El año pasado platiqué con la joven escritora Flor Zavala (Ver: Malabarista de palabras │ Flor Zavala / I) y, entre otras muchas cosas, me comentó que trabajaba en una serie de textos breves que darían a cuerpo a su primer libro. A tres meses de distancia, el libro ha aflorado y en poco tiempo ha sido leído, al menos, por dos centenares de personas.

Con paciencia y constancia de artesano, Flor fue haciendo montoncitos de palabras, meticulosamente seleccionadas, para que cada texto tuviera brevedad y la contundencia necesarias para causar tal impacto que el lector tuviera que volver y volver sobre las líneas como se vuelve a la música más amada, a los lugares que nos atan porque se apoderan de alguna parte nuestra que los reclama.

Como amanuense de sí misma, fabricó casi a mano cada uno de los 500 ejemplares del primer tiraje:

«Decidí hacerlo autogestionado por completo. En algún momento tuve propuestas de editoriales pero ocurrían dos cuestiones: por un lado, tenía que ceder los derechos y resulta que a los autores jóvenes les dan solamente el 10% sobre ejemplar vendido y dije no, no me conviene.
«Es un trabajo muy artesanal y en todo momento, tanto en el compaginado como en el doblado y demás, intervino hasta mi familia porque la imprenta no podía tenerlo listo a tiempo. El diseño editorial está muy bien cuidado, la chica hizo un trabajo espléndido. Las portadas no son iguales, se mandaron a imprimir en una gama de tonos que van del grisáceo azulado al violeta con tonos oscuros, así que son ejemplares únicos.
«En la corrección de estilo fui muy exhaustiva, a último momento detecté una errata en el prólogo y tuvimos que regresar todo porque no quería que se imprimiera así, era algo mínimo pero fui muy fijada con eso.
«La ilustradora es Yessica Alva, la diseñadora editorial es Sandra Sánchez Rodea, la foto de contraportada es de Saúl Caballero y el prólogo es de Mario Sepúlveda».
El resultado es De poemínimos y aflorismos para tardes lluviosas, un libro que apuesta a la brevedad esencial, a la profundidad de las cosas que parecen sencillas pero que encierran misterios o milagros o apariciones instantáneas que queremos aprehender. Un libro de lectura breve y efecto prolongado que será presentado en Xalapa este fin de semana. La propia autora nos invita a degustarlo.

De poemínimos y aflorismos para tardes lluviosas

No es un libro de poesía, es de literatura breve. Hay aforismos, hay haikús, hay poemínimos, hay minificciones. Sigue el argumento del proceso de formación de una tormenta. Me han dicho que lo leen de forma muy ágil, muy amena; qué bonito, esa siempre ha sido mi intención. Eran 80 cuartillas y tenían que quedar 10 o 12 para poder lograr algo que tuviera una buena acogida porque mi generación y la anterior son generaciones de lo fugaz, de lo momentáneo, de lo instantáneo entonces creo que, a favor, este libro se lee muy rápido aunque leer no es comprender, hay que ver qué hay detrás y me parece que hay mucho en el trasfondo de este libro.
Son retazos de mí, como pequeñas piezas que al formarse cobran sentido. Cuando clasifiqué los poemínimos, los aforismos y demás lo hice de acuerdo a la intensidad en el proceso de formación de la tormenta, por eso están: Primeros vientos, Mil días de tormenta, No olvidarás la lluvia y Última gota. Cada una de las fases va acompañada de una ilustración.
Decidí trabajar el tema de la lluvia, de la tormenta como alegoría de la mujer y explorar tópicos muy femeninos, muy eróticos, muy cotidianos, sobre todo para personas que tienen de 15 a 30 años, aunque han leído el libro personas mayores y les ha contado una historia muy distinta. Yo no creo que cuente una en particular, considero que cuenta historias y cada quien las interpreta como desea.
Es un lenguaje muy sencillo pero hice todo lo que estuvo de mi parte porque no perdiera calidad, evitar caer en lugares comunes o que no por sencillo cayera en lo simple, en lo obvio, en lo vulgar, fui muy, muy cuidadosa con eso.
El libro necesita ser leído en soledad, eso sí lo creo, en la soledad de un parque que está repleto de gente pero en el que estás tú y estás contigo. Las frases son para adentrarse, algo habrá de recordarle a esa persona, incluso esos recuerdos del porvenir o esta nostalgia de lo no sucedido. De eso va.
Yo sé que vendrán críticas, es normal, estoy consciente de que entre más gente lee, hay más personas a quienes no les va a gustar pero es parte de atreverse a publicar. Creo que así como hay mucho público, también hay muchas personas que escriben género distintos, que tienen estilos diferentes y que no hace falta ponernos el pie unos a otros, no hace falta dividir porque, si estamos en un país que tiene un público de no lectores, entonces hay que contribuir de alguna forma a que eso cambie, sería muy egoísta, o al menos a mi parecer lo es, pertenecer a ese grupo de escritores que escriben para otros escritores (valga la redundancia) o para la crítica pero cuando se trata de que los consuma la gente común y corriente, en la mejor acepción de ambos términos, no lo hace, no llegan al policía, no llegan a la abuelita de su amigo, no pasa eso, no hay algo que cause un estremecimiento en las personas.
Tampoco abogo porque sea fácil ni creo que esté bien quedarse ahí pero considero que la mayoría de la gente, y ésta será una comparación quizá burda pero me parece la más sencillo para ejemplificar, la mayoría de las personas que conozco prefieren leer a Girondo que a Borges o a Paz. Este es un primer libro para que la gente se acerque al género, el segundo libro debe salir entre diciembre de este año y enero del año próximo y entonces sí podré dar a conocer más a fondo lo que hago. Mucha gente me lee desde hace años y en textos más extensos, saben cuál es mi estilo y de qué se trata. Considero que el verdadero reto de este libro fue lograr textos muy pequeños pero contundentes, que fueran como un knock out y no únicamente algo sencillo de olvidar.

