Cualquiera pensaría que en el colectivo PAN-PRD, encabezado por el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, existe una especie de premura por comenzar a gobernar, algo que no ocurrirá de manera formal sino hasta dentro de un mes exactamente.

La toma del Palacio de Gobierno por parte de alcaldes de ambos partidos, preámbulo del apoderamiento del icónico edificio, no hace sino colocar en la mente de los veracruzanos la idea de una especie de nerviosismo por llegar a las oficinas estatales.

Y se está dando una especie de punto de quiebre con las instituciones, así estas sean encabezadas por los mismos funcionarios (incluido el gobernador interino) que acompañaron al delincuente prófugo Javier Duarte de Ochoa. Y ello puede llevar a situaciones complicadas: mientras el gobernador electo ha anunciado los integrantes de su equipo de transición y lo ha comunicado oficialmente al gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, los mismos panistas han repetido su petición al gobierno federal para que envíe a un interlocutor.

Este tema, que era necesario mientras se mantenía en el poder un berrinchudo Javier Duarte que evitaba a toda costa cualquier comunicación, parece fuera de tono cuando se han establecido los puentes para lograr que equipos legales de los gobiernos saliente y entrante se sienten a dialogar y a explorar todas las áreas de gobierno que serán entregadas por uno y recibidas por el otro.

¿A qué insistir en que el gobierno federal tenga un papel más protagónico en Veracruz, cuando legalmente no ha habido una declaración de desaparición de poderes, así parezca que vivimos en ese limbo? ¿Qué sentido tiene hacer un carrusel interminable de declaraciones altisonantes por parte de todos los convidados a la toma, pese a que varios de los alcaldes presentes llegaron al poder gracias al apoyo financiero de Fidel Herrera Beltrán?

El tono duro parece que inundará los próximos años a Veracruz. Por un lado, se invita al gobernador Flavino Ríos Alvarado a alcanzar acuerdos (que por otra parte está imposibilitado a firmar, porque las arcas estatales están absolutamente vacías), y por otra le quieren obligar a dialogar en un sitio tomado, donde campea la amenaza de que se le tome de rehén.

También, se le exige que pague los casi 3 mil millones de pesos que el gobierno estatal dejó de entregar a las arcas municipales en todo el estado y, al mismo tiempo, se pide que esos recursos no sean entregados por el gobierno federal, como es la petición de apoyo hecha por el gobernador interino.

La batalla por encabezar la lucha municipal

Lo cierto es que, mientras eso sucedía en Palacio de Gobierno, en el Palacio Municipal se reunían no más de 70 (como había prometido Américo Zúñiga Martínez) pero sí unos 40 acaldes de varios partidos para establecer un documento común dirigido al gobierno estatal en el que se plantean las mismas demandas que las pronunciadas por los del PAN, PRD, MC y PT: en el fondo, que se entreguen los recursos federales que les fueron retenidos a la brevedad.

Por la tarde se reunieron, estos sí, con Flavino Ríos en Casa Veracruz para tratar el tema de los pagos de las participaciones federales. Américo Zúñiga, quien asumió el liderazgo de sus demás colegas, dijo que la presencia de los ediles es para construir mediante el diálogo, pues este no es un tema partidista, sino municipalista.

“No queremos que esto se politice, se partidice, [sino] que se llegue a acuerdos y compromisos institucionales”.

¿Qué lograron? Una promesa más que ya veremos si se cumple. El secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, dijo que habrá un pago próximo este jueves 3 de noviembre para los municipios, de recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social y Municipal (FISM) y del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun). Y coincidieron en la necesidad de que intervenga un representante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como un mediador que negocie con el Gobernador en turno y el electo.

Estos acuerdos no solo beneficiarán a los gobiernos locales priistas sino a todos los demás municipios. Pese a ello, el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, criticó acremente a sus colegas por el hecho de haberse reunido con Flavino, cuando ellos llevan cuatro días de esperar una reunión similar en Palacio de Gobierno.

Se le vio molesto, dijo que “con mesita, mantelito, copitas de agua, comidita”, los alcaldes priistas fueron a “doblar las manitas” con el gobernador interino, reunión a la que se sumaron los senadores Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, para exigir el pago de participaciones federales, lo que no hicieron meses atrás.

“Estamos esperando que venga el cobarde de Flavino Ríos a darnos la cara, y a solucionar nuestros problemas”. Y añadió: “Pepe Yunes y Héctor Yunes también son unos solapadores de Duarte y de Flavino, qué vergüenza tener unos senadores así, solapadores del sistema, tramposos, corruptos”.

Esperemos que pronto baje el tono y Veracruz, con un nuevo gobierno, se encamine a la recuperación de su enorme riqueza perdida.

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