Dado que la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) difícilmente accederá a hablarnos con la verdad en torno a la deuda pública de la entidad, los veracruzanos estamos prestos a dar por válidos los cálculos que se han hecho esta semana en torno a su monto real y que, de resultar ciertos, condenarían a Veracruz a marchar por un larguísimo vía crucis que no solo oscurecería la gestión administrativa del próximo gobierno estatal de dos años sino incluso todo el trayecto del sexenio que ha de continuarle.

La situación financiera, como la de seguridad, parece haberse salido absolutamente de control, y el gobierno estatal ha preferido optar por hacer mutis porque no hay nada bueno qué informar.

Que casi todos los empleados de gobierno cuyos salarios, prestaciones y jubilaciones dependen de la gestión en la Sefiplan tengan que salir a las calles para protestar porque no se les ha depositado en tiempo y forma e, incluso, que el sector más vulnerable, el de pensionados y jubilados, deba enfermar del puro coraje porque o no les depositaron o les entregaron cheques de hule, es que las cosas están que arden.

Cualquiera quisiera pensar que se hace esto para obtener algunos centavos extra por parte de bancos y así considerar una mejor conforme avance el año, pero los números presentados por economistas y políticos opositores no da margen para la esperanza. El problema es que, aunque el gobierno estatal salga a aclarar las cifras, nadie estará en condiciones de creerle.

La Universidad Veracruzana sigue sin ver un peso de la enorme deuda que Javier Duarte de Ochoa se ha negado a reconocer y que, con artimañas, como la supuesta deuda con el IPE, trata de esconder su secretario de Finanzas; lo más terrible es que para este año la dócil Legislatura local aprobó una enorme mordida al ya de por sí carcomido presupuesto universitario, lo que afectará gravemente el futuro de la educación superior y, en época electoral, generará un fuerte movimiento universitario que ya se gesta en redes sociales.

Según el economista Hilario Barcelata, de la UV, en 2015 la deuda estatal cerró en un monto de 95 mil 852 millones de pesos, casi el doble de la deuda recibida por la actual administración, por 50 mil 853 millones. Por desgracia, en lo que resta de su último año, esta deuda podría crecer hasta los 121 mil 979 millones de pesos, debido a nuevos créditos ya autorizados.

Más pesimista se ha mostrado el aspirante a candidato independiente por la gubernatura, Elías Miguel Moreno Brizuela, para quien la deuda que Javier Duarte heredará a los veracruzanos es de 135 mil millones de pesos y, antes de concluir su sexenio en diciembre de este año, aumentará unos 36 mil millones más.

Lo grave de todo esto es que los créditos contratados para paliar la deuda heredada por Fidel Herrera Beltrán, no han servido ni para disminuir la deuda y sí, en cambio, para incrementarla desorbitadamente, ni mucho menos para realizar obra pública que al menos deje un factor positivo a esta administración.

Ya vendrán los juicios sumarios para un gobierno que no ha tenido nada positivo para los veracruzanos.

Las piezas clave de Héctor Yunes

Aunque los Yunes que jugarán la grande en junio (Héctor y Miguel Ángel) tienen sus contrincantes internos para hacer sus rounds de sombra, lo cierto es que ambos caminan sin obstáculos en la conformación de sus equipos políticos.

Tanto uno como otro han decidido ‘luchar’ en contiendas internas, para seguir en el firmamento mediático sin que los castigue el órgano electoral; los otros tres candidatos deben actuar en silencio y con cautela para evitar sanciones porque no deben hacer ruido antes de la campaña electoral.

Por eso, aunque tiene como contrincante a Héctor Herrera Bustamante, Héctor Yunes Landa sigue creando su estructura con sus hombres de confianza.

Uno de ellos es el exalcalde Carlos Rodríguez Velasco, a quien le ha reservado la secretaría de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI, una cartera de la que ha debido extirpar –como si de un tumor se tratara– a Fidel Kuri Grajales, diputado federal y presidente del club Tiburones Rojos, quien había sido impuesto como parte del equipo golpeador armado por Alberto Silva Ramos, El Cisne.

Carlos Rodríguez Velasco todavía se desempeña como subdelegado de Prestaciones Económicas del ISSSTE en Veracruz, donde fue nombrado por otro de los hombres de confianza del próximo candidato priista a la gubernatura, el delegado Renato Alarcón Guevara, quien ha sido visto con mucha cercanía con el choleño.

Cada uno en circunstancias distintas, los dos funcionarios de la delegación del ISSSTE son reconocidos como personas de mucha confianza de Héctor Yunes Landa.

Carlos Rodríguez hace mucho que pica piedra al lado del senador con licencia y se ha sabido mantener con lealtad a su lado aún en circunstancias políticas difíciles, que le han obligado a mantenerse en la sombra de puestos directivos de no mucha monta, primero en la Secretaría de Educación (SEV) y ahora en el ISSSTE.

Renato Alarcón, por su parte, alimenta una amistad que data de hace 12 años cuando Yunes Landa, entonces Subsecretario de Gobierno, lo tenía en la Dirección de Desarrollo Municipal. Este domingo, por ejemplo, el joven xalapeño, delegado del ISSSTE, fue de los pocos que se subieron con el precandidato en su camioneta, al término de la toma de protesta de Amadeo Flores al frente del CDE del PRI, para acudir a reuniones de trabajo privadas.

¿Qué los hace tan cercanos? Renato era parte del equipo político de Héctor Yunes en el sur del estado, donde realizaba tareas encomendadas por el entonces aspirante a la candidatura, que no tenían que ver con la delegación federal y en horarios no laborables. Joven político formado en las entrañas de la fidelidad y el duartismo, Renato ha sabido sin embargo desmarcarse de ambas influencias mediante un trabajo serio en la administración pública.

El ISSSTE le ha servido para demostrar su capacidad de servicio y al menos es uno de los jóvenes que formarían parte de la artillería pesada que le sirve muy bien a Héctor Yunes. Y no es un improvisado: fue Secretario del Ayuntamiento de Xalapa y de ahí estuvo al frente del PRI Municipal de Xalapa en 2012; también fue Secretario de Finanzas del PRI Estatal, además de que ha realizado una excelente gestión a nivel federal en este último año.

Pronto sabremos de más políticos cercanos que habrán de conformar el fuerte equipo que buscará el triunfo del PRI en los comicios del 5 de junio próximo.

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