Luego de entregar en el Congreso local su último informe de gobierno, que no fue más que un mero trámite a que obliga la ley al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, la verdad es que la noticia es que solo le restan 15 días en Palacio de Gobierno.

Lo más importante ahora es qué viene a partir del primer minuto del sábado 1 de diciembre, si son reales o no las posibilidades de que Veracruz empiece a recobrar  su merecido crecimiento y a obtener el esplendor perdido en los últimos 14 años de gobiernos dedicados al saqueo, la simulación, la complicidad con los grupos criminales y la impunidad para quienes han formado parte de sus gavillas.

No hablaré de lo que dijo Yunes ante los diputados, en corto, mientras entregaba el mamotreto de su informe, porque eso será materia de análisis de los legisladores; tampoco de lo que dijo ante los periodistas, a uno de los cuales encañonó con su mirada y quiso destruir con frases torpes e incoherentes.

Eso ya no importa, más allá de que se vuelva a revisar el informe de la Cuenta Pública de 2017 que los diputados panistas de la anterior Legislatura trataron de limpiar, y se analice con rigor el de la Cuenta Pública de este año, que el Orfis entregará a finales de 2019, mismo que amenaza con ser mucho más revelador de que la honestidad y transparencia del “gobierno del cambio” ha sido un monumento a la falsedad y la demagogia.

Lo importante es qué va a pasar con un gobierno estatal de Morena que el 2 de diciembre recibirá en la Plaza Lerdo de Xalapa el espaldarazo absoluto de un gobierno federal del mismo partido. Y es que Cuitláhuac García Jiménez contará con todas las ventajas y todas las condiciones para hacer un gobierno que haga historia, siempre que sepa mantener la buena relación con el próximo presidente Andrés Manuel López Obrador, arme y cohesione un buen equipo de gobierno y logre atemperar las ambiciones de varios grupos del interior de su partido y de fuera de él, que hace tiempo sobrevuelan tratando de aterrizar en buen terreno.

Seguridad pública y derechos humanos

Uno de los temas que más preocupan a los veracruzanos es cómo enfrentará el gobierno estatal, con el apoyo del federal, la sangrienta herencia que dejará Miguel Ángel Yunes Linares y la enorme vulnerabilidad de la población ante las bandas criminales.

No solo se trata de enfrentar a los grupos delictivos que han sentado sus reales en nuestro territorio, paso obligado para el trasiego de estupefacientes y campo pródigo para el secuestro, el homicidio, la desaparición forzada y otros delitos de alto impacto. También, atender el enorme déficit acumulado en materia de localización de personas desaparecidas, resarcir a las víctimas en sus derechos fundamentales y disminuir el creciente rezago en impartición de justicia.

Aunque varios analistas lo han visto como el inicio de la venganza contra el gobernador saliente, lo cierto es que la declaratoria de crisis humanitaria que harán conjuntamente gobernador y presidente el próximo 2 de diciembre permitirá poner el foco de atención en un sector de la población que hace varios meses busca, sin ayuda oficial, a sus familiares desaparecidos

Pero enfocarse solo en eso sería incompleto si no se impulsa la estrategia de seguridad pública anunciada por López Obrador este miércoles 14. Ya lo ha declaró Cuitláhuac este jueves en Coatzacoalcos, sitio originalmente considerado para la primera gira de AMLO por Veracruz y que, a última hora, se ha cambiado para la capital del estado.

Antes de implementar el programa integral de seguridad que ha propuesto desde la campaña (y que busca atender al campo y a los jóvenes), se aplicará el plan de contención diseñado desde la próxima Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a nivel federal, que secciona a Veracruz en 18 regiones, con diversos grados de complejidad en materia de inseguridad.

Derivado de ello, habrá coordinación con el Ejército, la Armada e, incluso, la Fiscalía General del Estado (FGE), sin que ello signifique, según el gobernador electo, que se trate de militarizar Veracruz. “Este plan lo vamos a cohesionar con el plan dado a conocer hace unos días por Andrés Manuel López Obrador en el que va a haber coordinaciones estatales a las cuales nos vamos a sumar. Yo ya he instruido a mi equipo para que analice ese plan y en concordancia empecemos a trabajar”.

Previó que los resultados en materia de seguridad se verán a mediano plazo, porque “tenemos un estado sumido en la violencia, no se implementó ninguna acción para atacar este problema de fondo y, por lo tanto, concluye por fin un gobierno que mintió, que dijo que iba a resolver la inseguridad en seis meses y no lo hizo”.

Ratificó que su administración realizará el día de la toma de protesta la declaración de crisis humanitaria por violación de derechos humanos en materia de desapariciones, lo que atraerá esfuerzos y recursos estatales, nacionales e internacionales para atacar el problema.

