La empresa pertenece al Grupo Chedraui.

Su Director General es Sergio Chedraui.

«Consupago» es una Sofom (Sociedad Financiera de Objeto Múltiple), o sea, es una entidad financiera que, a través de la obtención de recursos mediante el fondeo en instituciones financieras y/o emisiones públicas de deuda, otorga crédito al público de diversos sectores y realiza operaciones de arrendamiento financiero y factoraje financiero.

Algo muy importante es que una Sofom no puede captar recursos del público y, por lo tanto, no requiere de la autorización del gobierno federal para constituirse.

Esta empresa del Grupo Chedraui, cuyo primer producto fue el servicio de crédito «Paguitos» es señalada por el SNTE de coludirse con Miguel Ángel Yunes Linares cuando era Director General del ISSSTE, para ofrecer a los empleados de esa institución y a los derechohabientes, créditos que serían descontados de forma directa de la nómina.

Hasta ahí no existe ninguna irregularidad. Son muchas las empresas que operan de esa forma pues tienen un mercado cautivo.

El problema es que, según la Sección 32 del SNTE, Yunes Linares recibía del Grupo Chedraui una «comisión» (en la jerga política se les conoce como «moches») por cada crédito gestionado.

El comunicado de la sección sindical menciona que presentó denuncia contra Miguel Ángel Yunes ante la PGR por la probable comisión de los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, toda vez que para recibir las «comisiones» que le cobraba al Grupo Chedraui, utilizó tres empresas que son propiedad de la familia Yunes:

«Cobranza y Recuperación» en la que aparecen como socios su esposa Leticia Isabel Márquez Mora, y sus tres hijos, Miguel Ángel, Fernando y Omar. «Corporate Lincage», en la que figura el propio Yunes Linares, además como administrador, lo mismo que su esposa y sus hijos Miguel Ángel y Omar, y por último «Intermediación Corporativa», con Yunes Linares como administrador y sus hijos Miguel Ángel y Omar como socios.

La denuncia menciona que para cubrir las «comisiones» la empresa Consupago, del Grupo Chedraui, acordó con el entonces director del ISSSTE «elevadas tasas de interés de los créditos», con lo que afectaron de forma directa el patrimonio de los empleados del ISSSTE y de los derechohabientes.

Suena irónico que la empresa financiera en mención (Consupago, del Grupo Chedraui) presenta en su portal un Código de Ética y Conducta, que entre otras cosas establece: «Está prohibido otorgar por parte del Grupo, pagos, regalos, préstamos, donativos, concesiones especiales o servicios a cualquier partido, comité político, candidato o poseedor de un cargo político (responsabilidad otorgada a una persona con poder de decisión en el gobierno); éstos serán permitidos solo cuando las leyes lo consideren legal y dentro del presupuesto de operación que el Grupo haya establecido».

Además enfatiza: «El Grupo se opone a la corrupción y al soborno, y no admite ni permite prácticas cuyo fin sea hacer negocios a través de medios indebidos».

Está claro que esta denuncia forma parte de la guerra de lodo que sostienen -a pesar de que ya concluyó la etapa electoral- Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, pero así como los bienes que se señalan como propiedad del Gobernador en funciones, o la fortuna que se le atribuye al Gobernador electo, este señalamiento del sindicato magisterial debe ser investigado a fondo, caiga quien caiga.

Esto parece confirmar lo que decía Honoré de Balzac, aquel novelista y dramaturgo francés: “Detrás de cada gran fortuna hay un delito”.

 

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