Como recordarás lector, el pasado miércoles el gobernador Cuitláhuac García Jiménez amaneció muy saleroso y se voló la puntada de anunciar que la incidencia delictiva había bajado un 31 por ciento en Veracruz. Pobre, se lo acabaron en las redes.

Este viernes estuvo en Coatzacoalcos donde como era de esperarse, los colegas le preguntaron sobre el tema y respondió: “Ustedes pueden checar los índices delictivos en un órgano que no depende de nosotros, que es ajeno a nosotros e incluso es alimentado por la Fiscalía General del Estado, que es el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Nacional donde dice que ahí, en esos datos, que Veracruz es el segundo estado que le ha bajado a los índices de seguridad…”.

En momentos así, es cuando se extraña la presencia de un buen vocero que le haga el quite al gobernador. Alguien como Rubén Aguilar (auténtica bendición del cielo para Vicente Fox), que esté cerca del mandatario estatal para corregir sus burradas: “Lo que el gobernador quiso decir es que Veracruz es el segundo estado donde han bajado los índices de INSEGURIDAD, es decir, ya no es un estado tan inseguro, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública”.

Aunque viéndolo bien y despacio a lo mejor no fue un dislate lo que dijo Cuitláhuac; la seguridad va a la baja, en picada, casi en caída libre. Entre el miércoles del dudoso porcentaje y el viernes que fue a Coatzacoalcos hubo 12 ejecuciones, tres levantones, dos desapariciones. Y lo mismo fue asesinado un ex candidato a alcalde que un menor de 16 años.

Este sábado el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado visitó las oficinas de esa dependencia en Sayula de Alemán. Cinco minutos le bastaron para realizar una “inspección” y órale, vámonos, ya estuvo. Frente a los reporteros dijo con algo de prisa que “los hechos de violencia van a la baja”. ¿Dónde? Quién sabe. Pero en esas estaba cuando se reportó un encajuelado sin vida en Acayucan.

¿A qué se refieren estos señores cuando manifiestan que la seguridad está regresando a Veracruz?

Últimamente el gobernador que siempre mostró su alergia por los guaruras, anda muy bien arropado y qué bueno porque la pinche violencia está bárbara. Tan bárbara que en su visita a Sayula, Hugo Gutiérrez llegó acompañado de 25 guardias de corps armados hasta los dientes y con cara de “qué me ves buey”. Para su traslado usó una camioneta con blindaje nivel 7 de esos que soportan casi todo, desde mentadas hasta balas de grueso calibre.

Y fue ahí donde la raza jarocha cayó en la cuenta y supo a qué se refería Cuitláhuac con su porcentaje del miércoles. Ese 31 por ciento de aumento en la seguridad es tanto para el propio gobernador, como para su secretario de Seguridad y acaso para otros diez afortunados.

Qué bueno que quienes se desvelan dándolo todo por la entidad tengan seguridad acorde a su dignísimo cargo.

Pero, ¿qué onda con los millones de veracruzanos que viven entre la zozobra y el desasosiego? ¿Será que alguna vez tengan la seguridad anhelada o seguirán yéndose al carajo?

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