Elvira Concheiro Bórquez, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseveró que la educación pública se debe a los movimientos estudiantiles de 1968 y posteriores, durante su intervención en la mesa de análisis “Retos para la democratización y la participación de las comunidades universitarias en las instituciones de educación superior”, del Coloquio “Gobernanza y Participación Universitaria”.

En el panel organizado por la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (UV) también participaron Ernesto Isunza Vera, del Centro de Investigaciones de Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Unidad Golfo, y Wietse de Vries Meijer, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), moderados por la presidenta de la Junta de Gobierno, Jaqueline Jongitud Zamora.

Elvira Concheiro comentó que el movimiento estudiantil de 1968 fue democrático; sin embargo, fue una derrota porque  el Estado aún es autoritario y vertical y la democracia se ha reducido a un procedimiento de elección o representación, y esto también se vive en las universidades.

“Se han instalado un conservadurismo y una estratificación, en los últimos años hemos tenido visiones profundamente conservadoras, ejemplo de ello es que los estudiantes siguen siendo vistos como un problema que se desconoce.”

Destacó que los movimientos estudiantiles de 1968 y posteriores se originaron a partir de un debate profundo: “A ellos les debemos la existencia de la educación pública en el país, evitaron que las universidades fueran privatizadas”.

En tanto, Ernesto Isunza expresó que el coloquio representa una oportunidad para proponer cambios en la relación entre autoridades y comunidad universitaria y en la relación entre universidad y sociedad.

“Vivimos una oportunidad única, no sólo puede reformarse el Estado, también pueden cambiar las formas de participación, pero debemos tener cuidado de no caer en una participación de élite, es decir, que sea un grupo privilegiado de empresarios, organizaciones no gubernamentales, grupos de presión y redes informales, los que tomen las decisiones.”

Por último, Wietse de Vries dijo que un mecanismo de participación en las universidades son los consejos generales, sin embargo están integrados por élites, ya que “los requisitos para ser consejero son más elevados y severos que para ser diputado, senador o presidente de la República”.

Paola Cortés Pérez/Prensa UV