Convertido en un verdadero foco de contaminación, el basurero de Perote ha sido objeto de críticas durante años.

No es un problema nuevo; de hecho, han pasado varias administraciones municipales y el pasivo ambiental aumenta al ritmo que se incrementa la recolección de desechos urbanos.

¿Qué hicieron los pasados ayuntamientos del lugar por resolver el problema?; prácticamente nada, sólo esperar a que terminara la gestión para heredar esa papa caliente al nuevo gobierno.

La Ley 847 de Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial para el Estado de Veracruz fue publicada en 2004, durante el gobierno de Miguel Alemán. A partir de ese año, Perote ha tenido cinco presidentes municipales, Gilberto Hipólito Castillo Arcos, Guillermo Franco Vázquez, Juan Manuel Velázquez Yunes, Paul Martínez Marié y el actual presidente municipal, Juan Francisco Hervert Prado.

15 años después de la publicación de dicha ley, que regula la gestión de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial no peligrosos, el Ayuntamiento de Perote sigue sin contar, al igual que la mayoría de los municipios veracruzanos, con un lugar que cumpla con la norma oficial 083 de la Semarnat, que se refiere a la protección ambiental para la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos. No es un tema menor, dado que implica el cuidado al entorno ambiental.

Ante dicho asunto, el alcalde peroteño, Juan Francisco Hervert, arropado por el Cabildo, difundió un mensaje en redes sociales, que vale la pena retomar: dijo que el gobierno local autorizó que el viejo tiradero de basura sea saneado y se convierta en relleno sanitario, cumpliendo todas las normas y especificaciones sanitarias “para que deje de ser un foco contaminante como ha sido desde hace muchos años, sin que el gobierno municipal haya puesto interés…”

El edil, quien llegó al cargo con las siglas del PRI, reconoció la complejidad y el costo económico de dicha medida, “significa realizar inversiones que el municipio no puede afrontar, pues se trata de la implementación de membranas, barreras impermeables, áreas de compactación, control de residuos, captación de lixiviados, báscula, entre otras…”

Sostuvo que la inversión es urgente, pero el Ayuntamiento no cuenta con suficientes recursos, en virtud de lo cual se decidió, en vez de concesionar, contratar a una empresa que se encargará de sanear el basurero para que al terminar esos trabajos se pueda convertir en un relleno sanitario.

“Tal modalidad ha sido bien vista por el gobierno del Estado, quien ha tomado como ejemplo a nuestro municipio en la toma de decisiones en este rubro, y la propia Procuraduría del Medio Ambiente ha sido quien ha participado en la supervisión de dicho contrato para la gestión de residuos sólidos urbanos”.

Hervert Prado se refirió también a la importancia de la participación social para enfrentar el problema de la basura: separar los desechos para cuidar el medio ambiente.

Lo importante, además de la solución al pasivo ambiental, es que el Ayuntamiento de Perote, con esa medida, apoya a otros municipios de la zona del Cofre, que enfrentan similar problema, Ayahualulco, Banderilla, Cosautlán, Coatepec, San Andrés Tlalnelhuayocan, Jalacingo, Las Vigas, Las Minas, Rafael Lucio, Tatatila, Teocelo y Xico, de Veracruz, y Tepeyahualco, Estado de Puebla.

La decisión de Perote contrasta con la pasividad de otros ayuntamientos, cuyas autoridades no resuelven el problema, sino que lo dejan correr, esperando que la papa caliente de la basura llegue a las manos de las próximas autoridades.

@luisromero85