Hace unas nueve décadas, cuando volvía a su carreta-habitación en la madrugada después de su actuación en algún bar parisino, Django Reinhardt tropezó con una vela. Su primera mujer, Bella, fabricaba unas flores de celuloide, material altamente inflamable. El accidente provocó un incendio de graves consecuencias para el músico, su costado derecho y su mano izquierda quedaron severamente dañados.

Su férrea oposición a una cirugía le permitió salvar la pierna, su mano izquierda, sin embargo, quedó con dos dedos incapacitados. A pesar de ello, se convirtió en el mejor guitarrista de jazz de Europa y uno de los más destacados de la Unión Americana.

Aunque nació en territorio belga, Reinhardt creció a las afueras de Paris, lugar de asentamiento de su tribu gitana, a los ocho años ya participaba tocando el banjo al lado del violín de su padre en el espectáculo de la cabra y el oso. A los 13, ya tocaba en los bares y cafés parisinos. En el momento del incendio tenía 18 años, cuando convalecía, su hermano le llevó una guitarra al hospital, fue su primer encuentro con un instrumento que no abandonaría nunca más. Inventó una técnica para prescindir de los dedos faltantes y abandonó el banjo para siempre.

El hallazgo de Duke Ellington y Louis Armstrong en los bazares de discos usados, propició su amor por esa música que con el tiempo habría de amalgamar con la de su pueblo para generar el jazz manouche, estilo que perfeccionaría al lado del violinista francés Stéphane Grappelli en el Quinteto del Hot Club de Francia, agrupación creada por ambos.

El jazz manouche, después conocido como gypsy jazz, recorrió el mundo durante los años 30 y 50, con la muerte de Reinhardt en 1953, cuando apenas tenía 43 años de edad, el auge se fue desvaneciendo. A principios de este siglo, el gypsy jazz tuvo un renacimiento en Europa y recientemente ha llegado a Xalapa.

Hace algún tiempo el director de la Xalli Big Band, Raúl Gutiérrez, músico chileno pero formado en Paris, presentó algunos conciertos de jazz manouche pero nunca formó un grupo especializado en el género, hace un par de años nació el primero, el sexteto Mahuix.

Mahuix, según se lee en su página web, «es un ensamble de jazz fundado en el año 2015 en la ciudad de Xalapa, Veracruz. El grupo, compuesto por tres guitarras, violín, bajo y voz, recrea la agrupación tradicional de lo que se conoce como Gypsy Jazz, cuyos orígenes se remontan al Paris de los años treinta.

«El repertorio de la banda se conforma con standards clásicos del repertorio jazzístico y arreglos desarrollados sobre música folklórica y popular, todo esto con un característico toque elegante y enérgico».

El violinista Iván Robles, el contrabajista Juan Carlos Guevara, los guitarristas Ángel Mireles, Santiago Serrano y Édgar Gómez, y la cantante Maryelena Carranza conforman la agrupación que, merced a la gestión del colectivo Arta Cultura, se presentará oficialmente el viernes 7 de julio a las 20:00 hs. en Realia, Instituto Universitario para la Cultura y las Artes. Además del concierto habrá una exposición de los proyectos que en los que trabaja actualmente Arta Cultura. La entrada será libre, así que no hay motivo para faltar, asistan, la pasarán muy bien.


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