Las detenciones del exgobernador poblano Mario Marín y el empresario José Kamel Nacif, claro que preocupan a Miguel Ángel Yunes Linares. Las detenciones tienen que ver con la denuncia que hizo en su libro “Los demonios del Edén” la periodista Lydia Cacho, sobre una banda de pederastas entre quienes se encontraba Yunes Linares, según lo narra y comprueba el libro. Por eso, luego de darse a conocer que un tribunal federal libró orden de aprehensión en contra del exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres; del exjefe de la policía estatal, Hugo Adolfo Karam Beltrán; del exdirector de la policía judicial, Juan Sánchez Moreno, y del empresario José Kamil Nacif Borge, acusados de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, de inmediato se reactivaron las acusaciones que la víctima hizo en contra del exgobernador veracruzano, Miguel Ángel Yunes Linares. Lydia Cacho fue detenida en 2005 en Cancún, cuando publicó el libro “Los Demonios del Edén”, en el que menciona a muchos prominentes políticos y empresarios de ser parte de una red de pederastia, entre los que figura Yunes Linares. Ese año fue detenida y trasladada por carretera a Puebla, donde fue golpeada, además de ser víctima de abuso sexual de parte de sus captores. Al año siguiente, 2006, en una conferencia de prensa en Cancún, donde radica, Lydia Cacho confirmó que el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Miguel Ángel Yunes Linares, estaba vinculado con el caso del pedófilo Jean Succar Kuri, porque las víctimas lo señalaron, las niñas lo describieron físicamente y se refirieron a él como un político amigo de Jean Succar Kuri. Después de 14 años de esas agresiones en contra de la periodista, escritora y activista, la justicia extendió su brazo y es posible que alcance a muchos de los que participaron al amparo del gobierno, reprimiéndola, por lo que no se descarta que el exgobernador veracruzano en esas investigaciones pudiera resultar con responsabilidad. Todavía se recuerda aquella plática que sostuvieron por teléfono Kamel Nacif y el exgobernador de Puebla, cuando el primero al saludarlo le dijo: “Mi góber precioso”, adjetivo calificativo que se mantuvo vigente en la “jerga” diaria entre los políticos y los comentarios populares. En esa plática, que fue revelada por el periódico La Jornada, se puso de manifiesto el agradecimiento de Kamel a Marín por haber puesto en su lugar a Lydia Cacho, cuando fue detenida.