Creo que al menos con el público muy específico al que estoy dirigida por ahora, ha funcionado bien y ha sido muy favorable todo, estoy contenta por ello. He recibido cartas muy lindas de personas que lo han leído, de muchas chicas de preparatoria y de la universidad a las que les ha gustado.
Mi gran acierto es la cercanía que tengo con la gente que me lee, eso ha creado maravillas que no esperaba. Yo no hago presentaciones con mesa, no me gusta porque siento que es poner una barrera con quienes asisten y se trata de que sea algo en lo que la gente se involucre.
Los resultados de la presentación en Coatzacoalcos fueron enormes, me dijeron que nunca en la ciudad habían visto una presentación tan concurrida y creo que eso se debe a la pasión con la que desempeñaron su labor todas las personas que participaron. Yo estuve al frente pero atrás de mí hubo cerca de 30 o 35 personas.
El libro tenido una recepción maravillosa, yo no esperaba tanto y sin embargo ha sido algo muy cálido, muy bonito. De 500 ejemplares, en las primeras semanas se vendieron casi 200, creo que eso es algo muy positivo. Para bien o para mal ha resultado en cuanto a ventas y en cuanto a la recepción del público, yo sí puedo decir que tengo 25 años y vivo de lo que hago. No hay muchas personas de mi edad que puedan decirlo sin más. Me enorgullece porque sé cuánto me ha costado, no ha sido fácil pero estoy empezando a disfrutar de los resultados. No por eso dejo de trabajar, al contrario, creo que ahora trabajo lo doble y esto me permite que en algún momento pueda tirar hacia una publicación más académica pero sabiendo que el público al que se dirige es muy distinto, por ahora no pienso cambiarlo, no quiero, mi intención es acercar a la gente que no lee a que se adentre en géneros que le causan rechazo porque creen que no los comprenden, porque creen que son difíciles.
Por ahora creo estoy satisfecha, sí ha sido muy sorpresivo y muy abrumador porque no lo esperaba y sin embargo es motor, es impulso, es fortaleza, es algo que me sostiene.
Aquí en Xalapa voy a presentarlo en el Teatro Bar La Culpa (Barragán 5, entre Allende y Zaragoza), el sábado 4 de febrero a las 8:00 de la noche. Antes voy a dar un taller de escritura creativa, que no de creación literaria, dirigido a personas mayores de 15 años. El taller va a ser el viernes 3 de 4:00 a 7:00 de la tarde y el sábado 4, de 3:30 a 7:30.
En la presentación me acompañará Ale Paniagua, una chica que tiene muchísimo talento, toca y canta jazz, son jarocho, bossa nova y sus propias composiciones. Ella me acompañará mientras leo y Marisol Cruz dará una charla muy corta y muy agradable, la idea es que sea como una charla de café en la que se abra un diálogo con el público. Tanto los talleres como la presentación serán de cooperación voluntaria, espero que mucha gente me acompañe.

 

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