La tecnología de vídeos ultrafalsificados (más conocidos como deepfakes) impulsada por la inteligencia artificial (IA) avanza más rápido de lo que incluso algunos de los mayores expertos del mundo creían posible. Esta impresionante trayectoria significa que, dentro de unos años, los deepfakes perfectos y virtualmente indetectables podrían ser posibles. Así lo afirmó el profesor de la Universidad del Sur de California (USC, en EE. UU.) y pionero de los deepfakes Hao Li en la conferencia EmTech de MIT Technology Review celebrada la semana pasada.

Li está colaborando estrechamente con el investigador de la Universidad de California en Berkeley (EE. UU.) Hany Farid, uno de los mejores científicos forenses digitales del mundo. La colaboración es un reflejo de su rivalidad, ya que el trabajo de Farid se centra en detectar el tipo de deepfakes que crea Li, pero también de su estrecha cooperación. El experto en ultrafalsificaciones detalla: “Estamos trabajando juntos bajo el enfoque de que los deepfakes acabarán siendo perfectos. Creemos que, en dos o tres años, lo serán. No habrá forma de saber si es algo real o no, por lo que debemos adoptar un enfoque diferente”.

Li también dirige una start-up llamada Pinscreen centrada en los usos comerciales y de entretenimiento de esta tecnología. Su equipo fue el responsable de la magia necesaria para que Paul Walker, que falleció hace años en un accidente de coche, apareciera en la película Furious 7, de la saga Fast and Furious. Este trabajo demuestra que los logros de Hollywood son cada vez más potentes, y actualmente está trabajando en un proyecto de película de Will Smith. Pero los sentimientos que Li tiene sobre el futuro de la tecnología en la que está especializado son complejos.

El experto cuenta: “Una teoría sobre por qué aún no ha causado daños mayores es simplemente porque su calidad todavía no es lo bastante buena. Pero algún día lo será. Y una segunda teoría es que aún hace falta bastante trabajo para crear ultrafalsificciones buenas. Es curioso porque hace unos meses dije que pasarían años hasta que fuera fácil crearlas. Pero una semana después salió una aplicación china. Entonces pensé: ‘Vaya, esto avanza más rápido de lo que pensaba’”.

La aplicación se llama Zao, un programa de intercambio de caras que, con una sola fotografía, nos adentra en grandes programas de televisión y películas. La aplicación, que ya se ha vuelto increíblemente popular en China, ha generado un gran debate sobre la privacidad y las consecuencias no deseadas de la tecnología. Es una poderosa herramienta que llegó a la cima de la App Store de China por razones obvias. ¿Quién no querría convertirse instantáneamente en Leonardo DiCaprio?

¿Es perfecta? Desde luego que no. Pero el hecho de que se pueda hacer tanto en unos pocos segundos con un simple smartphone refleja lo rápido que avanza la tecnología y cuántas preguntas cruciales están todavía sin respuesta.

Fuente: technologyureview.es