Prefacio.

Fueron, sin duda, momentos difíciles. Con seguridad este miércoles aún habrá familias angustiadas, luchando por conocer el paradero y la situación de sus seres queridos. *** La naturaleza es implacable y nos ha vuelto a poner a prueba. Mi reconocimiento a los pobladores de la ciudad de México, que a pesar de los momentos de angustia que vivieron, se sobrepusieron para sumarse a las tareas de rescate. Como hace 32 años, sacaron el orgullo, la solidaridad, el sentimiento de colectividad, para ayudar a los afectados. *** En Veracruz, es digno de ser reconocido, las instituciones actuaron a tiempo y de forma correcta. La instrucción del gobernador, de suspender clases la tarde del martes para verificar las condiciones de los inmuebles, fue acertada. Hoy podemos hablar de que Veracruz está en calma y toca lo más importante: Sumarse a las tareas de auxilio de las zonas afectadas. *** No nos olvidemos de Oaxaca y Chiapas, que aún no se reponen de la sacudida del pasado 7 de septiembre. *** Hoy nos toca ayudar, como muchas veces ha tocado que nos ayuden.

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Y la bancada panista en el Congreso local finalmente optó por quitarse la careta y mostrarse como lo que es: El instrumento de la política represiva y totalitaria del gobernador.

Diez meses fueron suficientes para que Sergio Hernández Hernández, el coordinador de los legisladores del PAN, asumiera que lo suyo no es la negociación, lo suyo no es la operación política, y que para cumplir cabalmente con las instrucciones de su jefe político, no le queda otro camino que hacer uso de esa mayoría conseguida a base dinero, de prebendas y hasta de amenazas.

No son caprichos de las bancadas del PRI y de Morena sus exigencias de respeto a la Ley y a los acuerdos legislativos. Sujetar el control de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) al número de diputados que se hayan conseguido a la mitad del período legislativo, es suponer que si el día de mañana dos de sus legisladores deciden abandonar la bancada, tendrían que retornar al acuerdo original.

En las urnas, a través de la voluntad de los veracruzanos y con la suma de la representación proporcional, el Partido Acción Nacional no alcanzó el número de diputados que se requería para presidir la Jucopo los dos años. Sin embargo, ya en funciones y con el respaldo de un gobierno estatal emanado también del PAN, se compraron voluntades para alcanzar la cifra mágica, lo que (en su muy personal interpretación de la Ley) les permite mantener el control administrativo del Congreso local, lo que no es poca cosa.

Carlos “Chico” Fuentes seguirá siendo el administrador y le seguirá pagando fiestas, alcohol, drogas y mujeres a su jefe Sergio Hernández.

El Artículo 31 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, sin embargo, es muy precisa al respecto: “Para los efectos de la instalación de la Junta y la determinación de su presidente, el número de diputados integrantes de los Grupos Legislativos se computará con base en el que corresponda exclusivamente a cada partido al momento de iniciar sus funciones la Legislatura, sin incluir a diputados provenientes de otros partidos, aunque hubieren renunciado a éstos de manera previa”.

No quisieron entenderlo.

Y no sólo eso. El estilo bravucón, peleonero, gandalla de su jefe político, el gobernador, se volvió a manifestar este martes, al momento de instalar la comisión permanente, los panistas se adjudicaron una posición más, para evitar que el rechazo de los diputados del PRI, Morena y Juntos por Veracruz les impidiera iniciar la sesión.

Ante la falta de quórum de la sesión, se convocó a un diputado del PAN para que integrará la Diputación Permanente, con lo que se atribuyeron una mayoría que no consiguieron en las urnas.

No hay que perder de vista que ante los recursos jurídicos presentados por el PRI y por Morena, las decisiones que tome la actual Legislatura podrían ser anuladas.

¿Hasta dónde pretenden llegar?

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Epílogo.

¡Están viendo y no ven! Si de algo pide su limosna el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán es de reflectores, y su más odiado enemigo se los concede involucrándolo en un absurdo proceso penal cuyo destino es el bote de la basura. Para colmo, quizá por la presión de su jefe para que el tema tapara el escándalo de la propaganda de “Yunete”, el fiscal actuó con torpeza supina. La respuesta fue simple: Se promovió un amparo de la justicia federal por las fallas en el procedimiento. *** Lo cierto es que para los fines que al actual gobernador buscaba, no importaba en realidad que Fidel Herrera acudiera (si lo hubiera hecho, ya había instrucciones de detenerlo con cualquier pretexto). Fidel Herrera sabe de esto y tomó sus precauciones. *** Pero no iba a dejar pasar tan atractiva oportunidad y buscó al periodista Ciro Gómez Leyva. A micrófono abierto le dijo que acudirá ante las autoridades federales (¿recuerdan cuando el hoy gobernador llevaba todas sus denuncias a la Federación, pues desconfiaba de la justicia local?), y que lo único que puede aportar al tema de los medicamentos clonados es que “no tiene nada que aportar”. Aseguró que durante su gestión no hubo falsas quimioterapias, ni medicamentos clonados y subrayó que el Sistema Penal Acusatorio, garantiza que las fiscalías no sean utilizadas como “instrumentos de persecución política y mucho menos de ajuste de cuentas electorales o de venganzas personales o de odios individuales”. El niño es chillón y lo pellizcan. *** Y como para seguir con los casos absurdos, en la audiencia intermedia en el proceso que se le sigue a Arturo Bermúdez Zurita por presunto enriquecimiento ilícito, justo cuando se desarrollaba el desahogo de pruebas se presentó el sismo, por lo que los presentes abandonaron corriendo la sala… ¡y dejaron solo al procesado! Tuvo que ser la juez Verónica Portilla la que llamara la atención de los custodios para que retornaran al inmueble y sacaran al exsecretario de Seguridad Pública. Para cuando eso sucedió, ya el temblor había cesado.

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