La creciente fragmentación de los grupos criminales en México se acentuará en 2016, pero llevará a un incremento temporal de la tasa de homicidios, señaló la organización privada de análisis de inteligencia Stratfor.

“Ningún grupo criminal será inmune a la disminución y la descentralización”, puntualizó el análisis, que en otra parte se refirió al robo de combustibles a través de tomas ilegales como una preocupación mayor para el gobierno.

Al hacer una evaluación de la situación del narcotráfico en México, la organización estadunidense hizo notar que el proceso de balcanización (subdivisión) de grupos criminales ha ocurrido en México desde la desaparición del cártel de Guadalajara, que en los ochentas controlaba las rutas del narcotráfico y continúa ahora.

De acuerdo con esa opinión, las fisuras y las luchas internas entre los cárteles de la droga redefinen el tráfico de drogas y su lucha interna.

Pero también advirtió del fenómeno paralelo de “tomas ilegales” en los oleoductos, impulsadas por los grupos criminales que ven “el enorme potencial” de ganancias en esa actividad.

“Más allá del costo económico, el robo de combustible presenta a México con una multitud de preocupaciones de seguridad. El robo lleva con frecuencia a algunos funcionarios corruptos, explosiones y filtraciones en los oleoductos y, más significativamente, conflicto violento sobre territorio” entre grupos criminales.

Pero es la lucha contra el narcotráfico lo que ocupará mayormente a las autoridades mexicanas, subrayó Stratfor, que advirtió que el continuo proceso de subdivisión puede llevar a un incremento en homicidios en 2016.

“Desde la desaparición a fines de los 1980 del cartel de Guadalajara, que controlaba la mayor parte de las rutas comerciales de drogas de México hacia Estados Unidos, los cárteles mexicanos se han dividido en más redes regionales, mas geográficamente compactas”, dice Stratfor en su reporte.