Muy temprano, la madrugada del sábado 1 de diciembre, fueron encontrados en Yanga y en la comunidad El Naranjal los cuerpos de dos hombres y una mujer ejecutados y embolsados.

Alguien con muy mala leche dijo que eran las primeras ejecuciones del sexenio del recién estrenado gobernador Cuitláhuac García Jiménez, pero no fue así. Las víctimas habían desaparecido días antes, en el gobierno de Miguel Ángel Yunes, por lo que era injusto cargarle esos muertos a la nueva administración.

Al día siguiente y al tocar el tema de la inseguridad, García Jiménez se comprometió a reducir los delitos de alto impacto: “Ese será el éxito de esta política pública”, dijo. Pero como contestación, unos delincuentes armaron un tiroteo en el estadio de futbol de Tierra Blanca y ejecutaron a un sujeto apodado El Neoyorquino.

Con la muerte de este hombre comenzó el rosario de ejecutados de este sexenio. Y vaya que ha sido un rosario. De acuerdo con reportes periodísticos, en los primeros 20 días de diciembre se contabilizaron 59 ejecuciones y al menos siete fueron feminicidios.

Los únicos días en que no se reportó ninguna ejecución fueron el jueves 6 y el jueves 20. Como contraparte, los días más violentos fueron el domingo 9 con siete ejecutados; el jueves 13 con ocho; el sábado 15 también con ocho y el miércoles 19 con nueve ejecuciones.

Ante el vapuleo de la delincuencia, el día 14 habitantes de Minatitlán y Coatzacoalcos salieron a las calles a exigir más seguridad, amenazaron con no pagar el predial y en las escuelas se adelantaron las vacaciones. Pero la violencia continúa al grado que quienes viven en colonias populares se recogen en sus casas cuando comienza a oscurecer y ya no salen.

Lo mismo sucede en Pánuco, Chontla, Poza Rica, Córdoba y Las Choapas, sólo por citar algunos municipios.

Un conteo sobre homicidios dolosos en la zona centro, arrojó que en los primeros 16 días de la administración de Cuitláhuac García, las ejecuciones crecieron un 122 por ciento en relación al primer año de gobierno de Miguel Ángel Yunes. Con Yunes se registraron nueve crímenes del primero al 16 de diciembre del 2016, y con Cuitláhuac la cifra ascendió a veinte.

Aún no se dan a conocer los comparativos de la zona sur (la más golpeada por la violencia) ni de la zona norte, pero de seguro serán en el mismo tenor.

Y a todo esto ¿qué dice el gobernador García Jiménez? No mucho.

Interrogado sobre la inseguridad en Xalapa manifestó: “Vamos a respaldar al alcalde de la Ciudad Capital”.

Nada de vamos a respaldar a los xalapeños. No señor, esos que se jodan.

¿Ignora el gobernador que el alcalde Hipólito Rodríguez prometió mil 500 policías municipales y un año después Xalapa no tiene ninguno? ¿Ignora que mandó a 75 elementos a capacitarse a Puebla, que su capacitación costó 3 millones de pesos, y que resultaron inoperantes porque no les enseñaron el manejo de las armas?

¿Ignora que ahora el munícipe los mandará a la academia de El Lencero -que antes desdeñó- con lo que los xalapeños harán un gasto mayor?

Seguramente Cuitláhuac ignora todo eso porque de lo contrario buscaría ayudar a los xalapeños sugiriendo a Hipólito que presente su renuncia.

Es imposible que la violencia se acabe en 20 días y eso lo sabemos todos. Lo que preocupa y alienta el temor es que en proporción esté creciendo más que con Duarte y con Yunes Linares.

No es presión para el gobernador, pero 59 ejecutados en menos de un mes son muchos. Y que conste, no se están contabilizando los tres del día de su toma de protesta porque entonces serían 62.

Hay mucho por hacer en la entidad, muchísimo. Pero si no se soluciona la pesadilla de la inseguridad, la 4T habrá fracasado rotundamente en Veracruz.

PD.

Sinceramente gracias lector por soportarme un año más. Te deseo alegres fiestas decembrinas y todo género de buenaventura en el 2019. Me voy unos días a Hamburgo, casi esquina con Florencia, en lo que fue el corazón de la inolvidable Zona Rosa. Primero Dios y si Él lo permite nos veremos el 2 de enero o chance hasta el día 7. Hasta entonces.

bernardogup@nullhotmail.com