Por la mañana de este sábado, la noticia de la muerte de don Froylán Flores Cancela causó pena y consternación en el gremio periodístico, no por ser un hecho inesperado –el hombre superaba los 84 años y desde hace más de un lustro luchaba contra una enfermedad que había minado sus fuerzas–, sino porque se trató de un personaje que se convirtió en ícono y leyenda; muy probablemente era el máximo representante de una importante generación de periodistas veracuzanos.

Don Froylán fue testigo privilegiado de la historia de Veracruz en la segunda mitad del siglo pasado; y con su trabajo, publicado en los más importantes periódicos estatales y nacionales, ubicó su nombre en la selecta lista de quienes se han vuelto piezas fundamentales, referentes de la prensa veracruzana.

Se trata del columnista de mayor prestigio e influencia en el Veracruz del siglo pasado.

Merecedor de distinciones como el Premio Nacional de Periodismo y la Medalla Adolfo Ruiz Cortines, otorgada por el Congreso del Estado de Veracruz, el extinto periodista llegó a Xalapa procedente de su natal Misantla, Veracruz, en 1934. Antes de cumplir 17 años comenzó a trabajar a Diario de Xalapa; e inició una brillante carrera en el periodismo nacional; fue corresponsal de medios como Excélsior, la revista Siempre de José Pagés Llergo, El Día, y la revista Impacto, entre otros.

En octubre de 2017, Diario de Xalapa difundió una muy interesante entrevista de Miguel Valera con don Froylán, quien acababa de cumplir 83 años. Ese trabajo, que no tiene desperdicio, refleja la calidad humana de un hombre que, autodidacta como era, logró superar un origen adverso para convertirse en uno de los más grandes periodistas veracruzanos.

Destacable era su prodigiosa memoria, dado que fue capaz de hacer una entrevista sin grabadora y sin libreta de apuntes, para redactar dos planas de un periódico como Diario de Xalapa o Excélsior. De ese nivel fue la memorable entrevista que le hizo a don Jesús Reyes Heroles, en el Hotel Diligencias del puerto de Veracruz, de la que muchos fueron testigos, tanto del diálogo, como de la publicación.

Para la historia, también, quedará la entrevista exclusiva al General Cándido Aguilar, detenido en el mes de julio de 1952 acusado de varios delitos federales, entre ellos el de incitación a la rebelión contra el gobierno de Miguel Alemán Valdés.

Amigo de Juan Rulfo y de Octavio Paz; de José Pagés Llergo y de Carlos Monsiváis, don Froylán era un hombre respetado y respetable no sólo en el medio periodístico, sino en los ámbitos de la cultura y la política, actividad de la que, aun sin ser parte, estuvo cerca; basta decir que todos los gobernadores veracruzanos, desde Marco Antonio Muñoz a Javier Duarte, buscaron su opinión y consejo, dado que se le conocía como un hombre no sólo inteligente y lúcido, sino influente y de peso; era una voz escuchada y valorada.

Hombre generoso, Flores Cancela intervino para que el primer rollo de papel periódico —bloqueado por el Presidente de la República a la Productora e Importadora de Papel, PIPSA, para la naciente Revista Proceso— saliera de las bodegas de Diario de Xalapa, para ayudar a Julio Scherer, por intervención de otro brillante periodista veracruzano, don Miguel López Azuara, quien fue parte importante del equipo de Excélsior.

Es una pérdida lamentable para el periodismo y para la sociedad de Veracruz. Descanse en paz. @luisromero85