Con el registro este martes por la tarde de Nicanor Moreira como candidato del Partido Nueva Alianza (Panal) a la alcaldía de Xalapa, la situación se ha puesto muy competitiva en la capital del estado y apunta a una batalla en la punta entre este empresario xalapeño que desistió de seguir en la farsa montada por el PRD para su alianza con el PAN, y el investigador y académico Hipólito Rodríguez Herrero, quien levantará el estandarte de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Será entre ellos, según el parecer de muchos analistas, como se dirima quién gobernará a Xalapa en los próximos cuatro años. Y es que quien finalmente logró encabezar la alianza PRD-PAN, Ana Miriam Ferráez Centeno, parte de la familia radiofónica más fuerte de la ciudad, no cuenta ni con arrastre entre la población y carece incluso del apoyo de importantes sectores del PRD que nunca la han visto militar en sus filas; tampoco tiene a su favor al PAN, cuyos líderes soñaban con imponer a David Velasco Chedraui, más conocido por haber salido triunfante, bajo el sello priista, de dos comicios locales que lo llevaron a ser un mal alcalde y un pésimo legislador.

El otro candidato que completa el cuarteto más conocido, el priista Alejandro Montano Guzmán, tiene en su contra no solo el hecho de ir bajo el ropaje político más desprestigiado en este momento en la entidad e, incluso, en el país, el mismo que cubrió al criminal Javier Duarte de Ochoa, preso en Guatemala; también, que a su paso por la Secretaría de Seguridad Pública en el gobierno de Miguel Alemán Velasco ocurrieron hechos que permitieron sospechar acuerdos con líderes del crimen organizado asentados en el Puerto de Veracruz, además de la supuesta intervención de elementos gubernamentales en el atentado que truncó la vida del querido periodista José Miranda Virgen. Hay que aclarar, sin embargo, que ninguno de estos señalamientos fue materia de ninguna denuncia judicial.

En el caso de Hipólito Rodríguez puede decirse que no es un candidato popular que haya caminado mucho por las colonias de Xalapa. Sin embargo, tendrá a su favor la imagen de Andrés Manuel López Obrador que hizo el milagro de convertir a Cuitláhuac García Jiménez en el diputado federal con un buen número de votantes e, incluso, de hacerlo conseguir el segundo lugar (muy cerca del primero) en los comicios para Gobernador del Estado en la capital veracruzana. Es casi seguro que las campañas negras emprendidas contra el tabasqueño y su partido no hagan suficiente mella como para bajarle mucho a las posibilidades del investigador social que, a partir de mayo, comenzará su periplo rumbo al voto popular.

En cambio, Nicanor Moreira es una persona muy conocida en la ciudad. No solo es que haya generado muchos empleos en su ciudad de origen, donde su padre fundó empresas como Crediland, que dieron créditos a la palabra a miles de xalapeños, y a quien acompañó en sus recorridos por las colonias; también, hace buen tiempo que ha ido levantando un importante proyecto ciudadano para atraer a xalapeños (de origen y de corazón) a idear las soluciones que ya necesita la ciudad y el municipio, sobre todo en materia de empleo, movilidad urbana, servicios y seguridad pública.

¿Por qué se registra bajo las siglas de Nueva Alianza? Él mismo dijo durante su registro que fue el único partido que abrió las puertas “a un proyecto ciudadano, cercano a la gente, para dar oportunidad a que las soluciones y el trabajo beneficien a la población”.  Y se comprometió en un tema que los veracruzanos tenemos muy presente, que ha lastrado el desarrollo y ha impedido la creación de empleos y mejores  condiciones de vida: “Vamos a desterrar la corrupción, la opacidad, el desfalco y todas esas prácticas que dejaron a Veracruz hundido en la pobreza; por eso creo firmemente en no hacer acuerdos políticos, ni someterme a los intereses de ningún partido o persona, sino en beneficiar a la población trabajando”.

En el municipio de Veracruz, ¿votación a tercios?

¿Alguien podría pensar que el candidato priista a la alcaldía porteña, Fidel Kuri Grajales, tenga posibilidad de suceder a su correligionario Ramón Poo Gil, cuando hay tantas evidencias de ser respaldado directamente por la leyenda negra, su tocayo Fidel Herrera? Cualquiera diría que el diputado federal por Orizaba no tendrá mucha caña y que caerá hasta el tercer sitio, dejando a quienes le acompañan en su planilla con escasísimas posibilidades de incorporarse a la próxima comuna.

Pero su selección tiene mucha pega. Es nada menos que el dueño del equipo de futbol más popular en la ciudad, los Tiburones Rojos, que con su último triunfo sobre los Pumas en Ciudad Universitaria, aseguraron su permanencia en la Primera División otra temporada. Los seguidores de este equipo son más entregados que los que siguen al Águila de Veracruz de beisbol y de quienes siguieron a los Halcones Rojos de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP). Decir esto pareciera una herejía política, pero quien conoce a los jarochos saben perfectamente que no es cosa menor.

Bravucón, polémico y golpeador, Kuri Grajales puede dar la campanada como quieren sus principales impulsores, cuyo objetivo será cerrarle el paso al senador con licencia Fernando Yunes Márquez (candidato a la alcaldía por la alianza PAN-PRD y el orgullo del nepotismo político del gobernador veracruzano) que, de ganar, daría mucha fortaleza a quien dejará la alcaldía en el conurbado Boca del Río, para que se lance como candidato para suceder a su padre en 2018.

