En esta última parte de la conversación, Sonia Nieto Barcelata habla de su llegada a Xalapa, de su incursión en la orfebrería, y hace una serie de reflexiones en torno a su relación con la plástica y con el arte en general.

El aroma del café

En el 98, por cuestiones de salud de mi mamá y en busca de un mejor lugar para vivir, ya que la Ciudad de México se había puesto sumamente peligrosa y el tráfico estaba cada día peor, aprovechando que mi papá se había jubilado, después de ver varias opciones decidieron venirse a vivir a Xalapa. Años atrás habían venido y les había encantado, además de que surgió una oportunidad de trabajo para mi papá.
Venía seguido con mi familia a visitarlos y desde la primera vez nos encantó la ciudad, la vegetación, el aroma a café, las flores —todo eso me sigue seduciendo, por eso sigo aquí—. Adquirimos un terreno con vistas a venirnos algún día porque ya estábamos un poco cansados de vivir en México, sobre todo yo. Un día íbamos por el periférico, llovió y se inundó y estuvimos tres horas ahí, le dije al papá de mis hijos ¿sabes qué?, creo que esto no es vida, yo no quiero esto para mí, es mi ciudad y la amo, pero la verdad no es vida, ya no resisto. Él trabajaba en el área de cocinas industriales y empezó a ver la posibilidad de que lo enviaran acá, su jefe le dijo pues vete a vivir a Veracruz, y resulto ser en Xalapa. Así fue como llegué acá en el 2002

La pasión del fuego

En el 2004, un día mi papá vio un anuncio en el Diario de Xalapa y me dijo mira, hija, están dando clases de orfebrería. El maestro era José Luis Gómez Lima, me metí a su taller y nos enseñó a hacer desde la aleación de la plata con el cobre para que quede a .925, que es la aleación idónea para su trabajo y la más comercial. Nos enseñó a hacer placa, alambre, después a calar y a soldar. Hice unos trabajos que me encantaron, inclusive algunos los conservo y no los pienso vender porque son parte de mi historia, de mi colección privada.
Meses después, el maestro Luis se organizó con mi amiga Patricia Espino Barros, ceramista, para dar, en su taller de la Pitaya, técnicas ancestrales de fundición a la cera perdida, en el que nos enseñó a hacerlo de una forma muy rudimentaria, ya no en un horno eléctrico y ni siquiera en un horno de gas, sino que el maestro armó un hornito con tabiques refractarios, poníamos el soplete de gas casi directamente al cubilete y ejercíamos la fuerza centrífuga por medio de una simple lata de atún con alambres de ganchos de ropa y una cadena sujeta a un pequeño palo de escoba. «La onda». Fue muy emocionante ver cómo surgían las pequeñas piezas de plata mediante ese proceso.

Liberaciones

La orfebrería es hermosa y me conquistó por muchos años, y creía que para mí era igual de intenso hacer orfebrería que pintura, pero no, hace poco me di cuenta de que la pintura me da mucho más, me nutre más, me deja liberar más, inclusive quiero hacer una exposición que creo que voy a llamar Liberaciones múltiples porque tengo la necesidad de liberarme en lo colectivo y en lo individual, como ya te había comentado antes, pero también estoy en una reflexión constante sobre mi propuesta pictórica hacia nuevos encuentros de figuración y su transición a la desfiguración, que es algo que de siempre he deseado conseguir de una manera que me deje realmente satisfecha y liberada, y sigo en la búsqueda de ello.
Con la abstracción, de entrada, se inicia ese viaje liberador, pero al mismo tiempo lo percibo como mucho más comprometedor ya que partes, verdaderamente, de tus emociones más profundas y sutiles.
No creo mucho en esos artistas que se enfrascan en una misma propuesta plástica por años, puede ser que lo hagan porque ya son reconocidos con ese estilo y les es más cómodo seguir así, realmente no lo sé.
Como individuos, y como todo en este universo, nos encontramos en contaste cambio, nada es estático, entonces considero que si eres auténtico y sensible a tus inquietudes, sentimientos y emociones, siempre se revelará en tu obra.

Las maneras de decir

Cuando empecé con mi propuesta personal pictórica, como te platiqué anteriormente, inicié con pastel seco, luego pasé a la acuarela y después al acrílico; las primeras veces con acrílico era un batidillo y me empezó a fascinar, dije el acrílico es una divinidad. Para mí, el acrílico tiene más versatilidad que el óleo porque lo puedes manejar acuareleado, lo puedes manejar pastoso, le puedes dar textura y es el que se presta más a técnicas mixtas porque, como no es grasoso, le puedes poner el óleo encima, algo que no puedes hacer a la inversa.
Cuando estábamos pintando la casa, un día me molesté con el trabajador porque dejó la lata abierta y le dije qué bárbaro, ¿cómo es que deja abierta la pintura?, se hace nata y se desperdicia
Después se lo agradecí (risas) porque me puse a trabajar con la nata y me encantó «mi descubrimiento» porque creo texturas muy diversas e inclusive la corto para hacer dijes; le llamo pintura sobre pintura.
El óleo también me gusta mucho pero a veces me frena en ciertos trazos, por eso opto, a veces, por el acrílico, pero últimamente he utilizado mucho el óleo sobre madera, ya sea imprimada o sin imprimar.

Libertad y seducción

La abstracción es el resultado de esa libertad
y seducción que solo puede provenir del subconsciente
(Sonia Nieto Barcelata)

Cuando estoy pintando, he tenido momentos equiparables a una sensación orgásmica, es muy sensual y seductor. Hay momentos en los que hay una conexión muy fuerte —tanto táctil como sensorial—, es complejo describirlo pero me llegan sensaciones muy bellas que se revelan en intensas emociones al grado de llorar de alegría.
Hay momentos en los que he tenido una idea previa de una pintura, pero conforme voy plasmando los colores y las texturas empiezo a notar cómo se va transformando la idea preconcebida; en ocasiones me pregunto: ¿fuerzo los trazos o pinceladas hacia la preconcepción o continúo hacia el descubrir de una nueva realidad que me depare mi ser interior?, porque es en el momento mismo del acto creativo cuando accedes naturalmente a estados meditativos de introspección mediante la cual surge tu verdad, tu realidad profunda y sublime. Tu subconsciente se revela, la parte espiritual de tu ser. Es por ello que es tan terapéutico el arte en todos sentidos.

(CONTINÚA)

 

 

PRIMERA PARTE: Experimentaciones y seducciones
SEGUNDA PARTE: El viaje hacia la luz
CUARTA PARTE: Galería

 

 

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