Este jueves 22, los aspirantes más fuertes del PAN a la dirigencia estatal, Pepe Mancha y Joaquín Guzmán Avilés, volvieron a registrarse para una segunda y definitiva contienda interna, luego de que la primera fuera contaminada por la corrupción y el autoritarismo del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares y fuera anulada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que ordenó restaurar el procedimiento en su totalidad.

Vuelven a verse las caras, por un lado, el eterno mozo de estoques de Miguel Ángel, José de Jesús Mancha Alarcón, famoso por haber aprovechado su posición para lograr jugosos contratos de obra pública y convenios publicitarios para dos medios digitales creados al fragor del manto corruptor que tendió el gobierno yunista.

Y por el otro, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, con una dilatada carrera política en el partido blanquiazul, fuerte aliado de Yunes hasta que éste decidió desplazarlo de cualquier oportunidad para dirigir al panismo veracruzano, pues Pepe Mancha le garantizaba absoluta mansedumbre y obediencia. Yunes invirtió fuertes sumas del erario en la campaña y en la compra de votos a favor de Pepe Mancha, de manera tan evidente que los recursos interpuestos por el oriundo de Tantoyuca ante los tribunales electorales lograron tirar el proceso electoral interno.

Ambos se vuelven a ver las caras en una circunstancia totalmente diferente a la de la anterior contienda. En esta ocasión, aunque está visto que Yunes Linares no lo dejará solo e invertirá recursos propios y de amigos, además de los que proporcione el ayuntamiento de Veracruz en que gobierna su hijo Fernando, para tratar de ganar o arrebatar el triunfo, no será lo mismo que cuando dispuso a manos llenas del presupuesto veracruzano, de miles de operadores ensartados en varias dependencias estatales que cobraban para servirle, y del hostigamiento contra opositores a su proyecto mediante la operación de la Fiscalía General y la Secretaría de Seguridad Pública.

Este jueves, repito, han entrado ambos de nueva cuenta a la pista para recorrer la entidad y buscar la dirección del PAN, lo que al ganador le representará además la posibilidad de establecer el control en la bancada panista en el Congreso local, hoy férreamente dominada por el diputado Sergio Hernández, ayudante de Pepe Mancha, quien acaba de expulsar a dos diputados por haberse pasado al equipo de Joaquín Guzmán Avilés. También le corresponderá la definición de las candidaturas a diputados locales y federales, así como a presidentes municipales, en los comicios intermedios de 2021, un tesoro político que ansía administrar Miguel Ángel Yunes.

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Pepe Mancha, con la marca de Yunes en el lomo

Miguel Ángel Yunes Márquez, Pepe Mancha, diputada Montserrat Ortega y senadora Indira Rosales San Román.

Acompañado por el candidato perdedor a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez, y la senadora plurinominal Indira Rosales San Román, señalada de diversas irregularidades administrativas a su paso por la Sedesol estatal, además de militantes de a pie, José Mancha Alarcón acudió a registrarse ante la Comisión Organizadora Electoral del comité estatal para competir de nueva cuenta.

Al reunirse con sus seguidores, Mancha repitió el discursito que le armó Yunes Linares de acusar a su oponente, con más trayectoria y triunfos electorales dentro del PAN que ambos, de atesorar el proyecto de entregar el PAN al gobierno morenista y de mantenerse callado, sin exigirle nada al gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Con el mayor cinismo del mundo, lo que seguramente hizo que la diputada Montserrat Ortega, su esposa, esbozara una pícara sonrisa, Mancha Alarcón (beneficiario de contratos públicos) dijo que su causa “es buena, y no mezquina que sólo busca beneficios personales, y entregarle el partido a Morena”.

Por el momento hay más puntos malos sobre el equipo de Pepe Mancha (y es tanto como decir, el de Miguel Ángel Yunes Linares), sobre el que pesa la fama de pelear los cotos de poder a toda costa, utilizando medidas blandas (ofrecimiento de posiciones o sumas de dinero) y duras (amenaza, violencia, homicidio), aún en aquellos parajes que todo mundo consideraría de poco valor, financiero o político, como el municipio de Mixtla de Altamirano. Como quien dice, plata o plomo. ¿No me cree?

¿Crimen y castigo? La mancha de Mancha en Mixtla

Acaba de ser detenido por la Fiscalía General del Estado (FGE) el exsíndico de Mixtla, Ricardo Pérez Marcos (quien se sentía protegido por el exgobernador panista y el fiscal Jorge Winckler), acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Maricela Vallejo Orea, presidenta municipal, y dos personas más, entre ellas el esposo de la edil.

