Mike Moreno, el guitarrista texano que estuvo en el V Festival JazzUV, cerró el año pasado con una novedad discográfica, Lotus, su quinta producción como líder, una colección de nueve temas originales, concebidos para cuarteto, que conforman una perfecta unidad.

Los músicos que convocó para que dieran vida a sus partituras, son viejos amigos suyos; el pianista Aaron Parks, conocido principalmente por su trabajo al lado de Terence Blanchard, el bajista Doug Weiss a quien trajo a Xalapa para su presentación y el baterista Eric Harland, otro de los talentos de su generación.

En una reseña del disco, Jay Harvey sostiene que en cierto tipo de jazz existe la necesidad de «hablar pausado» y que este tipo de música es el ideal para «el oyente que quiere prestar atención a lo que se está tocando, en lugar de hacer otra cosa mientras se está relajando».Lotus

Efectivamente, se trata de música sin alardes ni derroches de virtuosismo, los acompañantes proveen al baterista de los ingredientes necesarios para pronunciar un discurso en el que no hay redundancias ni tautologías sino solamente las palabras necesarias, aquellas de las que no se puede prescindir sin que esto implique que no existan tensiones ni multiplicidad de texturas.

La mesura de los solos, los unísonos entre guitarra y piano, la discreción del contrabajo y la musicalidad de la batería hacen de Lotus un disco que invita a la escucha atenta y reiterada, a la degustación serena como la que se hace con los buenos vinos.

«Mike Moreno es un compositor magistral, con un sentido de sofisticación que desmiente su edad, y un improvisador extraordinario» ha escrito Andrew Lienhard y este disco le da la razón. Sobriedad y elegancia, sabor dulce y delicado son las virtudes de esta música que va penetrando lentamente por los poros y se instala en las regiones donde habitan la serenidad y la paz.

Jay Harvey cierra su reseña diciendo:

«No estoy seguro por qué la publicidad para ‹Lotus› siente la necesidad de pregonar el CD como ‹la música más honesta de Moreno a la fecha›. Normalmente me gusta pensar que la honestidad de un músico en su música puede ser asumida. Pero supongo que es solo otra manera de decir que una perfecta adecuación entre lo que impulsa a un compositor-ejecutante a crear y sus resultados en la publicación de una grabación del ensamble es relativamente rara. Si otras influencias persisten en el resultado, sin embargo, esto no es ningún signo de falta de honradez. Es solamente que de vez en cuando todo aquel background acorta la distancia, y algo puro y autónomo surge. Esto es que pasa en ‹Lotus›».

Lotus es una buena opción para enfrentar los embates del invierno que obligan a la reclusión y la reflexión, para empezar el año con ambos pies, para proveerse de dicha y sosiego.

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