Si existe una dependencia que por su propia naturaleza es compleja y confusa, esa es la Delegación Federal del Registro Agrario Nacional, RAN por sus siglas. Atender a más de medio millón de veracruzanos que son sujetos agrarios, en los 3,631 ejidos y 83 comunidades, no es cosa sencilla.

Veracruz es el estado con más núcleos agrarios en México,  3,714. Es por ello, que el RAN es un brazo operador político, de hacer sus autoridades bien su chamba.

Pero cosa contraria han venido haciendo los dos últimos delegados federales que esa institución ha tenido en la entidad veracruzana.

Primero, ante la inminente salida que por decisión propia dejara la delegación Rafael Castillo,  para incorporarse en la etapa inicial de la administración de Ramón Poo en la ciudad de Veracruz,  llega a dirigir esa dependencia un sujeto de dudoso pasado en la administración pública federal: José Luis Santos Ramírez.

Santos Ramírez, con la excusa de pertenecer al equipo cercano de Jorge Carlos Ramírez Marín  se sintió intocable durante su fugaz (tan solo 23 días)  paso por el RAN Veracruz.

Amañado, el «político» mexiquense José Luis Santos, con la en aquel entonces subdelegada  administrativa, Teresa Castillo (quien asumió tal posición bajo la promoción y presión desde México de su hermano, Miguel Castillo ex municipe de Alto Lucero y actualmente director general de recursos materiales de la Secretaria de Economia  (SE) y quien presume de ser amigo y socio muy cercano e íntimo de Idelfonso Guajardo titular de tal dependencia),  este par de individuos, Santos y Tere Castillo, durante su rápido andar por la Delegación y subdelegacion hicieron de todo para su conveniencia y a la vez nada por la población demandante de los servicios y gestiones que el RAN ofrece a los ejidatarios veracruzanos.

Dicen que la relación entre ambos «servidores» públicos era muy estrecha,  pero lo que derramó la leche, y la bronca,  fue el suceso que aconteció el jueves 7 de noviembre de 2013 a las 22 horas en el kilómetro 55 de la carretera Cardel-Xalapa.

Omar Hernández Pozos,  quien en la gestión de Castillo Zugasti fue promovido a registrador, puesto y promoción que sólo ocupan los más eficaces funcionarios del RAN y que a la vez son expertos en derecho agrario,  murió.

Omar contaba en su haber con una falencia en sus dotes, como todo ser humano. Su destreza al conducir vehículos (mucho ojo con esto, amable lector) era nula, sabida por todos sus compañeros y reconocida de expresa voz por él mismo. Ante todo ello, Hernández Pozos se mató en un accidente automovilístico en tal tramo, aquel día 7 de noviembre.

Los hechos revelan que Santos Ramírez en un acto pleno de negligencia, y soberbia, ordena enviar a Villahermosa,  Tabasco, a Omar por un vehículo, marca Tsuru,  que las oficinas centrales del RAN había asignado para la delegación Veracruz. En el trayecto de regreso, el joven abogado quien conducía la unidad, debido a su nula experiencia y pericia automovilística se mata 3 kilómetros antes de llegar a su lugar natal, Chichicaxtle, donde pasaría a saludar a su señora madre.

Después de todo el accidente y del sepelio de Omar, Santos Ramírez aludiendo a su poderío al interior de la administración federal,  auspiciado por su relación de parentela con Ramírez Marín y con el subsecretario de Gobernación  Luis Miranda y después de 23 días de haber asumido la delegación del RAN en Veracruz huye del Estado con el pretexto de haber sido nombrado Delegado del RAN en Yucatán, de donde curiosamente es originario el ex titular de la SEDATU y actual candidato a diputado federal plurinominal, así como fuerte aspirante al Gobierno del Estado de Yucatán, a quien por cierto José Luis Santos Ramírez llama «su pariente»: Jorge Carlos Ramírez Marín.

Según el argot jurídico se entiende por Homicidio Imprudencial y/o Culposo a: «…un delito que consiste en causar muerte a una persona física por una acción negligente.»

Sin duda alguna, José Luis Santos, actual delegado del RAN en Yucatán, y sus cómplices cuando estuvo como delegado en Veracruz,  Teresa Castillo entre otros, son culpables de homicidio por una acción negligente, dado que el mandar deliberadamente y por el simple hecho de ser empleado,  registrador que no chofer,  del RAN  Omar Hernandez Pozos murió,  se mató. Enlutando y dejando sin sustento a la señora Pozos, madre del abogado del RAN, quien vive en una modesta casa en la comunidad de Chichicaxtle.

Ante toda esta cloaca que está saliendo de la gestión de Santos, en tan sólo 23 días,  y de la que lleva actualmente Gilberto Ramos Sánchez,  quien se dice protegido de Osorio el de Gobernación, es obvio que si la Función Pública se aplica no habrá más días santos para el actual delegado del RAN en Yucatán ni domingo de Ramos, que valga, para su homólogo en Veracruz.

