La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Y no se trata solo de experimentos de laboratorio, sino de chips capaces de aprender, tomar decisiones y actuar después en consecuencia, y que a partir de este mismo año se convertirán en los “cerebros” de muchos de los dispositivos que nos rodean, desde el móvil a los coches, los altavoces, los televisores o las lavadoras. A caballo de esta revolución tecnológica, las capacidades de nuestros gadgets y electrodomésticos se multiplicarán para hacernos, en teoría, la vida más sencilla.

Y la cosa no ha hecho más que empezar. Un grupo de investigadores de la Universidad japonesa de Kyoto, en efecto, acaba de hacer público un experimento en el que, por primera vez, un sistema de inteligencia artificial ha sido capaz de “leer” el pensamiento de las personas.

El “truco” consistió en mostrar a tres voluntarios 25 fotografías diferentes mientras un escáner registraba toda su actividad cerebral. Después, mediante ingeniería inversa, el sistema de IA se basó en esos datos para reconstruir en pantalla una visualización de la imagen. Impresionante, pero la cosa no se detiene aquí.

Los investigadores, en efecto, hablan ya de máquinas capaces de visualizar los sueños, o de la posibilidad de crear arte solo con imaginarlo, o de comunicarnos con las máquinas usando solo el pensamiento.

Con miles de laboratorios en todo el mundo desarrollando la inteligencia artificial, nadie es capaz de predecir hasta dónde podrá llevarnos. Porque aquí, dicen los expertos, el único límite está en la imaginación…

Con información de ABC.es