Octavio Heredia Hernández, director general adjunto de Encuestas Sociodemográficas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), afirmó que las encuestas por muestreo constituyen una herramienta fundamental para la generación de estadísticas pues a partir de datos sobre una parte o muestra de la población en estudio se pueden generar cifras válidas para el conjunto de ésta.

“Aunado a esto, el costo correspondiente es menor al de un censo, los resultados pueden obtenerse en tiempos comparativamente cortos y la investigación sobre fenómenos específicos puede realizarse con la profundidad requerida”, aseveró.

El estadístico impartió la conferencia “Censos y encuestas de población y vivienda”, en el auditorio de la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Veracruzana (UV), el jueves 23 de agosto como parte de la Cátedra INEGI.

Este evento es impulsado por la UV, a través del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) y la Coordinación Universitaria de Observatorios (CUO), en coordinación con el INEGI, con sesiones los jueves comprendidos entre el 9 de agosto y el 15 de noviembre.

Octavio Heredia compartió que entre estas encuestas está la Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que tiene por objetivo observar la incorporación de la población a los mercados de trabajo y bajo qué condiciones lo hacen, identificar a quienes intentan incorporarse a éstos, así como a los que se mantienen al margen de los mismos.

Entre los datos arrojados por esta encuesta se encontró que durante el segundo trimestre de 2018 la tasa de población desocupada a nivel nacional es del 3.3 por ciento, y que de las entidades federativas, Oaxaca reporta la tasa de informalidad laboral más alta con 80.4 por ciento, mientras que Nuevo León la más baja con 35.6 por ciento.

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), cuyo objetivo es actualizar la información estadística relacionada con el nivel y el comportamiento de los componentes de la dinámica demográfica: fecundidad, mortalidad y migración en México, arrojó que en 2014 dos decenas de entidades federativas tuvieron ganancia de población, mientras que 11 presentaron saldos negativos.

Colima, con un cuatro por ciento; Querétaro, con 3.6 por ciento, y Baja California Sur, con 3.1 por ciento, fueron los estados con mayor ganancia de población. Ciudad de México, con 3.1 por ciento, y Tamaulipas, con tres por ciento, fueron los que registraron mayor pérdida de ésta.

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015, que tiene la finalidad de proporcionar información que permita diseñar políticas públicas en materia de uso y acceso a servicios y productos financieros, mostró que 33.6 millones de adultos que en promedio tienen un ingreso mensual de siete mil 144 pesos, poseen una cuenta formal de ahorro, mientras que 42.6 millones de adultos con ingresos mensuales promedio de cuatro mil 224 pesos, carecen de ella.

Cabe destacar que según la ENIF 2015, existen 4.7 millones de adultos que pese a tener derecho a servicios médicos (del IMSS, ISSSTE, Secretaría de la Defensa Nacional o Secretaría de Marina), no tienen cuenta de ahorro formal.

Heredia Hernández mencionó que los registros administrativos son una importante fuente de información, por lo que el INEGI tiene una agenda muy intensa para darle mayor peso y vincularse a éstos.

“Si se cuenta con una clave única de población y se puede vincular con materias como educación, salud, trabajo o migración se ahorrarían recursos en los instrumentos que se usan para indagar datos en éstos y otros ámbitos”, afirmó.

Carlos Hugo Hermida Rosales/Prensa UV