Las benditas redes sociales

“Pésimo mensaje desde mi punto de vista: hay que separar el poder político del poder mediático, también. Y no entiendo por qué un Consejo Asesor empresarial de puro varón con intereses en las televisoras”. Jenaro Villamil @jenarovillamil

Guadalupe Osorno, a la Secretaría de Protección Civil

La exdiputada local Guadalupe Osorno Maldonado será una de las nuevas integrantes oficiales del próximo gabinete de Morena en Veracruz. El próximo 25 de noviembre, Cuitlpahuac anunciará un nuevo paquete de colaboradores de su gobierno, según lo ha anunciado este jueves en Coatzacoalcos.

En la conferencia de prensa dijo que tres mujeres más se integrarán al gobierno que en 15 días entrará en funciones. Y lo planteó así: habrá los nombramientos de la Secretaría del Medio Ambiente, la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación (SEV) y de la Secretaría de Protección Civil (SPC), todos del sexo femenino, entre ellas una exdiputada local.

Esta última, señalada para Protección Civil, es Guadalupe Osorno, quien en los últimos días ha colaborado muy cercanamente con el gobernador electo en la atención de los colectivos de búsqueda de desaparecidos, aunque ya debe ver los asuntos que atenderá a partir del primero de diciembre, a la vista de los fenómenos meteorológicos que están enfrentando solos  los veracruzanos, sin apoyo de su actual gobernador, quien ni siquiera ha perdido su tiempo en analizar medidas de protección como la suspensión de clases en municipios realmente afectados por nevadas y fríos intensos, como los de la Sierra de Misantla y Cofre de Perote.

Hay que recordar que Osorno Maldonado asumió la diputación local el primero de febrero, luego de la licencia concedida a Tanya Carola Viveros Cházaro, diputada del distrito XI, Xalapa II, y asumió las comisiones permanentes de Ciencia y Tecnología, como Presidenta; Límites Territoriales, como Secretaria, y la de Igualdad de Género, como vocal.

En julio pasado hizo una valiente denuncia sobre la fallida compra de votos entre los diputados locales de la anterior Legislatura, a quienes les ofrecieron hasta 5 millones de pesos por cabeza para aprobar la designación del Fiscal Anticorrupción y el nombramiento de 12 magistrados del Poder Judicial.

En la conferencia de prensa ofrecida para hacer esta denuncia, Guadalupe Osorno dijo que, ante los resultados que había obtenido Morena en las elecciones ocurridas días antes, dijo que no permitirían estas designaciones. Al final, Yunes Linares, mediante una sucia maniobra operada por los diputados panistas Sergio Hernández Hernández, presidente de la Jucopo, y Mariely Manterola Sáinz, presidenta de la Mesa Directiva, logró que se impusiera a Marcos Even Torres Zamudio, incondicional del fiscal general Jorge Winckler, aunque no logró imponer a sus 12 magistrados amigos.

El PAN busca influir en comisiones a modo

Quien este jueves se sumó a la pretensión de participar en las comisiones de Vigilancia y de Hacienda Municipal del Congreso local fue quien estuviera al frente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la anterior Legislatura, Sergio Hernández Hernández, aunque ha planteado que no buscan agenciarse la presidencia de las comisiones pero sí ser integrados en ellas.

Juan Manuel de Unanue y Sergio Hernández, una pareja de cuidado.

Aunque durante su gestión en los dos años de la anterior legislatura maniobró hasta lo indecible por mantener la Jucopo, llegando incluso a la compra de otros diputados para incorporarlos a su bancada, hoy se dijo confiado de que Morena no impondrá decisiones y se mostrará dispuesta al diálogo con todas las fuerzas políticas en el Congreso.

Además, pidió que se deje de lado el revanchismo y la acusación contra el PAN de agandallarse todos los órganos de control en la pasada Legislatura, lo que por ciento fue más que evidente, y ya envalentonado frente a las grabadoras de los reporteros dijo que no van a permitir que los dejen fuera de los principales grupos de trabajo, como ocurrió con la mesa directiva para la que impulsaron a la diputada Marijose Gamboa.

Y es que los panistas yunistas están preocupados, uno, porque se le eche atrás la maniobra realizada por la comisión de Vigilancia, presidida en la anterior legislatura por el panista Juan Manuel de Unanue, de limpiar de toda culpa a las dependencias estatales observada por el Orfis, y dos, porque el próximo año, en la revisión de la Cuenta Pública de 2018, no se vaya a tocar a su jefe Miguel Ángel, ya instalado para entonces en la ciudad de Miami, Florida, a donde todo mundo asegura que se irá desde el primer día de diciembre, para hacerle compañía a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.

Ya veremos de qué están hechos los diputados morenistas.

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