El show de cabaret no solamente es un espectáculo para ir a reírse, sino para hacer crítica y denunciar lo que está pasando en el país, mediante una idea o una denuncia, que puede incomodar o asustar al espectador, o que puede erizar su piel, pero que al causar risa nos lleva a reflexionar y hacer crítica de lo que pasa, expresa César Rincón, actor y narrador oral.

En este sentido reflexiona que el cabaret en general, mexicano o latinoamericano, se erige en una protesta y abandera una actitud de denuncia y de reclamo frente a la censura.

“Así nace en Europa el cabaret moderno, en la postguerra, donde tenían algo que decir y no se les permitía, entonces nosotros más o menos tenemos una condición parecida, porque hay mucha censura, hay miedo, hay formas marginables del arte escénico que no son permitidas o son mal vistas”.

Dicho en otras palabras, desde muchos entornos se puede ver el espíritu de protesta y de reclamo, de allí que también es válida esta forma de expresión y se demuestra que, en el teatro, en el cabaret u otras expresiones sociales, se puede hacer denuncia también.

El integrante del grupo teatral “Macarrones”, de la Ciudad de México, señala que su trabajo no es únicamente reflejar el ambiente del burlesque, el desnudo o el ambiente nocturno, sino que el eje de trabajo de esta organización es la cultura de la paz, y a través de sus producciones de cabaret hablan de feminismo, empoderamiento del cuerpo o violencia y en general se hace un abordaje de los problemas sociales de nuestro entorno.

“Lo lógico sería también que los espacios del arte tomen una actitud ante lo que pasa, no sé si lógico, pero más bien es lo que correspondería como una especie de deber como creador artístico no ignorar lo que está pasando, entonces lo puedo llevar a escena, de manera creativa, divertida, en el caso del cabaret, pero también inteligente y necesaria”.

Este es el caso del montaje “Soy la reina”, que presentó este fin de semana en el Segundo Encuentro de Cabaret, y que gira en torno a la vida de Fredy Mercury, aprovechando el parecido que tiene con el fallecido cantante inglés.

“Con esta figura hacemos crítica social, hablamos del empoderamiento del cuerpo, la gordofobia, el odio a las personas homosexuales en México, y todo un show que tiene que ver un poco de su vida, musicalizada con Queen, pero hablamos de México, sus problemas, que están sucediendo en México y que nos competen y nos deben competir”.

AVC