Ahí mismo, Morena ha lanzado a un personaje, Ricardo Exsome Zapata, que si bien tiene reconocimiento en ciertos sectores de la sociedad porteña y va con todo el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, seguramente le recordarán sus adversarios, durante la breve campaña electoral, cómo se benefició con jugosos contratos durante los gobiernos de Fidel Herrera y Javier Duarte. De todas maneras, lo más seguro es que la situación permita dibujar una situación similar en cuanto a la división de los votos entre estos tres candidatos.

En San Rafael, todos contra el PRD

Aunque lleva años haciendo campaña para suceder a su padre en la alcaldía de San Rafael, el perredista Luis Daniel Lagunes Marín ha empezado a tener fuertes problemas para convencer a los electores, pese a que ha habido una fuerte coerción, incluso punitiva, sobre las familias de congregaciones importantes como Puntilla Aldama y El Pital, azotadas gravemente por la delincuencia, que se ha dedicado a robar a los productores agrícolas sus cosechas de limón, a extorsionarlos y secuestrarlos, y a protagonizar hechos de sangre a plena luz del día, sin que el alcalde pida apoyo estatal o federal e, incluso, con la complicidad de la policía municipal.

Héctor Lagunes Reyes, el alcalde en funciones, tiene varios señalamientos de corrupción y de uso de empresas fantasma, al estilo de Javier Duarte de Ochoa, lo que es patente para toda la población, que ve la imposición de Luis Daniel como una forma de asegurar que le cubra las espaldas en los próximos cuatros años. Si bien es una posición del PRD, los militantes panistas de este municipio ven con muy malos ojos a quien ha impulsado, según versiones, el uso de estupefacientes entre los jóvenes de las congregaciones.

Y es que dos mujeres le darán una batalla definitiva para evitar la continuidad de un imperio familiar que ha afectado a los sanrafaelenses, volcados hace cuatro años en favor de un cambio que significó mayores pérdidas. En efecto, quienes marcarán la tendencia en los comicios del 4 de junio en este joven municipio son Lorena Piñón Rivera, oriunda de la congregación de Potrero Nuevo, que ya ha sido registrada por la coalición del PRI con el Partido Verde (PVEM), y Rosa Elena Centeno, una profesional oriunda de El Pital, quien ya ha tenido experiencia en la administración pública municipal, al fungir como Secretaria de Ayuntamiento, pese a la oposición de Reyes Lagunes quien de inmediato le quitó todas las funciones y hasta el personal de apoyo.

Y es que la calidad de las propuestas se nota incluso en las planillas. Luis Daniel Lagunes, por ejemplo, lleva como candidata a síndica a una joven inexperta de Puntilla Aldama, que está estudiando apenas la preparatoria, y cuya suplente es ni más ni menos que la madre del candidato y esposa del actual alcalde, Zeferina Marín. La movida es que, en caso de ganar, la chica pida licencia en un momento dado, para seguir sus estudios mediante una beca municipal, y que el ayuntamiento sea gobernador por el alcalde y su madre.

Lorena Piñón Rivera, por su parte, lleva como su suplente a Ana Capitaine Domínguez (esposa del actual síndico del ayuntamiento, el perredista León Stivalet) y como candidato a síndico a Samuel Thomas Viñas, una exalcalde muy reconocido porque es el que ha tenido el mejor desempeño en el ayuntamiento. Tiene como suplente a Arturo Vargas, un influyente integrante de la Iglesia Cristiana en Puntilla Aldama.

De manera que la elección se dirimirá, seguramente, entre Lorena Piñón y Rosa Helena Centeno.

Una mujer será próxima alcaldesa en Tlapacoyan

En este municipio, tanto el PRI como el PVEM irán por su lado haciendo casi imposible el triunfo. No se sabe si tienen a su favor o en su contra el hecho de que cada uno llevará al frente a dos mujeres que ya fueron presidentas municipales; dependerá de la memoria de los tlapacoyenses que una de los dos tenga los alcances como para derrotar a la candidata de Morena, Liud Herrera Jiménez.

Aquí hemos dicho que Liud llegó al abanderamiento morenista por la torpeza de quien, aparentemente, ya lo tenía seguro, Habacuc Guzmán Méndez; para su desgracia, actuó con torpeza, desconoció las reglas electorales y empezó a hacer campaña proselitista muchísimo tiempo antes de que incluso obtuviera la precandidatura. Pero Liud Herrera tiene lo suyo. En los comicios de 2016 rumbo al Congreso local, arrasó en los comicios en el municipio.

En efecto, aunque perdió la elección distrital ante la neopanista María Elisa Manterola Sainz, hoy presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, la morenista obtuvo 5 mil 100 sufragios en este municipio, rebasando a la candidata panista Mariely Manterola (4 mil 438) y a la priista Nora Elizabeth González González (3 mil 138), por lo que debió regresar a la Regiduría Primera en el ayuntamiento de Martínez de la Torre.

La posibilidad que brindaba la alianza del PRI y el PVEM se perdió. Por el PRI irá la exdiputada federal Verónica Carreón Cervantes, quien ya fue alcaldesa de Tlapacoyan, mientras que por el PVEM aparecerá en las boletas el nombre de Nayeli Jarillo Núñez, ligada fuertemente a Fidel Herrera Beltrán, y quien hace cuatro años saliera muy cuestionada de su gestión como alcaldesa, acusada de un súbito e inexplicable enriquecimiento, lo que le ha permitido no solo vivir bien sino incluso seguir en la política a través de una ‘fundación’.

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