Ni la abierta campaña emprendida por Miguel Ángel Yunes Linares desde el inicio de su mandato, que le sirvió para ganar el mayor número de ayuntamientos en los comicios locales del año pasado, ni tampoco las escaramuzas armadas por el mandatario estatal, llevando de la mano al candidato del PAN a sucederlo, su propio hijo, a eventos que significan transferirle logros de su gobierno, han tenido como efecto al menos una tibia observación por parte de las autoridades electorales para que modere su activismo proselitista a favor de uno de los contendientes.

Pese a que ya es candidato a Gobernador del Estado y que en el periodo que cruzamos tendría que mantenerse al margen de eventos gubernamentales, a Miguel Ángel Yunes Márquez lo hemos visto moverse con entera tranquilidad en actos como la inauguración simbólica del Hospital Infantil de Veracruz, donde por cierto aprovechó para ‘desmentir’ las observaciones de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) respecto al rebasado gasto para la construcción del Foro Boca, un edificio que tanto padre como hijo han usado para poner como ejemplo de lo que gobiernos panistas pueden lograr si los veracruzanos los eligen.

No queda duda que el Organismo Público Local Electoral (OPLE) del INE en Veracruz está cooptado hace tiempo por el gobernador veracruzano. Durante todo el periodo previo a la definición de los candidatos a gobernador, ese organismo estuvo muy pendiente para actuar como ente inquisitorial contra medios de comunicación que publicaban notas periodísticas en torno al entonces senador José Yunes Zorrilla, hoy candidato del PRI, y con una soberbia digna de un régimen autoritario llamaba a cuentas a los directivos del medio para que pasaran a sus oficinas a aclarar si era publicidad pagada o simple ejercicio de la libertad de expresión. Lo mismo ocurría con notas relativas al diputado federal Cuitláhuac García Jiménez.

Sin embargo, cuando se trata del hijo del amo el salvaje tigre se convierte en un dócil y vergonzante minino. Pese a las críticas e, incluso, las denuncias presentadas por partidos políticos opositores, en particular el PRI, pues Morena parece no estar muy activo en ese punto, el complaciente presidente del OPLE, Alejandro Bonilla Bonilla, ha salido a justificar la presencia de Miguel Ángel Yunes Márquez tanto en actos de su papi como en la reciente visita del candidato presidencial frentista Ricardo Anaya Cortés, donde hizo uso de la voz.

Bonilla dijo que los candidatos pueden participar en los eventos políticos pero no se deben someter a una sobreexposición, maldita sea la cosa que ello signifique y si el OPLE tiene unidades de medida para calibrar si actúan con apego a la moderación o si se exceden el mínimo y se colocan en la sobreexposición.

Los candidatos ¿pueden hacer lo que les plazca?

Y pareciera una confabulación: el PAN consulta al OPLE si va bien o se regresa y el OPLE le ha guiñado el ojo para decirle que le siga, que va por buen camino. Pese a que en 2015 hubo un acuerdo para limitar la participación de candidatos en actos públicos, el OPLE ha respondido con el siguiente acuerdo:

“Los candidatos a la Gubernatura del Estado de Veracruz, previo al inicio del periodo de campañas a dicho cargo, sí pueden participar en eventos de campaña de otros candidatos a cargos de elección popular, siempre y cuando no realicen actos de proselitismo en donde se promuevan ante el electorado y no hagan un llamado expreso e inequívoco al voto en favor de ellos o en contra de otra fuerza política o candidatura o se publicite una plataforma electoral, de lo contrario podría sería considerado como acto anticipado de campaña y ser sancionado, incluso, con la pérdida del derecho de registro de su candidatura”.

Alejandro Bonilla Bonilla ha aclarado que el OPLE no puede limitar el derecho de tránsito, reunión o de expresión de los candidatos, quienes “van a querer acompañar a los candidatos presidenciales y además esta resolución va para todos igual, no se le está dando ese derecho a un partido o coalición. Mi postura es maximizar los derechos políticos-electorales de los candidatos en cuanto respeten a lo que sí está prohibido”.

De lo que no habló fue de las frecuentes apariciones del candidato panista en actos públicos con su padre gobernador. Ya hemos hablado de la presencia del candidato en la inauguración del Hospital Infantil de Veracruz el pasado 28 de febrero, por lo que ya fue denunciado ante la Comisión de Quejas y Denuncias del OPLE, pero falta mencionar también su presencia en la grabación de un video promocional turístico, en que aparece junto a su padre en las dunas de Chachalacas.

Su historial, sin embargo, es más largo que la mirada fiscalizadora del OPLE. El 13 de agosto pasado, en la conmemoración masiva del 55 aniversario de la fundación del SETSE (un sindicato cuya dirigencia está muy ligada a Yunes Linares), celebrada en el Estadio Xalapeño, el todavía alcalde mandó un mensaje mediante teléfono y regaló uno de los tres autos que se rifaron entre los profesores. Su posterior gira por todo el estado para participar en sus foros Gobierno Exitoso, en que presumió de sus logros como alcalde boqueño (dejando a un lado el escalofriante endeudamiento de ese ayuntamiento gracias a decisiones suyas), fue a todas luces proselitista.

