Carlos Manuel Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV), habló del impacto del cambio climático en la salud pública y, particularmente, del mosquito Aedes aegypti (transmisor del dengue), que se ha hecho más resistente a mayores altitudes, durante la charla que ofreció en la Clínica Universitaria de Salud Reproductiva y Sexual (CUSRS), a cargo de Alejandro Escobar Mesa.

En la plática, que tuvo lugar el lunes 11 de noviembre en el salón de sesiones clínicas de la CUSRS, el especialista dio a conocer que en estudios realizados para observar la relación existente entre variables de humedad, temperatura y precipitación con la parte social, tomando en cuenta la nueva práctica de patio limpio y descacharrización, se demostró que la calidad del agua inhibe la presencia del mosquito del género Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, Zika y chikunguña, puesto que éste se reproduce en agua limpia (de lluvia o estancada).

Explicó también que, desde el punto de vista climatológico, la Sierra Madre Oriental representaba una barrera natural para la presencia tanto de este vector como del Aedes albopictus, que normalmente se ubicaban en zonas costeras y planicies, los que poco a poco se fueron haciendo más resistentes a mayores alturas.

“El problema es que el vector ya llegó a lugares donde antes no estaba, y para tener un episodio epidemiológico se necesita primero la presencia del virus.”

Parte del estudio, dijo Welsh Rodríguez, fue realizar muestreos en casas habitación, encontrando que en Coatepec, que se ubica a mil 200 metros sobre el nivel del mar (msnm), el mosquito se encontraba ya en una de cada dos casas, cuando su localización se daba en una altura máxima de 800 msnm; en Xalapa (mil 460 msnm) se encontró el vector en tres de cada 10 casas muestreadas.

“Lo más grave fue que en Puebla (dos mil 160 msnm) lo encontramos en una de cada 100 casas, y es que con cambio o sin cambio climático, adaptarse o no adaptarse, las especies animales tienen una inteligencia natural.”

Consideró también que el vector seguirá existiendo, dado que otro hallazgo fue que el huevo que deposita tiene una capacidad de duración de hasta dos temporadas completas de sequía, lo que le permite permanecer de 18 a 24 meses sin contacto con agua.

Calentamiento global

El investigador del CCT se refirió también al calentamiento global y mencionó que la utilización de combustibles fósiles y por el efecto invernadero –propiciado éste principalmente por el vapor de agua, al que muchos le ponen poco interés– hay un aumento paulatino, pero constante, de la temperatura de la superficie terrestre, lo que muchos conocen como calentamiento global.

Explicó su participación en un estudio que se hizo en Colorado, Estados Unidos, para constatar dicho calentamiento; dijo que se encontró que el planeta se calienta una décima de grado cada década; es decir, en los últimos 50 años la temperatura en promedio de la tierra ha aumentado ya medio grado centígrado.

“Siempre que se habla de cambio climático se dice que el dióxido de carbono es el culpable y se sataniza, pero el mayor gas de efecto invernadero en la tierra es el vapor de agua, aunque nadie lo toma en cuenta; nosotros estamos contribuyendo de manera directa a esto que llamamos cambio climático”, sentenció el expositor.

UV/José Luis Couttolenc Soto