Derivado de las revisiones a la Cuenta Pública, desde hace meses el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz, ORFIS, inició un proceso para notificar a los exfuncionarios municipales y estatales sobre las observaciones por presuntas irregularidades.

El tema, además de notificarse a los exfuncionarios involucrados, también ha estado vigente en la página de internet del órgano auditor, que en abril y mayo informó que “la Dirección General de Asuntos Jurídicos del ORFIS “se encuentra notificando a los entes municipales, respecto a los pliegos de observaciones derivadas de las revisiones a las Cuentas Públicas”.

No es un tema menor, dado que se trata de personas que aparecen como responsables del manejo de los recursos públicos durante el citado año.

El problema es que algunos de los ex funcionarios públicos simplemente no aparecen, debido a que cambiaron domicilio.

De manera extraoficial ha trascendido que en esa situación se encuentran 44 ex funcionarios del gobierno del Estado, que estuvieron en funciones durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes.

Entre los exfuncionarios hay cuatro integrantes de dicho gabinete: los ex secretarios de Salud, Trabajo, Desarrollo Económico y Contraloría, por lo que a través de un edicto, el ORFIS emitió la cita correspondiente.

El problema es que los exfuncionarios no están localizables, a pesar de que la ley establece que tendrían que estar en posibilidad de responder a las citas durante un año; lo peor es que ni siquiera responden a las llamadas.

Debido a ello, el ORFIS publicó en la Gaceta Oficial del Estado esas observaciones, así como las citas que no han sido atendidas por los exfuncionarios, quienes parecen no preocuparse, a pesar de que podrían enfrentar serios problemas, al no atender el llamado del órgano auditor.

Tiempos de deudas y reestructuras

A principios de julio, la agencia calificadora Moody’s subió las calificaciones de emisor en el Estado de Veracruz y la evaluación de crédito base, afirmando con ello la perspectiva estable para el estado y sus finanzas, debido a que “las prácticas de administración y Gobierno de Veracruz han mejorado, lo que resulta en el fortalecimiento de la administración y el perfil de liquidez.”

En su informe, la calificadora reconoció una mayor transparencia en la presentación de estados financieros más confiables, tema en el que por cierto, el ORFIS ha sido muy escrupuloso.

Tres semanas después se publicó un estudio en el que nuevamente Moody’s menciona a Veracruz, aunque esta vez entre las siete entidades peor evaluadas debido a que presentan una baja confiabilidad, transparencia e integridad en sus estados financieros, señalando que los estados y municipios deben reportar todas sus obligaciones de deuda.

Curiosamente, esa información se dio de manera simultánea al anuncio hecho por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y por el titular de SEFIPLAN, José Luis Lima Franco acerca de proponer una reestructuración de la deuda pública del estado.

Con detalle, el encargado de las finanzas en el estado ha explicado que todo el ahorro de recursos que obtenga por concepto de la reestructuración de la deuda pública será aplicado en inversión productiva en salud, educación, campo y carreteras, proyectando que en los próximos 12 años el ahorro podría alcanzar los 4 mil 600 millones de pesos.

Esto significa un beneficio a largo plazo, y no sólo para un periodo de dos años, como se hizo durante el pasado bienio gubernamental.

Aquí se inscribe el rol que el ORFIS también tiene en el debate del tema pues en voz de su titular, Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, ya otorgó el aval a la propuesta hecha por el Ejecutivo estatal considerando que actualmente las condiciones del mercado financiero son más favorables para el estado y esto debe ser aprovechado por el gobierno estatal para que los ahorros que se alcancen sean utilizados en el bienestar de la sociedad veracruzana.

Con claridad, el auditor estatal anunció la próxima presentación de un informe del proceso de reestructuración de la deuda pública que emprendió el anterior gobierno estatal, cuyos registros revelarán si los recursos de la deuda se usaron de conformidad a los fines para los cuales fue contratada.

Son tiempos de deudas, renegociaciones, de rendición y ajustes de cuentas. @luisromero85