Y así seguirá el gobierno panista hasta que concluya la jornada electoral del primero de julio, para luego dedicarse a trabajar el resultado en lo oscurito del OPLE.

Yunes, mal con candidatos presidenciales

Es muy conocida la rijosidad con que el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, se lleva con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien es el personaje que ha tratado de adoptar en el país el papel de chico malo que golpea al puntero en la carrera presidencial. No es raro, digamos, que el morenista se exprese de la patada del principal inquilino de Palacio de Gobierno.

Pero en la semana que ha terminado las cosas tampoco le fueron bien con los otros tres candidatos presidenciales. Y el tema ha sido la violencia criminal que campea por casi todos los rumbos de la entidad sin que el gobierno estatal haya logrado dominarla. El caso más patético ha sido la masacre en el penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes, donde murieron 6 elementos policíacos y al menos uno o dos de los internos, gracias a una desaseada gestión de una cuerda de reos de alta peligrosidad que iban a ser trasladados a otros penales para evitar que siguieran operando desde la prisión.

Sobre este tema se expresó la anterior madrina de Yunes, Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón y posible candidata presidencial independiente, al señalar su crítica a través de su cuenta en Twitter: “Si el Estado no puede proteger a la población penitenciaria, ¿cómo va a proteger al resto de la población? El motín en Veracruz es señal de alarma sobre nuestro sistema penitenciario”.

Pero a ella le siguió el candidato de la coalición “Por México al frente”, Ricardo Anaya, quien el viernes recibió el desaire de unos 30 empresarios que abandonaron el sitio en que cenarían con el queretano por la llegada de dos apestados, Paulina y José Abella, miembros de una familia a la que nadie parece siquiera soportar por su carácter atrabiliario y su trayectoria chantajista en el periodismo local.

Fuera de este desencuentro, Anaya se refirió a lo ocurrido en el reclusorio de La Toma, donde según el gobernador no hay autogobierno (donde el control del penal está en manos de los reos más peligrosos). Luego de minimizar los hechos ocurridos en el penal, pese a la muerte de más de siete personas (de poco valor para él), Anaya dijo que el autogobierno es un problema estructural, no exclusivo de Veracruz, y prueba de ello es que el 80 por ciento de los penales del país es administrado con ese modelo.

Mientras tanto, este domingo, Pepe Meade, candidato de la coalición “Todos por México” a la Presidencia, criticó ante los medios que en el mandato del gobernador Miguel Ángel Yunes la violencia se incrementara en Veracruz, prácticamente todos los días. Aprovechó para señalar que “la reconstrucción del tejido social es posible en el país con la educación, la cultura, la salud e, incluso, temas de valores familiares, cuyas acciones contribuirían a abatir “la inclemencia y la falta de seguridad”, y se pronunció por una política de prevención transversal y por el fortalecimiento de la presencia policiaca.

Amenazan al periodista Juan José Enríquez

Amenazado por policías estatales, vinculado como supuesto enlace de Los Zetas en la región de Orizaba, despedido del periódico El Sol de Orizaba tras siete años de trabajo, sin ninguna justificación, el periodista Juan José Enríquez Ramírez, con más de dos décadas en los medios locales y estatales, enfrenta una situación de enorme vulnerabilidad, y acusa al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de estar detrás de una escalada de amenazas y filtraciones que lo han perjudicado gravemente y tienen en vilo su seguridad personal y familiar.

La noche del jueves publicó en su perfil en Facebook: “Hoy circula que me detuvieron y que trascendió desde el gobierno de estado. Si me llega a pasar algo, el único culpable de eso sería Miguel Ángel Yunes Linares y todos sus informantes que han pretendido acabar con mis 23 años en los medios.”

Su desgracia comenzó el domingo 11 de marzo, un día después de que se diera el enfrentamiento entre la policía estatal y presuntos delincuentes que habrían agredido a una patrulla en Río Blanco, y donde fueron abatidas las menores Nefertiti y Grecia, de 16 y 14 años de edad, aparentemente en ejecuciones extrajudiciales, supuestamente armadas. Un día después, relata, “el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares llevó una reunión de seguridad en Orizaba y yo le pregunté al final de la conferencia sobre la muerte de esas niñas, y la pregunta está grababa en la conferencia que dio. Le hice saber que en las redes sociales cuestionaban la actitud de los policías estatales y (…) que sus policías habían matado a quemarropa a las niñas. Después de eso vinieron amenazas para mí, circuló un mensaje en WhatsApp donde me señalaban como enlace de los Zetas en la zona y eso me perjudicó mucho. No quise buscar protección con la CEAPP porque lo vi como tema político, pues sabemos cómo se las gasta el gobernador.”

Yunes Linares ha señalado que varios periodistas han sido asesinados no por su labor informativa sino por ser integrantes o colaboradores de bandas criminales, en particular los Zetas, lo que ha querido mostrar como una atenuante e, incluso, una justificante de sus homicidios.

Juan José señala cómo las presiones desde el Gobierno del Estado han surtido efectos negativos en su vida profesional: “Después de todo eso, me sorprendió que me despidieran del periódico donde trabajé siete años. Sospecho que después de esa cadena vino todo lo demás, porque en El Sol de Orizaba no me dieron argumentos ni justificación de mi despido.”

Así las cosas en el Veracruz de Yunes Linares.

 

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