En la vejez, ante el declive de las capacidades físicas y cognitivas, el riesgo de sufrir una caída se incrementa de manera importante. A nivel mundial alrededor de un tercio de las personas con 65 años o más sufren de una a tres caídas al año, resultando de ello que una de cada 40 ingrese a un hospital. No obstante, es posible tomar medidas preventivas para evitarlo o por lo menos disminuir su incidencia.

Al respecto, Adriana Echavarría González, fisioterapeuta de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Unidad León, señaló que la disminución de la agudeza visual, la lentitud de los reflejos y las alteraciones de la marcha y el equilibro son algunas de las causas más frecuentemente asociadas a las caídas.

“Dado que la mayoría de estas condiciones se ven favorecidas por el sedentarismo, es de vital importancia contrarrestarlas con la práctica regular de actividad física moderada, de bajo impacto, pero que incluya ejercicios que ayuden a mejorar la postura y la adquisición de fuerza muscular y flexibilidad, por supuesto todo esto precedido por un examen médico general”, señaló.

Invitada por el Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV) y la Academia de Investigación en Biología de la Reproducción (AIBIR) de la UNAM para ofrecer un curso teórico y práctico sobre prevención de caídas en el adulto mayor, Echavarría González hizo una demostración de algunos ejercicios para tonificar el cuerpo, mejorar los reflejos, la coordinación, el equilibrio e incluso la respiración y la circulación sanguínea.

Asimismo, recomendó prácticas como el tai chi (arte marcial chino), caminatas ligeras y otras actividades dirigidas específicamente a adultos mayores que ayuden a su desenvolvimiento físico y emocional.

Advirtió que la permanencia prolongada en el suelo tras una caída podría ser un factor asociado a un mal pronóstico en la recuperación, por lo que hizo especial énfasis en la importancia de aprender técnicas para levantarse por sí mismo de manera correcta, en caso de que no haya nadie que los auxilie de manera inmediata.

Cambios en el hogar podrían reducir el riesgo de caídas

La especialista también hizo referencia a los factores ambientales que favorecen las caídas en los adultos mayores y que deben evitarse en lo posible tales como: iluminación inadecuada, muebles demasiado altos, suelos irregulares, muy pulidos o con desnivel, cables sueltos, objetos que obstaculicen el paso, entre otros.

Finalmente recomendó instalar barras y/o pasamanos en baños y escaleras, usar ropa cómoda y zapatos suaves pero firmes (con soporte en el tobillo), utilizar adecuadamente ayudas técnicas como el bastón, la andadera y los lentes, usar antiderrapante debajo de las alfombras y en la ducha, además de cuidar la disposición de los muebles, adornos y plantas.

UV/ Elizabeth Vázquez Narváez