EL INE LE OTORGÓ a los candidatos a diputados federales recursos por un millón 200 mil pesos y fracción para hacer campaña, ¿pero que hay de esos que se la han pasado sentados en el café?, es decir, y qué pasa con ese dinero ¿lo devolverán? ¿se lo van a quedar ilícitamente?, porque sería un abuso que pudieran comprobar gastos con facturas apócrifas compradas allá en la Plaza de Santo Domingo en ciudad de México donde ya también hay mercado negro de comprobantes fiscales electrónicos. Si el INE lo permite será un cómplice por omisión, pues a estas alturas seguramente no llevan mucho dinero gastado en desayunos y café. Ahhh! Pero que tal se andan inventando chismes contra esos aspirantes que sí trabajan, que se les ha visto por toda la ciudad tocando puertas y que tan altos niveles de popularidad tienen que se dan la oportunidad de no colocar su foto, ni su nombre y menos sus apellidos en sus espectaculares y propaganda; es más, aquí tampoco mencionamos su nombre, pero todos sabemos de quien hablamos. A estos candidatos que llevan el diablo dentro les pasa como al Coyote con el Correcaminos: son tan tarugos que toda su maldad al final se les revierte. Pobres…

EL MÁXIMO reconocimiento que entrega una casa de estudios de nivel superior es el doctorado honoris causa, que se destina a quienes alcanzan un elevado grado en la ciencia, la educación, la investigación o las artes. Este grado honorífico, que se concede por “causa de honor”, está reservado para quienes destacan en ámbitos profesionales y de servicio a la sociedad. Entre quienes han recibido esa distinción por parte de la UV se encuentran el escritor Carlos Monsivais, el filósofo Fernando Savater, el investigador y científico José Negrete Martínez, el psicólogo Emilio Ribes, el humorista Helio Flores, el poeta Ernesto Cardenal, el escrito Eduardo Galeano, y el maestro Mateo Oliva, entre otros. Por supuesto, no todas las propuestas pasan; algunas ni siquiera deberían plantearse; recientemente, por ejemplo, la comunidad universitaria de la UV rechazó la idea que la rectoría analizaba para otorgar dicha distinción al periodista Jacobo Zabludovsky. Debido a ello y, sobre todo, a las duras críticas que lanzaron universitarios y académicos que recuerdan el papel desempeñado por el conductor del principal noticiario televisivo que estaba al servicio del sistema, la rectora Sara Ladrón de Guevara tuvo que recular y decir que siempre no. Evidentemente, la rectora no midió las consecuencias de esa propuesta ni las reacciones de inconformidad de la comunidad universitaria. Pero como diría el famoso cantautor, pero qué necesidad.

DICEN QUE CUANDO Julián Loyo Helo recibió la mala noticia de que tenía que ahuecar el ala, no escuchó tan infortunado aviso sino que más bien lo leyó. “El Señor Gobernador te agradece tus valiosos servicios y te pide por mi conducto entregues la oficina a Flavio Muñoz”. Ahí estaba el escrito firmado por el Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza. Frente a Julián, un Buganza enmudecido por prescripción médica, debido a la intervención quirúrgica de la cual versiones.com.mx informó de manera oportuna y en exclusiva, como ya es costumbre de ese medio de comunicación. Un quiste le fue extirpado de las cuerdas vocales al titular de la Segob, motivo por el cual el cordobés se comunica con señas o con escritos que a veces transmiten no muy buenas nuevas, como el que aquí cronicamos. Aunque a juzgar por la pésima gestión que encabezó Loyo Helo en la Subsecretaría de la Juventud, bien hubiera bastado sobre el papel un escueto “bye”.

EL VIERNES 22 de mayo, en el Museo de Antropología de Xalapa será presentado el libro “Amarres Perros”, un trabajo autobiográfico de Jorge G. Castañeda. El evento correspondiente se desarrollará a las 17:00 horas; presentarán el libro el ex rector y ex secretario de Educación de Veracruz Víctor Arredondo Álvarez y la actual rectora Sara Ladrón de Guevara.

“Amarres Perros” es, de acuerdo con Gandhi, el testimonio autobiográfico de un protagonista de la vida política e intelectual del México de nuestros días, que desempeñó un papel relevante en el camino hacia la democracia en este país.

VAYA QUE BERMÚDEZ y sus muchachos se deben aplicar más.

Les contamos: El pasado viernes 15 de este mes llegó una camioneta de conocido delegado del ramo económico a un campamento ubicado en Jalcomulco. Se bajó del automotor la esposa y la pequeña hija del funcionario federal. En la unidad permaneció el chofer, a la orilla de la carretera. De repente llegaron unos sujetos armados que intentaron llevarse el vehículo. Por fortuna, los delincuentes no lograron su cometido, pero el conductor de la camioneta sí se llevó un golpe en la cabeza y algunos rasguños en el rostro. Mientras eso sucedía, en el interior del campamento había numerosos escoltas que resguardaban a la hija y a la esposa de poderoso funcionario estatal.