Días inciertos recorren los campos de la política y de la grilla, campos minados en una lucha por el empoderamiento mal entendido, más bien por el ego del poder, el control para controlar a los demás, un mundo simbólico revertido de su propio idealismo, que parece no madurar, en donde no hay reconocimiento de los unos con los otros, no se identifican como correligionarios, con capacidad de acuerdo. Así se encuentra la batalla por las posiciones en la LXV Legislatura en Veracruz. Los legisladores de MoReNa, no encuentran acomodo, disienten y dejan entrever, cada grupo, su propio idealismo, transformándose la unidad, en una denuncia clara y concisa en donde las posiciones son la frivolidad de la lucha consigo mismos, y se olvida el pensamiento social de la llamada cuarta transformación, en cuyo corazón se encuentra la unión de fuerzas para superar las necesidades de este país que se ha desmoronado, precisamente por mantener una constante de este tipo de desacuerdos de la izquierda. La dignidad del poder, es la consciencia colectiva, que es la que espera una mejor actuación de los legisladores, que es en donde se encuentra la fortaleza de la democracia. Estos dramas, despiertan la suspicacia en momentos en que es necesaria la unidad, los acuerdos, los entendimientos, para superar una época mezquina llena de pusilanimidad que sometió a la pobreza y al cansancio a un pueblo, lleno, siempre de esperanza.

Por eso, el 1º de julio, de este 2018, la guillotina de la voluntad electoral, cercenó con fuerza brutal la podredumbre de la corrupción que mantuvo la inseguridad económica y la inestabilidad social durante décadas, siempre pendiendo del precipicio, bajo los intereses coludidos de “la mafia del poder” como los ha definido Andrés Manuel López Obrador.

Es por ello y por el bien del Estado y de este país, la conveniencia, de que el triunfo electoral, no se convierta en tragedia, por el apasionamiento con escenas de lirismo de las palabras, de lo que son los primeros ensayos democráticos, de la democracia. Que haya acuerdos, consensos, para que ya el próximo martes 13, como se ve, el diputado por San Andrés Tuxtla, Juan Javier Gómez Cazarín, presida la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura de Veracruz.

Lo que deben observar los diputados es la necesidad urgente de la revisión de la cuenta pública, una minuciosa auditoría a la propia Legislatura recién concluida, una auscultación profunda a las finanzas del Instituto de Pensiones del Estado-IPE- que se encuentra en estado crítico, que se revise la actuación de Hilario Barcelata Chávez, lenguaraz individuo, que manifestaba en constantes conferencias egocentristas que resolvería la condición económica y estructural del IPE, nada de ello, porque no tiene capacidad, porque el título de “Doctor”, es un título nobiliario académico, es decir carece de capacidad pensante, porque en más de las veces, los pretendidos y pomposos grados académicos dejan de lado la verdadera inteligencia, subestimando la capacidad de reflexión que el sentido común entiende de manera inteligente la solución de los asuntos comunes y los complicados, el señor Barcelata, no tiene esa capacidad. Auditoría Integral al IPE, claman los pensionados, y los que están por pensionarse, claman justicia para la precariedad de sus pensiones, y así, como AMLO ya cumplió retirando las pensiones exorbitantes de los expresidentes, así en Veracruz se les debe de retirar las pensiones altísimas existentes a privilegiados pensionados, que llegan  alcanzar los $100,000 mensuales, y hasta más en varios casos, entre ellos se encuentra Clementina Guerrero, alias tula, entre otros exfuncionarios universitarios del pasado reciente. Justicia es lo que el pueblo quiere, aún a los encubiertos con títulos académicos que de poco sirven a la inteligencia de la Universidad, y que tanto daño causan al pueblo, porque nada aportan para el bien común, al contrario se convierten en unos delincuentes de toga y birrete que les enmascara su verdadera condición.

Sintácticas

Podría ser de Goethe, en estos tiempos, en Fausto:

Meter la mano en plena vida al cajón de los dineros públicos, vivir inconscientes de la consciencia, consumirse en el espectáculo de la frivolidad, para aquellos, que embelesados en sí mismos, se acercan  pronto al barranco de Hinón.

 

De Haruki Murakami, en su libro “De qué hablo cuando hablo de correr” :

Tengo la impresión de que, las peculiaridades de los músculos están ligadas a las de mi mente, de esto, puedo decir, en mi opinión, que cada persona tiene algo así como unas “tendencias generales” de nacimiento y, le gusten o no, es imposible huir de ellas, se pueden regular hasta cierto punto. Pero no cambiar de raíz. La gente las llama naturaleza.

Ida Haendel. En una actuación en Moscú. Introducción Rondo Capriccioso: