Empresas S.O.S., es un verdadero fenómeno social digno de estudiarse, que está sentando un precedente sin igual, llegó para quedarse y está llenando el espacio que dejaron vacío las diferentes cámaras empresariales.

Esta organización es una nueva modalidad de asociasionismo empresarial que nace de una verdadera necesidad y de una injusticia. Está conformada por empresas y asociaciones civiles que eran proovedoras o contratistas del gobierno del estado, a las cuales el gobierno de muy ingrata y triste memoria de Javier Duarte les dejó de pagar a ´pesar de que hubo licitaciones y adjudicaciones de ley, de que el servicio, las obras o los productos que les contrataron, fueron entregados en tiempo y forma, y de que había dinero presupuestado para pagarles, pero Duarte y sus secuaces que no dejaban títere con cabeza se llevaron tambien el dinero de estas emprersas, algunas pequeñas, medianas o grandes, pero que trabajaban dentro de la ley y pagaban impuestos, nada que ver con las empresas fantasmas.

La gente que está al frente de estas empresas a las que les debe el gobierno del estado, son mujeres y hombres que han dado la cara, que son conocidas en la sociedad, son personas como usted y como yo, que han pagado un precio muy alto y que en los umbrales de esta cuarta transformación, aún siguen esperando a que se les haga justicia.

Al decir empresario no debemos pensar en personas ricas y poderosas, empresario no es sinónimo de eso, no, estos empresarios son ciudadanos comunes, que trabajan todos los días honradamente, que fueron lastimados por dos gobiernos sátrapas, por el que no les pagó y se robó su dinero, el de Javier Duarte, y por el que los engañó, les dio largas, no cumplió con su palabra ni con su obligación legal de resarcir el daño, o sea, el de Miguel Ángel Yunes.

Algunas deudas datan del 2010 y 2011, el resultado ha sido que se causó un gran daño a la economía local, pues estas empresas que generaban empleo y desarrollo económico, tuvieron que reducir actividades, recurrir a créditos banacarios que las están matando, esto ha provocado depresión económica porque han bajado su nivel de actividad, han tenido que despedir a sus empleados, hasta llegar al grado de cerrrar definitivamente.

No se puede concebir el desarrollo económico y la generación de riqueza para todos, si no se tienen empresas sanas y rentables que son las que generan empleos, pagan impuestos, generan movimiento monetario a nivel local y hacen competitivo al estado.

Mucho nos estrañaba ver, que cuando comenzó a saberse que el gobierno no estaba pagando a los pequeños empresarios, las cámaras y asociaciones empresariales guardaban silencio y bajaban la cabeza, creo que fueron hasta sumisos aunque hoy digan y pretendan otra cosa. Por ello, al no sentirse defendidos ni representados, un pequeño grupo de empresarios comenzaron a dar la cara por todos, a levantar la voz y exigir lo que en justicia les corresponde, el pago de un servicio que ellos ya dieron, cumplieron cabalmente y al cual le invirtieron recursos económicos y humanos.

Hoy son más de cien empresas afiliadas al movimiento de Empresas S.O.S. y le están diciendo al nuevo gobierno, con toda razón y valentía, que cumpla con su deber legal de pagar, que si bien es cierto, los últimos gobiernos dejaron a Veracruz en estas deplorables condiciones, también es cierto que ellos son gente bien que han pagado un alto precio por esta situación de no pago, muchos de ellos no solo perdieron a sus empresas, perdieron hasta la salud.

Si usted amable lector platicara con algunos de ellos, se podrá dar cuenta que tienen historías tristes y a veces desgarradoras, que conmueven hasta la médula. Estas mujeres y hombres de bien han iniciado una lucha que no van a detener hasta que se haga justicia, hasta que les paguen lo que es suyo.

Hacemos votos porque este nuevo gobierno, que también se ha comprometido con ellos a pagar, en realidad lo hagan y a la mayor brevedad, es decir ya. Quien llega al gobierno no llega a iniciar un camino, llega a continuarlo, llega a mejorar ese camino pero no puede ni debe cerrar expedientes o dejar las cosas inconclusas, debe saldar las deudas para poder hacer la transformación positiva que pretende. Los contratos que se hicieron no fueron con la persona de Javier Duarte, fueron con el gobierno de Veracruz y los compromisos trascienden a las personas y a las administraciones. El gobierno debe cumplir ya, de la misma manera que los empresarios cumplieron en tiempo y forma con sus obligaciones legales.

Estoy seguro que Empresas S.O.S. logrará su objetivo porque conozco a muchas de las personas que la conforman, son mujeres y hombres de bien, con determinación y de una sola pieza; me atrevo a escribir que, esta asociación no morirá con el pago, por el contrario, permanecerá activa aún después de que les paguen y se transformará en una asociación de gente de empresa que será un poderoso y determionado coadyuvante del desarrollo de las empresas de Veracruz, llenará ese vacío que hoy tiene la actividad empresarial, se convertirá en el espacio creativo empresarial que fortalecerá el desarrollo económico local que tanta falta le hace a nuestro lastimado estado.

El gobierno de Veracruz, si ve este movimiento no como un problema, si no como una oportunidad para alcanzar nuevos horizontes de desarrollo, tendrá sin duda en Empresas S.O.S. a un verdadero y poderoso aliado que impulsará la generación de empleos y de riqueza para los veracruzanos, contribuyendo a construir un estado de Veracruz poderoso y desarrollado.

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