Prefacio.

Es una lección básica de periodismo (sí, otra, pues en estas fechas muchos parecen haber olvidado los conceptos elementales): Privilegia los hechos, sobre los dichos, y no anuncien lo que va a suceder, no eres profeta, dale relevancia a lo que está sucediendo. *** El presunto uso de medicamentos apócrifos es noticia vieja. Se denunció hace más de un año. La nueva administración estatal la retoma y coloca como los responsables de ese probable ilícito a Javier Duarte y Fidel Herrera, los “villanos favoritos” de Miguel Ángel Yunes Linares. *** El mandatario estatal anuncia que “presentará denuncias penales” contra los exgobernadores, con el único afán de devolver a las portadas nacionales y a las redes sociales el tema de Javier Duarte “y su pandilla”.

Ya se dio cuenta de que si los medios los empiezan a olvidar, la atención se centra en su gestión como gobernador, y ese es un tema que no soporta el más leve escrutinio. *** Es, como dirían en el cine, una “caja china” rehabilitada. A ver cuánto le dura esta vez.

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No debe pasar de esta semana. El PRI trabaja contra-reloj para sacar, con el consenso de todos los grupos, una dirigencia estatal que –como lo definiera el senador Pepe Yunes- distribuya las tareas entre todos y consiga que todos participen y nadie se sienta desplazado.

A la recta final parecen haber llegado Érika Ayala, Renato Alarcón y Carlos Aceves. El resto habría sido descartado por representar claramente los intereses de algún grupo político en lo particular.

Entre los tres finalistas coincide la buena conexión que tienen con las más diversas manifestaciones dentro del tricolor y con seguridad quien resulte ungido habrá de incorporar a su proyecto a los dos restantes. Son tiempos de sumar y de dejar filias y fobias personales a un lado.

En la búsqueda del consenso que se requiere, el papel de la delegada nacional, Lorena Martínez, es fundamental. Procedente de Aguascalientes, tras ser derrotada en la contienda por la gubernatura, la representante del Comité Nacional sabe lo que significa ver a su partido fuera del gobierno, sabe lo que se necesita para volver a levantar la nave y encausarla una vez más a la ruta del triunfo.

Este martes el delegado del ISSSTE en Veracruz, Renato Alarcón, dialogó con columnistas del llamado Grupo de los Diez y se dijo muy interesado en encabezar los esfuerzos de su partido por retomar el liderazgo político en Veracruz.

“No estoy buscando chamba, pero tampoco me conformo con mantenerme en una zona de confort; estoy convencido de que los priistas debemos poner lo que esté de nuestra parte para sacar adelante a nuestro instituto político, y yo levanto la mano”, explicó.

No es una mala opción. Se trata de un político joven, que ha transitado por las tareas partidistas y que tiene muy claro lo que se necesita para avanzar desde la oposición responsable y con el bienestar de Veracruz como objetivo.

Érika Ayala también se anotó para asumir esa tarea. Su trayectoria es intachable. Ya estuvo al frente del PRI y dejó una buena impresión. Hoy encabeza al Sector Popular en la entidad y se dice dispuesta a afrontar el reto.

Carlos Aceves, por su parte, representa una generación aún más joven. Su trayectoria es más corta, pero es reconocido por su capacidad de conciliación y su disposición para el trabajo.

Lo que al final sorprende gratamente para los priistas, es que están descubriendo nuevos cuadros, nuevas propuestas para asumir los liderazgos que requiere ese partido en momentos tan complicados.

Al PRI en la entidad los tiempos se le vienen encima. Ya tendría que estar trabajando en la búsqueda de acuerdos en los 212 ayuntamientos para sacar las planillas con las que habrá de contender, pero nada de eso se ha hecho por la falta de alguien que tome el timón del partido.

Una vez resuelto ese tema, se tendrá que recurrir a rutas más prácticas, a la voluntad de todas las fuerzas para apoyar a candidatos con posibilidades de triunfo y planillas que representen a todos los sectores.

Es el momento de que dejen atrás los intereses de grupo y todos se sumen con el objetivo de retomar su posición preponderante en la política estatal.

Si no lo hacen hoy, tal vez más tarde ya resulte imposible.

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Epílogo.

En su carácter de “vocero” del llamado “Grupo de Coordinación Veracruz”, Miguel Ángel Yunes organizó una conferencia de prensa en un predio conocido como “El Faisán”, del municipio de Cuitláhuac, donde encontraron –según el comunicado-58 vehículos de transporte de carga y armas de alto calibre. Aunque la versión oficial habla de que todo eso fue asegurado “por elementos de las fuerzas federales y estatales”, hay versiones en el sentido de que en realidad se trató de un operativo del Ejército Mexicano. Por otra parte, en la versión de los hechos se evita dar fechas y horas del operativo. Se sabe que todo esto sucedió la semana pasada, lo que podría meter en serios aprietos a la PGR al momento de integrar las carpetas de investigación. Otro dato curioso: No se habla de detenidos. ¿Acaso nadie cuidaba el lugar? Una perla más: Ese mismo predio ya había sido incautado por la PGR en abril del año pasado. En esa ocasión confiscaron pipas con 60 mil litros de gas. Y así lo admite el comunicado oficial, al señalar que iniciarán el procedimiento de extinción de dominio de dicho predio, “en razón a que es reiterado el uso del mismo para cometer actos ilícitos”. *** Miente el comunicado del gobierno estatal al afirmar que la reposición de fondos a municipios es “un acto de buena fe”.

El Gobierno de Veracruz está obligado a entregar dichos fondos a los ayuntamientos, pues se trata de compromisos incumplidos por esa instancia de gobierno. Si, como sostiene el comunicado oficial, dichos recursos “fueron desviados por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa”, ese mismo gobierno hoy tiene al frente a Miguel Ángel Yunes Linares y le corresponde a él responder. Tachar su presencia en las oficinas de Finanzas como “presiones y chantajes” es calificar de la misma forma lo hecho por los alcaldes que, encabezados por Miguel Ángel Yunes Márquez (hijo del actual gobernador) tomaron el Palacio de Gobierno y la Casa Veracruz. Las cosas por su nombre.

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¿Error de cálculo, o indolencia? Lo cierto es que no fue bien recibida la designación del Fiscal General, Jorge Winkler, del nuevo Fiscal Especializado para la Búsqueda de Personas No Localizadas en Veracruz. Se trata de Luis Eduardo Coronel Gamboa, hijo del columnista del periódico “AZ” Eduardo Coronel Chiu, y quien se desempeñó como asesor de la Comisión Estatal para la Protección de Periodistas (CEAPP) y como secretario ejecutivo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos durante la administración de Javier Duarte. La relación de Winkler con las organizaciones de búsqueda de desaparecidos sigue dando bandazos y su nuevo enlace no ayudará a mejorar las cosas.

 

 

 

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