Hay que recordar que la esposa del detenido, Angélica Méndez Margarito, antecesora de la alcaldesa asesinada, forma parte de la planilla de Pepe Mancha, con quien ya fue responsable de Asuntos Indígenas en el anterior comité estatal. Algunas fuentes indican que Angélica Méndez Margarito también es parte del entramado que ideó el crimen de Maricela Vallejo, y hoy va en la planilla del empleado yunista.

Según los observadores políticos de Veracruz, la detención de Ricardo Pérez Marcos fue posible gracias a que el gobierno del estado apuntó más arriba, al mismo Miguel Ángel Yunes Linares, toda vez que el asesino material (muerto en forma extraña en un supuesto suicidio) laboró directamente con el choleño en una de sus oficinas.

La conexión de los asesinos intelectual y material de Maricela Vallejo con Yunes Linares ha obligado al grupo yunista, a través de Jorge Winckler, a encontrar en su antiguo aliado a un oportuno chivo expiatorio.

Angélica Méndez Margarito, exalcaldesa de Mixtla y esposa del presunto autor intelectual del homicidio de la alcaldesa Marisela Vallejo, cercana a los Yunes y miembro de la planilla de Pepe Mancha.

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Guzmán Avilés llega mucho más fuerte a la contienda

Compadre de Yunes Linares y secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) en su gobierno, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, Chapito, se ve más fuerte para esta contienda. No solo tiene tras de sí un largo historial dentro del PAN, donde ha logrado múltiples triunfos electorales sino, además, a su equipo de campaña se han unido el senador Julen Rementería del Puerto, quien hasta la anterior contienda operaba a favor de Yunes, y varios diputados locales como Bingen Rementería Molina, Omar Miranda Romero, Nora Jessica Lagunes Jáuregui, Enrique Cambranis Torres y Rodrigo García Escalante. Además, se le sumó Alejandro Zairick Morante, quien fuera su compañero de gabinete, como secretario de Desarrollo Económico y Portuario.

En su registro como aspirante a la dirección estatal del PAN, Guzmán Avilés contrastó el mayor número de años que ostenta como militante panista frente a los de su opositor Pepe Mancha, así como su experiencia en múltiples comicios, lo que le permitió augurar que recuperará la gubernatura de Veracruz. En efecto, el Chapito ha sido presidente municipal de Tantoyuca en tres ocasiones, y otras tres veces ha sido diputado local, en las legislaturas LIX, LXI y LXIII, en alguna de ellas por la vía plurinominal, mientras que Pepe Mancha nunca ha ido a un proceso de elección popular. En la anterior Legislatura fue diputado local pero por la vía plurinominal.

Hizo mucho hincapié en su andadura dentro del PAN, 25 años como militante: “Tengo 15 años más [en el PAN] que Miguel Ángel Yunes; más años que Pepe Mancha y nunca nos hemos arrodillado, hemos pasado por acciones muy severas de los diferentes gobiernos, aquí Julen y yo pasamos por algunas acciones que fueron muy difíciles en aquellos momentos y a pesar de eso nunca nos hemos quebrado”.

Y respondió a los ataques de Yunes sobre su hipotética inclinación ante Morena: “Nunca nos quebraremos, siempre daremos la cara por Acción Nacional y trataremos de lograr los triunfos de Acción Nacional, lo que ahorita no se logró; lograr los triunfos en las siguientes elecciones, nadie meterá las manos, aquí son los panistas los que tiene metidas las manos”.

¿Quién va con más posibilidades de triunfo?

Pepe Mancha tendrá serias dificultades para llegar a su próximo cargo; de no ganar la presidencia del PAN veracruzano, deberá ver cómo su esposa concluye su cargo en el Congreso local, y pocas posibilidades tendrá de ligar alguna candidatura plurinominal, que es como le gustan para no ir al despeñadero como lo hizo su pupilo Sergio Hernández, quien torpemente aspira a lograr la candidatura a la alcaldía xalapeña, una posibilidad que será más cercana a su compañero de bancada, Omar Miranda, y muy difícilmente mantendrá el liderazgo de la bancada, que podría pasar a manos de su enemigo Enrique Cambranis Torres.

Chapito puede rebasarlo por la derecha, y no por la izquierda como postulan los yunistas. Es el candidato que creció en la desgracia, siempre mantuvo la serenidad y ha sumado a varios dirigentes y legisladores a su causa. Miguel Ángel Yunes deberá invocar a las fuerzas del mal para hacerlo perder, pero Guzmán Avilés también sabe jugar con fuego.

Para colmo, buena parte de los panistas perdieron el reconocimiento que tenían por los Yunes; ya vieron cómo trabajan él, su familia y sus cuatlapaches; la ambición desmedida que los hizo olvidar a todos los que le apoyaron en la campaña de 2016, la repartición del pastel entre los allegados del candidato perdedor a la gubernatura, los abiertos actos de corrupción, el engaño y el profundo divisionismo que han provocado en el PAN.

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