Con una serie de reflexiones sobre la situación de la música en Xalapa y su postura personal ante el hacer musical, Adal Pérez cierra esta conversación.

Las cadenas de la Atenas

Fíjate cómo se van dando las cosas, yo no tenía idea de este magno movimiento cultural que tiene Xalapa, de todos los grupos artísticos que tiene, estando con Humberto me di cuenta de que existe el Orbis Tertius y después, buscando en los discos de mi papá, me di cuenta de que tenía un disco del Orbis. Después conocí a Lucio [Sánchez] y me di cuenta de todos sus grupos, con Franco [Bonzagni] conocí el Jazzimiento, después conocí a Alci Rebolledo, que en paz descanse, y supe del Rondajazz. Luego conocí el Jazz entre Tres. Tuve el placer de tocar en la Big Band de la Orquesta de Música Popular, como dos o tres años antes de que falleciera el maestro Mateo [Oliva], ahí conocí al Picos [Sergio Martínez], pero solamente en audios.
A mí se me hace increíble la tradición musical que tiene Xalapa porque es bien extensa y de haber tenido mejores oportunidades, si lo que tenemos es bueno, no me imagino lo que habría. Tal vez si Xalapa tuviese más aportación, más inversión privada, si hubiera clubes de jazz, si la escuela tuviese un mayor apoyo, podríamos tener una infraestructura bellísima. Hace poco fui con Roberto Picasso a dar clases a Tamaulipas y vi que tienen una infraestructura bien bonita, aparte, tienen una cafetería en donde van los estudiantes y dan conciertos. Berklee College Of Music también tiene su café 66 y van alumnos increíbles y tocan, o llega Seamus Blake o Antonio Sánchez a tocar ahí. Tal vez con un poco más de inversión, de visión, de planeación y de gestión, se podría hacer de JazzUV una escuela súper importante, más de lo que ya es. Yo creo que JazzUV es la mejor escuela de jazz del país, pero aun así nos falta muchísimo.
El movimiento musical actual en Xalapa es algo bien interesante, hay propuestas muy buenas, pero el problema es el mismo, no hay apoyo. Yo toco en Guacamole y hemos tenido suerte de que el gobierno sí nos ha dado una camioneta alguna vez, pero Xalapa es para venir a estudiar, conocer gente e irse porque no puede dar de comer a todos los músicos que estamos aquí, que somos muchísimos.
El movimiento se me hace buenísimo, pero ya tenemos que buscar el progreso, toda esta generación de música más urbana que se dio, fue antes de que existiera JazzUV. Sí están los grupos como Los Aguas Aguas, Los Sonex, Copal, Guacamole, La Manta, Macuiles, Son De Madera, Roble De Agua, también incluyo a los jarochos porque son parte bien fundamental, los jarochos ahí están, son los que retienen toda la información, la identidad del estado y está bien chido, pero nosotros debemos llevar más allá la música que tenemos, ya no nos podemos conformar con hacer música de dos o tres acordes y que suene bonito para bailar, para la fiesta, no, debe de haber grupos de excelencia, de alto rendimiento. Cuando entrenaba karate, el maestro decía que existen súper atletas que tienen un alto rendimiento, una condición física increíble, o sea, son súper humanos. Cuando te encuentras un cuarteto como el de Miguel Zenón, con Henry Cole en la batería, Hans Glawisching en el bajo y Luis Perdomo en el piano, te encuentras con súper humanos, pero ellos se hicieron en Estados Unidos y Xalapa ya tiene que -y eso nos toca a nosotros- crear músicos de alta calidad.
Tenemos a Ramón Gutiérrez, pero ahora, ¿qué es lo que hace falta?, el concierto que hizo con los maestros de JazzUV sonó increíble, fue una cosa bellísima, yo jamás había escuchado tal grado de sensibilidad y de identidad. A pesar de que fue una mezcla de son jarocho con jazz y sonoridades modernas, jamás perdió la identidad porque Ramón estaba parado ahí en medio y el señor trae toda la tradición, él sabe cómo debe de sonar eso. Ese concierto podría estar en cualquier parte del mundo y no le pediría nada a nadie porque Ramón tiene esa cosa inexplicable que hace que algunos artistas sean grandes, el problema es lo que te digo, hace falta ese algo para que Ramón este en todo el mundo
Como te digo, a los los jarochos los pongo aparte porque ellos son la identidad, pero nosotros ya tenemos las herramientas suficientes como para progresar de esa manera, por ejemplo, tenemos un Édgar Dorantes que es un compositor tremendo y está más allá, el maestro hace conciertos para orquesta, para piano solo, tiene un trío, es una persona reconocida por todas partes, tenemos que seguir ese ejemplo de ser súper músicos que sabemos dónde pisamos y que donde pisemos sea con seguridad y llevemos la música al siguiente nivel, que de repente digan se está presentando tal músico en Europa con la orquesta tal porque van a tocar el concierto para orquesta y su instrumento, y que haya salido de aquí.

Dreams

Alguna vez, en una entrevista le preguntaron a Antonio Sánchez ¿por qué no tomas la música mexicana y te basas en eso?, porque eso les toca a ustedes, contestó, y tiene mucha razón, su carrera y su desarrollo como músico fueron en Estados Unidos y qué bueno, pero a nosotros ya se nos dio una oportunidad en JazzUV y debemos seguir adelante. Lo que hizo Orbis Tertius fue buenísimo, ahora hay que dar los siguientes pasos. Bravo Garzón, Memo Cuevas y toda esta gente, nos regalaron esta gran oportunidad, entonces, de nosotros depende caminar hacia el progreso, hacia convertirnos en un referente mundial, se vale soñar, nunca hay que cortarnos las alas porque es posible.
Yo sigo siendo estudiante y en esa gira que me eché por Europa hubo gente que me conoció, gente que va a seguir mi progreso, que me va a ver, pero me toca a mí la responsabilidad de seguirlo manteniendo, porque ¿de qué sirve que me aviente 20 giras si de aquí a 10 años no sigo chambeando?, con esta visión, no sirve de nada, yo mismo me corté las alas.
Creo que si a la generación que viene 10 años abajo de mí -a un morrito de ahorita tiene 3 años o que acaba de nacer- le puedo dejar una oportunidad, un referente, una inspiración, una manera de pensar diferente a la que hay ahora, significa que hice mi trabajo, cumplí mi misión, después les va a tocar a ellos seguir con eso, porque somos una comunidad grande pero, de cierto modo, no estamos recibiendo el apoyo que necesitamos, todavía falta trabajar.

Tras la utopía

Yo encuentro a la música como un medio para entender al ser, es mi manera de meditar, yo me siento tres o cuatro horas al día, si puedo, me siento más, practico mis notas largas, mis crescendos, diminuendos, mis estudios de música clásica, después me voy con el repertorio, luego con alguna frase que me guste, la transcribo, luego la paso a los 12 tonos. Yo creo que la música es la vía para entenderse a uno mismo. También creo que es un buen camino hacia la utopía, que es uno de los mejores caminos que puede haber. Seas músico o no, si le encuentras un significado, es un camino increíble que todos pueden seguir. Charlie Parker dijo que era devoto de la música, yo también me considero así, soy una persona devota de la música.

PRIMERA PARTE: El camino del guerrero
SEGUNDA PARTE: Yo vengo a ofrecer mi saxofón



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