Con bombo y platillo se había anunciado la celebración de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia en su región sur-sureste. El evento, programado para este lunes 20 de mayo, contaría con la asistencia del titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero; y con 8 procuradores o fiscales estatales, Veracruz, que fue la sede, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Sin embargo, sólo 5 fiscales estatales, incluyendo al representante de Tlaxcala, que no está considerado en la región sur-sureste, acudieron a la cita en Boca del Rio.

Generalmente, el fiscal tlaxcalteca se reúne con sus homólogos de la zona centro del país, Puebla, Estado de México, Morelos, Hidalgo y Ciudad de México.

Al evento de Veracruz, donde la Fiscalía General del Estado a cargo de Jorge Winckler Ortiz fue sede, de las ocho entidades sólo asistieron cuatro; los representantes de Guerrero, Chiapas, Campeche y Tabasco no acudieron; en dos de esos estados –Guerrero y Campeche– gobierna el PRI; y en los otros dos, Morena.

Por si fuera poco, el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, también optó por  no acudir y en su lugar llegó el director de Coordinación y Proyectos de Fortalecimiento, Héctor Ávila Vázquez.

Por supuesto, en casos con este llaman más la atención las ausentes que los presentes; y de inmediato surgieron versiones en el sentido de que el fiscal veracruzano era algo así como un apestado.

No es un secreto la pésima relación que tiene el fiscal de Veracruz con el Gobierno del Estado, con el ejecutivo, con el secretario de Gobierno y con los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional.

A esa mala relación se suman las todas las acusaciones  que se han lanzado contra el titular de la FGE, incluyendo el caso de tortura que valió una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Por si fuera poco, a todos esos factores que carga en contra Jorge Winckler se suma la percepción, cada vez más extendida, en el sentido de que el fiscal veracruzano se convierte a paso veloz en un personaje indeseable también para la Federación; a ello se podría deber la ausencia de Gertz Manero y de los fiscales estatales de Guerrero, Campeche, Chiapas y Tabasco.

Jorge Winckler intentó aprovechar el foro de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia; en su discurso convocó a privilegiar la procuración de justicia por encima de intereses políticos; y dijo que se debe realizar un trabajo coordinado para estar a la altura de las exigencias.

El problema para el fiscal, sin embargo, va mucho más allá de un tema discursivo; desde su llegada a la Fiscalía, durante el inicio de la pasada administración, a Winckler se le vio como una posición al servicio de los intereses del entonces gobernador. En pocas palabras, es un personaje con un fuerte tufo panista-yunista, que no despierta la mínima confianza al actual gobierno estatal, donde parecen dispuestos a echarle del cargo.

El Tiburón se queda

Los aficionados a los Tiburones Rojos, cada vez más a disgusto y más avergonzados por los resultados en el pasado torneo, recibieron este lunes la noticia de que el equipo no pierde la categoría.

La asamblea de dueños determinó aceptar los 120 millones de pesos depositados por Fidel Kuri para que el equipo  no baje a Primera A.

Esperemos que el empresario aproveche la experiencia y esta segunda oportunidad para presentar un proyecto deportivo que garantice un cuadro competitivo; y para evitar que el equipo siga como el hazmerreír del torneo. La sufrida afición no merece un remedo de equipo, como el que presentó el Tiburón en la pasada competición.

@luisromero85