la riqueza de la literatura angoleña”, declaró.

Carlos Hugo Hermida Rosales/Prensa UV